[NSFW] Lo que calla la roca

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[Xingqiu estaba dispuesto a salir del estanque cuando notó que Albedo no lo seguía, cosa que le extrañó muchísimo. El rubio siempre se había mostrado reticente a desprenderse de la más mínima prenda de ropa y sin embargo estaba ahora con casi toda la piel al descubierto, pero no trataba de huir cuando la oportunidad se le presentaba. El peliazul, que ya tenía la mitad del cuerpo por fuera del agua, volvió a zambullirse y nadó hasta el alquimista]

-Hey, ¿te encuentras bien? No me has seguido. [lo interrogó el escritor, seriamente preocupado] Si necesitas que te ayude... [alargó una mano y se la puso en el hombro a Albedo, el cual miraba al fondo. Notó cómo el alquimista se tensaba ante el contacto] ...o mejor no. [decidió romper el contacto. ¿Quizás el alquimista había llegado a su límite]

[El caballero tragó saliva. Xingqiu estaba bastante inquieto. ¿Había sucedido algo malo de verdad? Albedo era de esas personas que parecía guardarse muchas cosas para sí y el escritor temía que no le estuviera contando algo importante. Si bien la ciudad estaba a unos kilómetros de distancia, el mercader podría ir hasta allí y pedir ayuda si su acompañante lo necesitaba]

-...es solo que no me esperaba que pasara ahora. [murmuró Albedo. Xingqiu notó un deje de inseguridad en su voz]

-¿Pasara el qué...? [preguntó Xingqiu, dubitativo]

[Albedo susurró algo más, pero Xingqiu no lo oyó]

-¿Qué has dicho? No te he entendido.

-He dicho que... [Albedo se pasó una mano por el pelo. Parecía estar pasando un mal momento a la hora de tratar de expresarse] Esto es embarazoso... [suspiró] He dicho que tengo una erección.

-Oh, bueno... [Xingqiu miró a la orilla, repentinamente muy interesado en la estructura del estanque] Supongo que quieres que te deje solo. Voy a salir y vestirme. Tómate tu tiempo y no te preocupes por mí.

-No, espera. [le pidió el rubio antes de que el escritor se alejara de nuevo] Creo que te debo una explicación.

-No me tienes que explicar nada, Albedo. [lo tranquilizó Xingqiu] Es algo normal. Nos pasa a todos. Es molesto muchas veces y causa bastantes escenas vergonzosas. [el joven se rio un poco, quitándole importancia al asunto] Por mucho que te idealice, sé que eres humano. No siempre puedes tratar de pretender ser un ser superior ajeno a la vida de los mortales. Es lógico que en ocasiones tu cuerpo se niegue a seguir lo que le dicta tu mente. No por ello eres peor. No por ello te voy a dejar de querer como te quiero. Y no por ello te voy a juzgar y alejarme de ti. ¿Qué clase de romance sería esto si te dejara tirado por algo completamente normal?

[Albedo se sorprendió por las palabras del escritor. Si bien el peliazul tenía un lado infantil y travieso, para muchas cosas demostraba una madurez impresionante. Parecía absurdo que el alquimista fuera quien tuviera que ser quien aprendiera cosas básicas de la vida y no al revés. Albedo era un hombre de ciencias y aún así se olvidaba de que ciertas cosas eran completamente naturales]

-Es solo que... No considero que esté justificado. [trató de explicarse Albedo. Si bien Xingqiu decía que no hacía falta, consideraba necesario hablarlo] Siempre he sabido mantenerme al margen de cosas como estas. Puedo aguantar mucho tiempo sin beber ni comer y estar noches enteras sin dormir. [el peliazul frunció el ceño] No considero tener "necesidades". Simplemente lo veo como caprichos de mi propio cuerpo. Y al ser eso, caprichos, puedo ignorarlos cuanto desee. No obstante, esta vez no es un simple error de mi cuerpo. Confieso que mi mente ha sido la primera en traicionarme y, para mi desgracia, mi cuerpo ha decidido ponerlo de manifiesto. [el alquimista cerró los ojos. No estaba siendo sencillo hablar de todo eso] Yo no soy así. Estas cosas nunca me pasan a mí.

Cristales en la PenumbraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora