𝘿𝙐𝙈𝘽 - Kurt Cobain

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Courtney Love.

Tenían pensado salir de la casa de los padres de Kate, puesto que montárselo ahí no le parecía buena idea a ella.

— Oh, venga ya. Como en tus viejos tiempos, cuando te lo montabas en tu cama individual... —decía entre besos

— ¿Y si entra alguien? No. Además, ni siquiera sé si entramos ahí... —dijo de la misma manera.

— También puede ser en el escritorio, o en el suelo... —decía mientras paraban de besarse.

—  No, nos llevamos el tocadiscos, los vinilos, y nos piramos por la ventana, ¿vale?

— Por mi bien.

— ¿Pues a qué estás esperando? —decía mientras abría la ventana.

...

Ya con el tocadiscos en mano y los vinilos, Kate y Kurt bajaron lentamente por las tejas del tejado.

Al llegar al borde de éste, Kurt bajó primero, de un salto.

— Vale, ahora te voy a dar todo. Y luego me ayudas a mí a bajar.

— Vale. —Kate empezó a lanzarlo todo, cosa que Kurt recogió bien.

— Bien, como me mate, te mato.

— Lo tendré en cuenta.

Kate bajó un pie qué Kurt sujetó y luego ella simplemente se tiró a sus brazos.

Fue muy de golpe, así que Kurt perdió el equilibrio y se cayó con Kate encima.

Acabaron en el césped tirados ella encima de él. Kate enroscó sus brazos alrededor de su cuello y le besó cortamente. Luego se levantó, sacudió un poco el vestido, recogió del suelo el tocadiscos y los vinilos y caminó.

Kurt se le quedó mirando con una sonrisa de idiota en el rostro, le gustaba que cuando estaba con ella se olvidaba de sus problemas, cuando estaba con ella no pensaba ni en las drogas, porque ella era como una droga.

Cuando empezó a alejarse un poco empezó a seguirle el paso.

Enseguida llegaron al coche, y vió cómo su madre salía de la casa, preguntándose como habrían salido de ésta.

Lo único que hizo Kate fue sacarle el dedo de en medio y subirse en el coche.

...

Un mes había  pasado desde ese día. Ella había vuelto a tener pesadillas.

Y él había vuelto a la droga.

Enero de 1994 era.

Su relación se había hecho oficial, incluso vivían juntos en casa de Kate.

Courtney había ido a molestar varias veces, pero lo de ese día fue otra cosa.

Kurt estaba con Krist y Dave en no sé dónde.

Kate estaba en la casa, el día anterior había terminado de grabar una canción dedicada a Kurt.

Recordó que a Kurt le encantaba esa canción.

Era muy sencilla, pero le gustaba.

Llamaron a la puerta y ella no dudó en ir a abrir.

Era Courtney Love, con malas pintas.

— ¿Qué quieres Love?

— Hola Katherine... Bonita casa, ¿te lo dije ya?

— ¿Qué quieres?

— Esa no es manera de tratar a una invitada... —decía mientras cerraba la puerta de un portazo. Kate se acercó al teléfono. Por si acaso.

Courtney sacó una navaja de mala muerte, pero una navaja a fin de cuentas.

Kate se asustó, no, Courtney no sería capaz.

Descolgó el teléfono y y lo preparó para llamar.

— Acércate un paso más y llamó a la policía.

— No te daría tiempo. —dijo mientras se abalanzó hacia ella.

Kate se apartó mientras corría con el teléfono en la mano, marcando el número de emergencias cómo podía mientras subía las escaleras.

— Emergencias, dígame. —sonó al otro lado de la línea.

— ¿Sí? Hola, soy Kate Sparks, llamo porque Courtney Love está en mi casa con una navaja amenazándome. —decía desesperada mientras se encerraba en el baño.

— ¿Dónde se encuentra?

— En undertown street, la casa es la 78.

— Vale, enseguida llegará la policía.

— Que se den prisa, no sé cuánto aguantará la puerta del baño.

— ¡Maldita zorra! ¡Abre la puta puerta! —chillaba Courtney al otro lado de la puerta, mientras intentaba romperla con la navaja.

Entonces a Kate se le ocurrió llamar a Kurt. Y pedirle que no viniera a la casa, por si también le amenazaba a él.

— Venga Kurt cógelo... —decía mientras seguían sonando los tonos.

Pero nada, no respondía.

— ¡Ajá! Se ha hecho una grieta. ¡Sólo me queda levantar eso y estás perdida zorra!

Kate buscó algo con lo que defenderse, pero sólo encontró unas tijeras, y no podía huir, pues el baño no tenía ventana.

Courtney ya había hecho un buen agujero, casi para meter la mano, y la policía seguía sin venir.

Entonces se escucharon sirenas de policía.

Pero Courtney ya había entrado. Kate escondió las tijeras debajo de un mueble, por si luego le hacía falta.

Love se lanzó a por ella, quién la esquivó, pero no por mucho, pues le pegó un puñetazo en el estómago, lo que hizo que cayera al suelo. Le pegó una patada en la mandíbula a Courtney, quién se enfureció e intentó volver a clavar la navaja.

Cosa que consiguió, pero no donde quería, sólo en la pierna, que empezó a sangrar mucho.

La policía había tirado la puerta de la casa, y estaba subiendo las escaleras, pues se guiaban por el grito desgarrador que Kate había soltado.

La navaja se había clavado bien en su pierna, pues casi todo el filo estaba dentro. Aún así un poco menos de la mitad quedaba fuera.

Courtney intentó volver a atacarla, pero los policías ya habían ido a por ella, y dos de ellos la sujetaban para que no se fuera mientras le ponían las esposas y la psicópata se retorcía.

Habían llamado a una ambulancia para que se llevasen a Kate, quién se arrancó la navaja de la pierna mientras gritaba.

Acabó por desmayarse, y entonces, todo se volvió negro.