𝘿𝙐𝙈𝘽 - Kurt Cobain

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¿O es que no quieren ver?

La  mañana para Kate había ido más o menos bien.

Se había tomado las dos pastillas y se había preparado para salir.

Fue al estudio de grabación.

Tenía una canción a medias. La canción era un poco deprimente. Llevaba meses escribiéndola, no encontraba las palabras.

Era sobre Birdie.

De momento la tenía, así que tenía que grabarla.

Empezó a cantar las primeras líneas.

" I know you wish i'm ok.

But if I tell you this, It will be a lie.

And i can't tell you lies.

I wish you were here. But you aren't.

And every time I wake up, i hear you laughthing.

That's horrible, cause I know you aren't here.

And maybe we will meet in another Life. "

La letra iba dirigida a Birdie. Birdie siempre fue muy alegre. Muy animada, muy... Amable, cariñosa...

Kate la echaba de menos. Y aunque no se lo hubiese dicho lo suficiente, la quería. La quería mucho.

...

Había salido de su casa hace unos minutos. Llevaba una sudadera grande negra con unos pantalones anchos de mezclilla y unas converse negras.

Kate corría por la calle. Le resultaba extraño que nadie le reconociera, pero lo agradecía.

Fue a la primera tienda que vió, y allí dentro buscó pintura en spray. Negro, como su alma. Y rojo, como la sangre.

Fue a la caja para pagar.

— 3.50 —dijo la cajera.

— Tome. —decía Kate mientras pagaba.

— ¿Tú no eres la cantante? La que se ha mudado aquí cerca.

— Sí, pero agradecería que no dijeras nada. A nadie.

— Claro, sí. Pero si no es mucha molestia, ¿Puedes firmarme un autógrafo?

— Emm, sí claro. No hay problema.

— Vale, muchas gracias.

Kate firmó un disco que la cajera tenía por ahí y se fue.

Volvió corriendo a su casa porque en vez de ir andando, se le había ocurrido ir en bici.

Se subió en la bici pedaleando lo más rápido que podía. Mientras escuchaba un mix de canciones que le gustaban.

La primera canción era "Creep" de Radiohead.

Le encantaba esa canción.

Así que empezó a cantar a pleno pulmón, le daba igual todo.

— BUT I'M A CREEP, I'M A WEIRDO. ¿WHAT THE HELL I'M DOIN HERE?

Así todo el camino. Cantando sus canciones favoritas.

Mucha gente la señalaba con la boca abierta, seguramente flipando de verla por la calle cantando.

Pero le daba igual. Todo le daba igual, pasaba de eso.

Se dirigió a las afueras. Y allí siguió cantando, ahora una de los Rolling Stones, sympathy for the devil.

— Please allow me to introduce myself... —iba susurrando mientras se bajaba de la bici.

Los sprays iban en la cesta de la bici, cuando ya los tenía en mano, pensó en lo que iba a escribir.

Estaba en un sitio alejado del centro, casi en las afueras, pero ese era un sitio muy visible, la gente pasaba mucho, y eso iba a ser vistoso.

Tenía claro que iban a ser varias frases.

Varias frases pasaron por su cabeza.

" Algunas personas utilizan la sonrisa para no llorar, otras para mentir."

" Diferentes ojos ven diferentes cosas"

Pensó un buen rato, y se decantó por la segunda opción. Estuvo un rato pensando el tipo de letra que iba a hacer.

Al final izo una normalita negra y luego encima puso el rojo.

Después de terminar, vió un coche a lo lejos, y decidió esconderse con la bici. Podía asomarse y ver que el coche no era de la policía.

Así que ya en la bici, volvió por dónde había venido.

...

Kurt estaba en su casa, tranquilo más o menos.

Lo cierto es que estaba pensando en ella.

¿Cómo habría adivinado todo aquello sin que él le dijera nada?

Parecía saberlo todo aquella chica.

Pero tenían los mismos problemas. Él quería a alguien que entendiese. Que entendiese que no está bien.

Que él no está bien.

Que su mundo se desmorona.

Qué va a intentarlo, pero no promete nada.

Qué quiere encontrar a ese alguien que no esté mirando sólo su reflejo en el espejo.

Alguien que vea que no está bien, y que le diga "eh, estoy aquí", pero no había nadie así.

¿Tan difícil es encontrar a alguien que te entienda?

¿Tan igual es la gente? ¿Tan egocéntrica?

¿O es que no quieren ver?

Kurt no lo entendía. Y probablemente nunca lo haría.

Necesitaba saber que era de ella.

Sí, había pasado relativamente poco, pero era necesario.

Kate era distinta, ella si quería ver. Ella veía. Y lo entendía, porque le pasaba lo mismo.

Quería saber más acerca de ella, de lo que pasaba por su mente.

De que o quiénes eran los fantasmas que le perseguían. Qué le mantenían atada de pies y manos.

Quería ayudarle. Y no sabía cómo, porque no podía ni ayudarse a sí mismo.

Kurt lo tenía claro, hablaría con ella. Y la conocería mejor.