El Ángel del Señor Oscuro || Tom Riddle.

26.

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Janelle,

Espero que te hayas puesto bien, cuando estés leyendo la carta. El profesor Binns me informó de tu visita y creo que ahora eres consciente de quién eres realmente. Nunca pensé que se revelaría tan pronto.

Pero quería que supieras que, para luchar contra Voldermort, Harry necesita tu ayuda más que la de nadie. Porque fuiste la persona más cercana que tuvo Tom Riddle. Espero conocerte cuando llegues a Hogwarts en tu quinto año.

Además, he enviado algo que fue regalado a Janelle Lestrange hace años, por Fawkes. Él fue quien te reconoció al principio. Ambos tienen la misma habilidad de curar, que él usó lágrimas y tú, tu corazón puro. Por eso te lo regaló.

Creo que ahora te pertenece, ya que no pudiste usarla antes de que te mataran.

Sinceramente,

Albus Dumbledore

Guardé la carta y saqué la pequeña bolsa que había en el sobre. La abrí, revelando un líquido cristalino de una botella más larga que mi dedo meñique. No tardé mucho en darme cuenta de que se trataba de lágrimas de Fawkes.

Me quedé mirando la pequeña botella durante unos segundos antes de que mis pensamientos empezaran a bailar en mi mente de muchas maneras diferentes.

Lo primero que quiero saber es qué pasó con el diario. Al final del segundo año, pude recordar que Harry me dijo, el diario, que los recuerdos de dieciséis años de Tom habían sido destruidos. Pero qué pasó con el diario después de eso. Entonces tengo que descubrirlo primero.

¿Qué otros Horrocruxes había hecho Tom? ¿Cuántos? ¿Cómo puedo saber eso? Es muy complicado. Si lo necesito para revertir el Horrocrux, debo encontrar el diario y otros Horrocruxes también. Ahora, ¿qué aspecto tiene Tom? ¿Un viejo abuelo o un demonio?

Una idea repentina apareció en mi cabeza que me hizo salir de mi habitación hacia la de Draco. Me quedé junto a la puerta, pensando en cómo debía preguntar eso.

Puedes hacerlo Janelle

Inspirando fuertemente, llamé a la puerta dos veces. Al tercer golpe, Draco abrió la puerta. Me miró incrédulo, ya que rara vez iba a su habitación. Me aclaré la garganta y hablé.

—"En realidad, ehm... necesito un favor"— le expliqué, sus cejas se fruncieron ante mí. Me acerqué a él y hablé en voz baja. —"Quiero ver la habitación de Abraxas Malfoy"

—"¿Qué?"— Sus cejas se alzaron.— "¿Qué pasa con su habitación?"

—"Averiguar algo importante en esa época" —Me encogí de hombros y retrocedí al ver que salía de la habitación. Hizo un gesto con el dedo a lo largo del pasillo antes de caminar.

—"Tengo curiosidad por saber qué es eso"—comentó Draco mientras caminábamos por el oscuro pasillo.

—"Lo mismo digo" —respondí mientras se detenía en el camino. Mis cejas se fruncieron y se formaron líneas en mi frente. —"¿Por qué?"

—"¿No sabes lo que vas a buscar?" —Se preguntó mirándome.

—"No, no lo sé",— respondí despreocupada. —"Pensé que habría algo importante sobre mí, ya que era..."