[Xingqiu se despertó cansado cuando vio los primeros rayos de sol entrar por la ventana. El joven se levantó con cuidado de la cama para no despertar a Albedo. No pudo evitar bostezar cuando se colocaba toda la ropa que se había quitado la noche anterior. Si bien seguía estando agotado, no sentía dolor alguno. El alquimista había acertado al emplear los aceites esenciales]
-Guapo, listo y cariñoso... [murmuró Xingqiu mientras se ajustaba la chaqueta] Lo tiene todo.
[Albedo dormía agarrando la almohada, con el pelo cayendo sobre su cara. El caballero estaba cansado y Xingqiu decidió compensarle por el día anterior. El peliazul recogió las cosas del rubio y miró el pincel que se había roto. Se sentía culpable por aquello. Le hubiera enfadado o no la situación del día anterior, no estaba justificado que hubiera provocado aquel desperdicio de material. Se propuso remediarlo en un futuro cercano]
-¿Xingqiu...? [preguntó Albedo, todavía adormecido] ¿Ya te vas?
-Sí. [el escritor terminó de recoger y se acercó a la cama para darle un breve beso en los labios] Cuando el amanecer llega, tengo que huir de vuelta a casa. Lamento dejarte siempre solo cuando despiertas. Estoy seguro de que podríamos tener charlas maravillosas por las mañanas.
-No te preocupes. En un futuro será posible.
-No quiero dejarlo todo para el futuro. ¿Y si el futuro no llega? [suspiró, un tanto triste] Puede que pase algo y te separes de mí. Nada es eterno. Ni tú ni yo. ¿Y si por mi culpa estamos perdiendo un tiempo precioso? Quizás debiera arreglarlo, dejar de huir de las miradas que me juzgan. No mereces permanecer oculto como si fueras algo de lo que me avergonzaras. ¿Y si pudiéramos estar solos? ¿Libres de comentarios que nos impidan ser nosotros? ¿Qué dirías si tuvieras un sitio relajante al que regresar al terminar tu jornada laboral? [el chico no paraba de hablar atropelladamente]
-Xingqiu, te estás agobiando. [Albedo le puso la mano en la mejilla, tratando de calmarlo] Estás hablando de demasiadas cosas y no entiendo bien qué quieres decirme con todo esto.
-Solo quiero saber si existe una posibilidad de que esto dure para siempre... [dijo Xingqiu, mirándolo a los ojos]
[Albedo guardó silencio ante aquella pregunta. Quizás era el momento de que le confesara sus temores. Había sido egoísta guardándose sus miedos, pues si él moría en un futuro, Xingqiu se quedaría desolado pues no sabría de la noticia hasta mucho después de que sucediera. Los ojos azules del alquimista miraron a la ventana. La luz que entraba iba magnificándose por momentos. Era ahora o nunca]
-Sobre eso... Hay algo que tengo que decir y que llevo guardando en secreto mucho tiempo. Necesito que entiendas que no es algo que te he ocultado únicamente a ti. Más bien, lo he escondido de todo el mundo. [Albedo inspiró profundamente, armándose de valor] Soy alguien especial, como lo era esa persona. Si bien nunca ha pasado nada, temo que un día pierda el control. [Xingqiu iba a decir algo, pero el alquimista le puso un dedo en los labios para hacerlo callar] No es algo que pueda evitar. Puede que mi propio cuerpo me traicione. Espero que comprendas que, si esto llega a suceder y o Mondstadt o cualquier lugar se ve amenazado por mi presencia, deberé ser neutralizado. Si esa persona estuviera, puede que hubiera otra forma. No obstante, ahora no la hay. No puedo prometerte un futuro eterno, Xingqiu, porque no sé si habrá un mañana para mí.
