El Ángel del Señor Oscuro || Tom Riddle.

3.

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Estábamos todos reunidos en el Gran Comedor. Los nuevos alumnos fueron clasificados en las casas y ya nos dieron de comer y beber antes de escuchar el discurso de Dumbledore.

Nos explicó que el señor Filch ha ampliado el número de objetos prohibidos en el interior del castillo y que podremos comprobarlos más tarde. Además, recordó que el bosque de los terrenos está restringido a los estudiantes, y Hogsmeade a todos los que estén por debajo de tercer año.

Pero los murmullos de todos comenzaron cuando anunció que la Copa de Quidditch entre casas no se celebraría.

— "Este castillo no sólo será su hogar este año, sino también el de algunos invitados muy especiales", — mientras Dumbledore continuaba, el señor Filch, el conserje, corría hacia el profesor Dumbledore. — "Veréis, Hogwarts ha sido elegido..."

Fue cortado por el señor Filch, quien ya había llegado a Dumbledore. Murmuró algo al profesor mientras éste le respondía en tono monótono que nadie podía entender. Al darme la vuelta, vi que Harry estaba allí con sus dos amigos. Sus ojos se encontraron con los míos y le saludé mientras él respondía con una sonrisa genuina.

Me gustaría poder hablar pronto con él.

—"Así pues, Hogwarts ha sido elegido para albergar un evento legendario: El Torneo de los Tres Magos", — continuó Dumbledore mientras el señor Filch volvía a correr hacia las enormes puertas. Mis ojos se dirigieron de nuevo hacia el profesor. Todo el mundo empezó a hablar con la boca mientras Dumbledore explicaba. — "Para los que no lo sepan, el Torneo de los Tres Magos reúne a tres colegios para una serie de concursos de magia. De cada colegio se selecciona un solo alumno para competir".

— "¡Guau!"  —La palabra salió de mi boca mientras Draco me daba una patada en la pierna diciendo —  " Calla". — No me giré hacia él sino que escuché el resto.

— " Bien, que quede claro", — hizo una pausa. —"Si eres elegida, te quedas sola. Y créeme cuando te digo que estos concursos no son para los pusilánimes"

— "Como tú" — me burlé, girándome hacia Draco, que apretó los dientes.

— "No soy pusilánime", — gruñó, haciéndome reír. El resto de las palabras de Dumbledore no fueron claras.

— "Sí, lo eres", — disfrutaba poniéndole de los nervios ya que no puede defenderse. Sabía que si la tía Narcissa se enteraba, seguramente lo regañarían. Le saqué la lengua, viéndolo apretar el puño bajo la mesa. — "Sólo estoy bromeando Mal..."

Fui interrumpida ya que las puertas se abrieron revelando hermosas chicas con el mismo atuendo azul mientras escuchaba débilmente la voz de Dumbledore.

— "--- las encantadoras damas de la Academia de Magia Beauxbatons y su directora, Madame Maxime,"

Las chicas acapararon la atención de todos los chicos de la sala mientras que la mía fue captada por la figura de la directora.

—"No es de extrañar que se llame Maxime",  —le dije a Draco, señalando con la cabeza a la mujer que caminaba detrás de las chicas. Draco la miró y luego volteó hacia mí.

—"¿Qué me dijiste?" — Volvió a arrastrar la discusión que habíamos tenido antes.

 —"Sólo estaba bromeando, Draco", — puse los ojos en blanco. — "Por qué te lo tomas tan en serio si no eres un pusilánime".

— "Realmente me estás poniendo de los nervios, Janelle"

— "Disfruto con eso, Draco", — sonreí mirando de nuevo al podio donde estaba Dumbledore, levantando la mano en el aire.

— "Y ahora nuestros amigos del norte. Por favor, saluden a los orgullosos hijos de Durmstrang y a su director, Igor Karkaroff", — mientras Dumbledore hablaba, los chicos guapos hacían una gran actuación.

Al final, el director se acercó a Dumbledore y lo abrazó como si se vieran después de mucho tiempo.

A continuación, Dumbledore continuó su discurso presentándonos al jefe del Departamento de la Corporación Mágica Internacional, el señor Bartemius Crouch y también a un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, Alastor Moody. Una vez terminada la cena, todos se dirigieron a sus dormitorios.

Pansy comenzó a hacerse amiga mía, actuando amablemente ya que sabe que no tengo nada con Draco como ella pensaba. Probablemente, esto podría ayudarla a conquistar a Draco. Mientras iba con Pansy, mis ojos captaron al Trío de oro . Le dije a Pansy que me reuniera con ella en el dormitorio antes de correr rápidamente hacia Harry.

— "Hola, Harry", — dije deteniéndome cerca de ellos, sin apenas respirar. Los tres se giraron esbozando una enorme sonrisa. Hermione fue la primera en abrazarme con fuerza diciendo que me echaba de menos, luego Harry. Ron no lo hizo ya que no tenía mucha relación con él como Harry y Hermione.

— " Joder, ¿has corrido?" — Soltó Ron, al verme aún jadeante. Sólo le asentí con la cabeza antes de dirigirme a Harry.

— "Harry, quiero hablar contigo, a solas", — dije, enfatizando la última palabra, lo que hizo que se confundieran. Harry miró a Hermione y a Ron con cara de desconcierto y se volvió hacia mí. Asintió y se alejó conmigo hasta que llegamos a un pasillo vacío con luz tenue.

— "¿Está todo bien, Janelle?" — preguntó Harry con curiosidad.

— "Sí, sólo quiero saber algo" — suspiré cuestionándome mentalmente cómo explicarle lo que quería saber. Sus ojos esperaban que hablara. " — En realidad, has visto a Tom Riddle, ¿verdad?"

— "¿Qué?" — Harry jadeó, haciéndome tragar saliva. La confusión estaba velada en su rostro. — "Sí, pero ¿por qué lo preguntas así?".

— "Quiero saber cómo es, me refiero a la apariencia", — sus cejas se fruncieron hacia mí, con suspicacia. — "Por favor, sé que esto es raro. Pero siento no poder decirle la razón. Te lo diré cuando llegue el momento. Por ahora, por favor, ayúdame"

Le supliqué, tratando de persuadirle para que me explicara todos los detalles sobre Tom Riddle. Harry respiró profundamente y habló.

—"Es un chico alto y delgado. Tenía el pelo negro azabache como tú. Sus ojos eran marrón oscuro y tenía la piel pálida..."

—"¿Era prefecto? ¿De Slytherin?"

—"S-sí", — tartamudeó Harry. —"¿Cómo lo sabes? Nunca te he hablado de él salvo su nombre, Janelle"

— "Entonces es él", —murmuré. Me apoyé en la pared, suspirando y dejándome caer mientras mis rodillas se abrazaban a mí.

No era nadie más, sino él. El Señor Oscuro: Voldermort.

¿Por qué está ahí en mis sueños y por qué salgo con él? ¿Significa eso que el chico del que me he enamorado es una persona mala e inexistente?

—"¿Estás bien?" — Harry se agachó, apoyando su mano en mis hombros derechos con preocupación. Sólo asentí con la cabeza.

—"Por favor, no se lo digas a nadie, ni a Hermione, ni a Ron, especialmente a Draco"

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