El Ángel del Señor Oscuro || Tom Riddle.

15.

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—"¿Le importaría responder a este papel Srta. Black?" —Snape dejó un papel con preguntas sobre mi escritorio en cuanto los alumnos se fueron por completo de la clase. Levanté la vista hacia él, casi confundida.— "Necesito saber hasta qué punto se ha concentrado en mi asignatura"

—"Pero, señor tengo clase de transfiguración para..."

—"Puedo informar a la profesora Mcgonagall-" —Hizo una pausa atravesando mis ojos de los suyos. —"Incluyendo cómo te has distraído en mi clase a menudo"

Tragué aire espeso escuchando cada una de sus palabras. Era una maravilla por qué no me dejaba ir, ya que siempre estaba favoreciendo a los Slytherins. Entonces todo se aclaró. No nos quitó ningún punto de nuestra casa pero nos puso un castigo. Si se trata de un alumno de cualquier otra casa, estoy seguro de que Snape no duda en quitarle los puntos.

—"Yo haré el trabajo, señor", —respondí, desviando mis ojos de él al papel. Oí cómo sus pies abandonaban mi escritorio mientras leía detenidamente todas y cada una de las preguntas del trabajo.

¿Para qué sirve la poción de acónito?

¿De qué color se supone que es la solución reductora?

¿Qué se obtiene si se añade raíz de asfódelo en polvo a una infusión de ajenjo?

¿Qué es el Veritaserum?

¿De qué color es el Veritaserum?

¿Cuántas gotas se necesitan para que haga efecto?

Seguí leyendo el resto de las preguntas mientras daba algunas miradas a Snape. Me preguntaba, ya que no ha incluido ninguna de las últimas lecciones que ha impartido este año, sino algunas del pasado y algunas de las que va a aprender el año que viene. Supuse que lo que quiere es que me equivoque en una respuesta, para poder darme un castigo. Sentí que casi quería vengarse porque me distraía de sus lecciones mientras él enseñaba.

Pero lo que él no sabía era que soy buena en pociones. Sonreí mentalmente sobre cuál sería su reacción cuando le respondiera perfectamente. Esta vez, realmente agradecí a mis sueños por haberme dado buenos conocimientos en las materias hasta el séptimo año.

Escribí rápidamente las respuestas con una breve explicación para hacerle saber que estoy al tanto de lo que enseñaba, aunque en realidad no lo sé. Sólo tardé treinta minutos en contestar todo el trabajo.

—"He terminado, profesor", —afirmé, haciendo que me mirara desde el libro que estaba leyendo. Antes de que me levantara, comenzó a acercarse a mí. Me miró y luego tomó mi papel para leerlo. Comenzó a leer el papel mientras yo observaba qué tipo de reacción me daría su cara.

Sus cejas se fruncen y luego se ensanchan. Me miró y luego volvió a mirar el papel.

—"Puede retirarse, señorita Black" —dijo Snape caminando hacia su mesa y sentándose. Sus cejas se fruncieron como si estuviera tratando de aclarar algo en su cabeza. Desde el primer año me preguntaba por qué Snape no podía ser tan amable con los alumnos como otros profesores. Siempre era muy duro con los alumnos. Dejé de pensar por qué se comportaba así, ya que al fin y al cabo no era asunto mío, antes de recoger mis libros. Salí rápidamente del aula sin decir nada y me dirigí al pasillo.

Mientras caminaba, me encontré con un trío familiar que iba y venía por el pasillo vacío. Cuando mis pasos contra el suelo de piedra hicieron ruido, sus cabezas se dirigieron en mi dirección, como si me estuvieran esperando.

—"Janelle" —exclamó Hermione, llegando hasta mí.— "¿Estás bien?"

Mis cejas se fruncieron al ver su inusual acción. Mis ojos se dirigieron a Harry y Ron detrás de ella. Cuando me encontré con sus ojos, los recuerdos de aquella noche inundaron mi cabeza. Miré a Hermione que esperaba mi respuesta con una mirada de preocupación.

—"S-sí, estoy bien" —respondí enérgicamente, sonriendo para no hacerles saber que sí sospechaba de su aspecto, pero sin olvidarme de interrogarlos. —"¿Me estabais esperando?"

—"En realidad, sí" —replicó Ron, haciendo que Hermione le lanzara una mirada fulminante.

—"Sé amable, Ronald" —le siseó Hermione y luego me miró a mí. —"En realidad, sé lo que pasó en..."

—"La noche del Baile de Yule" —completé su frase pillando el punto por el que estos tres me estaban esperando. Por supuesto, para saber cuál es mi conexión con Tom Riddle.

—"Sí, Tom Riddle" —añadió Ron mientras ahora tanto Harry como Hermione lo miraban con odio.— "Maldita sea, ¿por qué me miráis así? Se supone que es ella, no yo"

—"Es complicado", —respondí, haciendo que su atención recayera en mí. —"Lo siento, pero no se me permite hablar de ello"

—"¿Permitido? ¿Permitido o no te gusta?" —Ron levantó la ceja haciéndome suspirar. Este chico está hablando demasiado.

—"Ron" —Tanto Harry como Hermione lo llamaron al unísono haciendo que dejara de decir una palabra más.

—"¿Por qué no se te permite?" —Harry se puso a mi lado. —"Es decir, preguntaste por él y ahora no te lo permiten. ¿Cuál es la conexión que tienes con él?"

—"En realidad, es algo personal", —respondí despreocupada. —"El profesor Dumbledore me insistió en que no hablara de ello con nadie. Si no lo hizo, realmente me gustaría compartirlo con ustedes para encontrar respuestas a mis problemas"

—"¿Problemas? ¿Respuestas?"— Las cejas de Hermione se fruncieron mirándome.

—"Sí, tengo algunas dudas con respecto a ese problema. Pero aun así Dumbledore no me ha dado ninguna respuesta y me muero por saberlas pronto"— Afirmé tratando de alejarme pasando de Ron.

—"Pero ya sabes, puedes confiar en nosotros"— afirmó Hermione, haciéndome parar en seco. —"Realmente nos gustaría ayudarte"

Pensé en su oferta. ¿Y si realmente puede ayudar? Hermione es una chica genial en nuestra clase. Me giré para mirarla.

—"Muy bien, ¿qué escucharon ustedes dos, en esa noche?" —Miré tanto a Ron como a Harry esperando una respuesta. Porque, la respuesta dependerá de cuánto voy a revelar mi historia.

—"Oímos que decías que amabas a Tom Riddle" —Ron puso los ojos en blanco mientras la respiración se agitaba en mi garganta. Lo han oído, lo han oído de verdad. —"Eso es todo, luego empezaste a sollozar"

—"¿Es cierto?" —Preguntó Harry nervioso, frotándose la nuca. —"Quiero decir que nunca lo has visto, pero..."

—"Tengo sueños",— comenté, cortándolo.— "Pero creo que no debería contarlo, creo que puedo resolverlo por mi cuenta"

—"Pero..." —Antes de que Harry pudiera continuar, me di la vuelta alejándome de ellos. Realmente no puedo contarlo. ¿Y si esto se convierte en otra cosa complicada? Debería tratar de encontrar una respuesta sola. A fin de cuentas, soy yo quien tiene sueños. Confío en Dumbledore. Si es por el tiempo, que sea así.

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