Princesa fugitiva

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En el palacio los chismes corrían rápido, prácticamente las paredes tenían oídos y cada chisme nuevo era conocido por todos los sirvientes

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En el palacio los chismes corrían rápido, prácticamente las paredes tenían oídos y cada chisme nuevo era conocido por todos los sirvientes. Justo por eso la noticia de la existencia de una princesa imperial, con la sangre del dragón y legítima heredera al trono, llegó a oídos de todo el país en cuestión de una semana.

Al principio todo fue un caos, después de todo ¿de dónde había salido esta supuesta princesa? Se suponía que el emperador se había negado rotundamente a tomar una esposa o si quiera tener concubinas ¿Era producto de algún amorío? ¿O acaso era una impostora? Esa última duda era la que más revuelo causaba, pero luego llegó la noticia de que se había practicado la prueba de chakra y, efectivamente la princesa era la legítima hija del emperador.

Una teoría surgió; todos sabían de la trágica relación de la antigua emperatriz con el, en ese entonces, príncipe. Un emperador tirano que dejaba de lado a su mujer y le negaba un heredero al país, una emperatriz con un amor no correspondido y un príncipe enamorado de una mujer ajena, no había que ser un genio para saber lo que había pasado ahí.

Hija extramatrimonial o no, la verdad no importaba si la joven tenía en sus venas la sangre del dragón combinada con la poderosa sangre de los Senju, maestros del chakra, entonces ella podría dar a luz a herederos fuertes con kekkei genkai mejorados, sería la que reforzará la línea del trono y afianzará el poder del país del fuego. Las circunstancias del nacimiento de la princesa no importaban, siempre y cuando esta fuera una heredera fuerte.

Muchos nobles ya estaban analizando las oportunidades que sus hijos podrían tener con la princesa. No sólo estaban hablando de casarse con la familia real o la posibilidad de bebés poderosos, sino que también estaba en juego el puesto de consorte real de la emperatriz, el puesto más alto que un hombre que no tenía sangre de dragón podría llegar a ocupar.

El premio era tentador y aquel que lo obtuviera tendría la vida asegurada, para él y su familia. El ganador pasaba a la historia y los perdedores serían olvidados, condenados a vivir con la derrota.

Y así, la carrera por la mano de la princesa dio comienzo, los hijos empezaban a ser preparados por sus familias; diplomacia, defensa, y hasta el arte de conquistar les estaban siendo enseñados, algunos más atrevidos incluso pensaron que instruirlos sobre el sexo y las artes amatorias sería buena idea, y otros tantos tenían intención de... bueno, eliminar a la competencia.

Aunque algo quedaba más que claro en aquella silenciosa competencia; si los príncipes imperiales pensaban entrar a la competencia entonces muchos de los simples nobles no tendrían oportunidad, no cuando la belleza y encanto de los príncipes era innegable, menos si tomaban en cuenta que ya contaban con la gracia del emperador, de hecho era bastante sorprendente que la princesa no haya sido comprometida ya con uno de ellos.
Si, todo el país estaba esperando la gran boda de la siguiente emperatriz, aún cuando ni siquiera había sido coronada formalmente como la princesa imperial.

Nuestra amada princesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora