[NSFW] Aguas turbulentas

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[Durante aquel tiempo que permaneció lejos de Albedo, Xingqiu se mantuvo ocupado. Sus padres habían preparado un contrato que el joven hubo de firmar. La situación no le hubiera resultado tan violenta si sus progenitores no hubieran hecho que la abogada Yanfei fuera el testigo de aquel acto. Era la tercera o cuarta vez que veía a aquella letrada y a pesar de la situación, no pudo evitar quedarse fascinado por sus explicaciones cuando la mujer empezó a darlas. Sin embargo, tiempo después el peliazul sintió un gran peso sobre sus hombros cuando aquel papel acabó con su nombre escrito. No obstante, la abogada lo tranquilizó más tarde respecto a las cláusulas que el contrato contenía. Así que, tras aquel evento, el escritor continuó progresando con <<Una leyenda de espadas>>. Fue tanta la necesidad de no pensar en el ilustrador del libro, que terminó de escribir la novela en un día]

-Pues nada... A dormir.

[Y así pasó las últimas horas de espera antes de que el momento de encontrarse con Albedo llegara. El joven tuvo más de un ataque de nervios al ponerse su ropa, pues no sentía que estuviera lo suficientemente bien vestido. Quería estar guapo. Necesitaba que Albedo lo viera bien arreglado]

-Mañana se marcha a Espinadragón y quién sabe cuanto tiempo estaremos sin vernos. [suspiró] ¿Cuántos meses pasaré solo de nuevo? Y esta vez, tendré que afrontar una nueva etapa de mi vida mientras él sigue experimentando en la montaña. Si tan solo no viviera tan lejos de él... [se lamentó]

[El contrato que había firmado con sus padres, le suponía un montón de inconvenientes. Estaba atado a las cláusulas de aquel escrito. Sin embargo, a cambio de haber cedido ante tantas condiciones, había logrado que le concedieran libertad de movimientos. A efectos prácticos, ya era él solo su propia unidad familiar. No tendría que preocuparse por si sus progenitores o hermano lo consideraran una deshonra]

-Deja de darle vueltas a eso ahora. [le reprendió a su reflejo del espejo mientras se ponía el pendiente en su oreja] Esta tarde debes olvidarte de los problemas y centrarte en pasar todo el tiempo con Albedo.

[Dio unos últimos retoques a su pelo y se escapó de casa. Esta vez, al no haber caído aún la noche, necesito emplear todo su ingenio para pasar desapercibido mientras se dirigía a la Casa de Huéspedes de Baiju. Rezó mentalmente porque Albedo actuara rápido cuando él tocara la ventana, puesto que los soldados de la Geoarmada pasarían cerca de su posición cuando él llegara al lugar]

-Venga, venga... [dijo en voz baja]

[El joven dio dos suaves golpes al cristal y poco segundos más tarde, veía que tenía acceso a la habitación en que se alojaba el rubio. Tras entrar, cerró de nuevo la ventana. No quería que nadie pudiera escuchar su conversación desde fuera]

-¿Puedes moverte un poco a la izquierda? Estás en medio y no puedo ver bien el mar.

[Aquellas fueron las primeras palabras que le dedicó Albedo. El alquimista había montado un caballete y se encontraba pintando. El regalo que le había entregado el mercader días antes había dado sus frutos. De hecho, el visitante pudo apreciar como habían más materiales en la caja del antiguo presente, señal de que el caballero había aumentado su inventario. A pesar de haber pasado unos segundos estudiando lo que había allí, Xingqiu vio la cara de concentración que tenía su amante y decidió obedecer sin rechistar. El peliazul se sentó en el sillón de la habitación y se quedó en silencio]

-Hmm. Debería haberse quedado quieto. Ahora tengo que rehacer el mástil. [habló Albedo para sí]

[Xingqiu admiró como poco a poco aquel lienzo se iba definiendo. El alquimista miraba por la ventana y retocaba pequeñas partes del paisaje con sus trazos. Al moverse los barcos que intentaba captar, el rubio se veía obligado en cambiar ligeramente su idea original. Si le frustraba aquello, no lo demostraba]

Cristales en la PenumbraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora