—Vale,no estés nervioso —le dijo Alvén con un tono burlón.
Aquello lo hacía sentir incluso peor.El hombre le había advertido que estos seres no eran humanos, que la magia dela Naturaleza permitía que se materializaran allí, pero que no eran fáciles detratar. Sobre todo, el alfa.
—Eso no ayuda en este momento —lerespondió al pelirrojo.
Habían transcurrido tres días en losque se comunicó con su amigo mediante Caín. El mismo vampiro había venido aldía siguiente con otros tres diciendo que habían convencido a su príncipe.
Y así es como pudieron obtener un pocode paz. Klep, Ruth y Jonas no eran muy ruidosos. Todos en la comunidad estabanen un principio aterrados, pero luego de que Caín se encargara de suintegración, todos eran amables. Sirvió un poco el hecho de que no se contaranpor esos días, muchas historias de vampiros y hombres lobos.
Aun así, manejaba todo con extremadiscreción, para no preocupar a nadie más.
La seguridad mejoró. Ahora todos losMackenzie descansaban. Durante el día podían estar patrullando bajo ladirección de Mathias, quien junto con Clark y a Estefano, habían hecho que suschicos fuesen unos militares salidos de la milicia.
El vampiro de la corte, como él mismose decía, les empezó a crear un puente de comunicación nocturna con los Trumpen el centro del distrito, medio que no podía ser hackeado.
Suspiró. Estaba allí porque él hizo elplan junto con Key, esperaba que estos seres entendieran.
—Vamos —dijo Alvén abriendo las dospuertas.
Eso fue otra de las cosas que losorprendió. Aquel lugar era una utopía. Todo estaba lleno de color, muy frondosoy bien cuidado. Parecía una pintura. Todo perfectamente medido y con detallesbien hechos.
Tuvo que tragar seco cuando entraron alo que su amigo llamó "el santuario norte" aquel lugar era hermoso encomparación a la tierra árida y seca que tenían ellos. Allí vio frutas y verdurasde todos los colores, animales de gran tamaño que compartían con los brujos dellugar. Mientras que ellos mejoraron solo un poco por la ayuda de Verónica.
—Buenas tardes —dijo el hombrehaciendo una pequeña inclinación de cabeza que todos respondieron igual.
—Vaya, trajiste visitas —dijo unhombre pálido que supo de inmediato, era el jefe de Caín. Aunque por ladescripción del hombre esperaba a un dios del olimpo, la belleza que imaginabaera mucho más, te hizo ver de más a un hombre, así que no te quejes pensóriendo.
Miró a un lado y un hombre de más de tresmetros se sentaba en el suelo de piernas cruzadas con una mirada tranquila. Sinduda es el jefe de los gigantes pensó rápidamente. Si ellos son esosdos, entonces el alfa...
Sus pensamientos fueron cortados pordos pares de ojos que lo miraban con intensidad. Los azules, creía que encualquier momento le abrirían su cabeza, mientras que los verdes lo miraban conuna curiosidad y ternura que casi lo derrite.
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Colonizadores: Retrospección
Science Fiction2da parte de la Trilogía de Colonizadores. NO leer si no ha visto Introspección. El pasado puede ser una confluencia de hechos que desataron, en su momento todo lo que es, hoy en día, la vida y sociedad tal como la conocemos. Ir atrás para observar...