[El peso de aquellas palabras creó una nueva oleada de silencio, esta vez estaba plagada de pura preocupación y angustia. Xingqiu estaba tratando de asimilar todo lo que le había dicho Albedo. ¿Especial? ¿Destruir Mondstadt? ¿Neutralizar...? Aquello era demasiado. Ni en una novela dramática se hubiera esperado tal argumento. Y, aún así, por la mirada del alquimista supo que aquello no era ninguna broma]
-¿Eres un guardián de las ruinas o algo...? [fue lo que primero preguntó Xingqiu]
[Albedo no pudo evitar sonreír]
-No me refería a especial en ese sentido. Pero se puede decir que dichas criaturas y yo tenemos ciertos puntos en común.
-¿Ok...? [trató de aceptar aquel dato Xingqiu] Mira, Albedo, comprendo que digas que si destruyes alguna ciudad te vayan a asesinar para detenerte, pero... ¿Si no llegas a ese punto, estarás a salvo y vivo?
-Sí, claro. El problema solo se daría si perdiera el control.
-Pues entonces no lo pierdas. [sentenció Xingqiu, serio] Sé que suena estúpido y sin sentido. No obstante, hablo con toda la sinceridad que me puedo permitir. Soy egoísta, lo admito. No quiero imaginarme una vida sin ti después de haber probado como se siente. Deseo escribir libros contigo y salir a cenar juntos cuando se publiquen. Quiero que me hables de temas raros de alquimia que no entienda y me expliques por qué ciertas novelas de fantasía son erróneas. Necesito que conozcas a Chongyun y estudies su positividad congénita. Y... Bueno, ¡exijo que nuestra relación avance porque nadie más en Teyvat me hace sentir lo que tú me haces sentir!
-Xingqiu...
-Puedo esperar los meses que necesites para vernos. Estoy entrenado para ser paciente. Sin embargo, te pido que prometas aquí y ahora que vas a hacer todo lo posible para luchar contra tu futuro trágico. Si lo haces, me aseguraré de ser yo mismo quien te mate en el caso de que, aún intentándolo, pierdas el control.
-¿Cómo sé que no cometerás una locura si tú eres quien me mata?
-Porque pienso jurar también. Hagamos un pacto siguiendo el código caballeresco.
[A pesar de las dudas que tenía, Albedo juró aquel día. Los dos jóvenes hicieron un pacto en la ciudad de los contratos, a tempranas horas de la mañana. Si bien ambos no sabían la repercusión que aquello tendría, habían sellado su destino con aquella acción]
-Y ahora sí, me despido. Espero que tengas un agradable viaje de regreso a Espinadragón. [Xingqiu le dio un beso en la mejilla] Seguiré mandándote cartas hasta que podamos vernos de nuevo. ¡Agradecería que de vez en cuando respondieras!
-Lo intentaré hacer. Al menos para que no te preocupes por mí.
-Así me gusta.
[Xingqiu asintió antes de salir de la habitación por la ventana. Ya se estaba convirtiendo en costumbre allanar la posada de aquella forma. Muchos ladrones de tesoros estarían asombrados por la agilidad que mostraba el joven en aquellos actos]
[Apenas una hora después, Albedo se encontraba caminando por las calles de Liyue, listo para abandonar la ciudad. Meditaba en su cabeza si había decidido lo correcto al confiarle a Xingqiu aquel secreto. En parte, su revelación había sido egoísta. Por más que se empañara en guardarlo en lo más profundo de su ser, deseaba un futuro tranquilo al lado del peliazul]
-Tanto jugar a las muñecas con Klee me ha acabado influyendo. [se dijo para sí tras saludar con un gesto a los soldados de la Geoarmada]
[Quedaba por delante del alquimista un largo trayecto hasta Espinadragón, pues había decidido que prefería tener un tiempo para reflexionar antes de volver al trabajo. Además, si bien Xingqiu no había hecho más preguntas, Albedo seguía presentando moratones de cintura para arriba y así al menos podría disimularlos antes de que sus discípulos le hicieran preguntas]
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Cristales en la Penumbra
Fanfiction"Cristales en la Penumbra" es un fanfic romántico de larga duración que gira alrededor de la ship de dos personajes (Xingqiu y Albedo) del juego Genshin Impact. Antes de comenzar la lectura, advierto de varias cosas: -La historia sucede en una reali...