El Ángel del Señor Oscuro || Tom Riddle.

22.

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Pasado

—"Janelle" —oí a Lestrange casi llamándome por mi nombre mientras me dirigía a la siguiente clase, Pociones. Me detuve y me giré para ver que mi hermano ya estaba jadeando después de correr. —"¡Janelle, espera!"

Su respiración era más rápida, y una vez que llegó a mí, se agachó sujetando la parte superior de mi brazo para recuperar el aliento. Mientras tanto, yo estaba confundida sobre qué era eso tan importante que tenía que decirme para venir detrás de mí corriendo.

Tras unos segundos, enderezó su postura para hablar.

—"¿Has recibido una carta de nuestra madre?"

Negué con la cabeza "no" mientras la curiosidad se apoderaba de mi rostro.

—"¿Algún problema, Lestrange?"

—"Sí, he recibido una" —Empezó a mostrarme un trozo de pergamino. —"Han concertado un matrimonio"

Mi ánimo se aligeró al ver que por fin mi hermano puede relacionarse con una chica al fin. Siempre estuvo en contra de los matrimonios y los compromisos. Pero ahora mamá y papá ya se han dado cuenta de lo importante que es para él.

—"Vaya— me alegré rodeándolo con mis brazos mientras reaccionaba confundido. —"Estoy muy feliz, felicidades, Lestrange"

Me separé de él, haciendo que una sonrisa sincera se dibujara en mi rostro. No tengo palabras para expresar lo realmente feliz que soy.

—"Janelle, no es para mí, sino para ti" —soltó, dejándome sin palabras. La sonrisa en mi cara se desvaneció en un segundo. Mis ojos se abrieron de par en par, sentí que los latidos de mi corazón se detuvieron por un momento.

—"¿Q-para m-mi-?"— tartamudeé sin poder creerlo. ¿Por qué lo hacen por mí? Me tambaleé sin saber cómo responder a esto.

—"Sí" —suspiró apoyando su mano en mi hombro. —"Lo siento, pero esto va a ser peor"

—"Por supuesto, sí"— admití, recordando cómo reaccionaría Tom ante esto. Nunca quise a nadie más que a él. Mis sueños eran sólo pasar el resto de mi vida con él, no con nadie a quien nunca haya visto o hablado.

—"Lo han arreglado con Abraxas" —Me explicó, dejándome boquiabierta. ¿Abraxas? ¿Él de todos? Nunca me gustaron los Malfoys desde el principio por su insana pureza de sangre. Y ahora, lo sé con certeza, el matrimonio también fue planteado en base a ese insano pensamiento.

—"No, nunca estaré de acuerdo con esto" —Mi voz tensa comenzó a hablar.— "Quiero decir, ya sabes, amo a una persona"

Si el hombre fuera otro, podría hacer algo. Explicar o lo que sea, tratar de hacerle entender. Pero es Malfoy. Conseguirán lo que quieran de mejor o peor manera. Era natural en sus familias.

—"Encontraremos la manera de..."

—"¿Cómo Lestrange?" —Corté sintiendo que las lágrimas ya se habían formado en mis ojos. —"Yo... quiero decir ya los conoces"— Mi palma se movió sobre mi frente sintiendo que me voy a desmayar. Estiré la mano en el aire, explicando. —"No podemos hacer nada, quiero decir que nunca jamás estarán de acuerdo si les digo que no"