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Iré contigo.

El aniversario de los padres de Kate se acercaba, y eso le asustaba.

Pero le asustaba más lo suyo con Kurt.

Últimamente habían estado muy unidos, demasiado. Habían empezado a besarse y hacer otras cosas más turbias.

A Kate eso le encantaba, y a Kurt le volvía loco, pero a ella le asustaba que eso pudiera llegar a ser algo más.

Las únicas personas que le habían querido estaban muertas.

Pero dejando eso de lado, ambos estaban en la casa de Kate.

Estaban jugando al juego de las preguntas.

La cosa iba de preguntar, como es obvio, uno preguntaba primero y si el otro no quería responder la pregunta debía cumplir un reto que era elegido por el otro.

Cuando salió la pregunta del primer amor, la cosa se desanimó un poco.

— Pues... Es difícil de explicar... Mi primer amor fue un chico que se llamaba Matt, pero todo el mundo le decía Red, porque era su color favorito.

— ¿Red? Yo también quiero que me llamen por mí color favorito...

— Todo iba muy bien, pero un día estábamos en un centro comercial, y bueno, las escaleras mecánicas se abrieron o no sé qué historia, y... Resumiendo, la máquina se tragó a Red. Fue horrible.

— Oh, joder. Mierda, lo siento mucho. No podías haber hecho nada.

— Ya... Hace mucho que no tengo pesadillas con él, en parte me alegro, pero no quiero que me pase lo mismo con Birdie, a ella no quiero olvidarla.

— No tienes porqué olvidarla, podemos ir al cementerio a verla, o puedes escribirle cartas... Todo esto es una mierda, pero me tienes aquí. Eso es lo que me habría gustado que me dijeran, espero que a ti también.

— Gracias por todo. De verdad, no sabes lo genial que es tener a alguien como tú. Que te ayude.

— Anda, ven, dame un abrazo. —decía mientras abría sus brazos hacia ella.

Pronto él empezó a cantar una canción de los Beatles.

Ah, look at all the lonely people...

Eleanor Rigby died in a... No me sé más. —confesó ella.

— Da igual. Cantaremos otra.

— ¿Quieres que me traiga la guitarra? —él tenía un brillo especial en los ojos.

— Sí.

Y así pasaron la tarde, entre canciones como Help!, Under my thumb... Back in black.

Close your eyes, and i'll kiss you, tomorrow i'll miss you... —de repente dejó de tocar la guitarra.

— ¿Porqué paras? —preguntó ella.

Entonces él empezó a cantar and i love her.

Me encanta esa canción.

— A mí también. ¿Pero sabes qué me gusta también? Besarte. —y después de esto, besó a Kate con pasión. Y con amor.

...

Entre beso y beso habían llegado a la habitación de Kate, donde la ropa enseguida empezó a sobrar.

Así que mientras que los besos no cesaban, ella le estaba quitando la camiseta, mientras él atacaba su cuello.

Cómo no había podido quitarle el pantalón, le dijo que se lo quitara, mientras ella empezaba a desvestirse.

Kurt le miró con ese brillo que tenía cuando pasaba, cuando lo hacían.

Porque Kurt tenía un brillo en los ojos, y una sonrisa pícara, que le hacían parecer vivo, vivo de verdad.

Y eso a Kate le gustaba, le gustaba mucho, demasiado. Porque solo significaba una cosa: que tenía muchas ganas de hacerlo. Y Kurt con esas cosas era muy apasionado.

Cosa que a ella le volvía loca, porque era genial. Cada beso, cada caricia, cada gemido, era maravilloso si Kurt lo hacía.

El calor en la habitación había ascendido, y ambos ya estaban a punto de desfallecer, porque el ritmo de las embestidas era muy rápido.

Ella estaba apunto de llegar al clímax, a la liberación. Y él sabía que en cuanto Kate llegara, él lo iba a hacer.

En efecto ella llegó, y con eso él también.

Salió de Kate y tiró el condón por ahí, ya se encargaría de recogerlo luego.

Se tumbó al lado de ella mientras intentaban regular la respiración, en cuanto notaron el frío (pues era pleno diciembre, casi enero), se taparon con las sábanas y Kurt se durmió en el cuello de ella.

Ambos sentían algo hacia el otro, pero tenían miedo de perderse.

...

A la mañana siguiente, Kate despertó con un rubio en, literalmente, su cuello.

Le zarandeó un poco, y Kurt abrió lentamente los ojos, ella sólo pudo sonreír, amaba como despertaba, con esos ojos tan preciosos, y ese rostro angelical.

Kurt sonrió sin saber porqué, pero sonrió, porque verla sonreír y saber que no ha tenido ninguna pesadilla era lo mejor que podía saber.

— Quiero que todos los días sean así. —dijo él.

— ¿Y no lo son?

— No todos.

— El aniversario de mis padres está aquí al lado...

— ¿Cuando es?

— Dentro de tres semanas. Quiero que vengas conmigo.

— ¿Por qué yo?

— Porque sí. No quiero estar sola o me cagaré y no les joderé la "velada".

— Vale. Bien, sí claro, iré contigo.

— Gracias. —decía mientras dejaba un suave beso en los labios del despeinado rubio.

[ 🦋✨ ]

PeRo WeNo CuRcO.

Ai que ver que atrevido es el curco.

Y WENO LA KATE NO SE QUEDA ATRÁS.

Pero la más atrevida soy yo arhe xD.

Atte: la que lo mal piensa TODO.

Chaíto ✨

𝘿𝙐𝙈𝘽 - Kurt CobainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora