Capítulo 23

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El viaje se le hizo más corto de lo esperado, sentado al lado de Bill se pasó todo el vuelo preguntándole cosas de su pasado, pero el artístico. Sonrió al escuchar la felicidad con la que le contaba como grabó su primera maqueta con apenas 17 años y que enseguida ocupó el número uno en las listas nacionales. Poco a poco fue adquiriendo fama y para los 18 ya tenía su primer disco grabado.

Y la cosa no terminaba allí. Era llamado para asistir a programas, inauguraciones y fiestas, lo normal para alguien de su edad.

—En una de ellas fue donde perdí mi virginidad—explicó Bill sin ningún tipo de tapujo.

Tom se revolvió incómodo en su asiento, no le hacía falta saber ese tipo de información. Pero o Bill no se daba cuenta o le daba igual, y siguió hablándole del tema solo para incordiar.

—Era un chico más mayor que yo, y aunque tenía clara mi sexualidad estaba algo asustado—siguió explicando Bill—Pero fue muy bueno conmigo, a pesar de hacerlo en los lavabos supo hacer todo lo necesario para que no sufriera algún daño y quedamos los dos muy satisfechos con el resultado.

—Ya...—murmuró Tom carraspeando.

— ¿Cómo fue tu primera vez?—preguntó Bill de repente.

Sonrió con malicia al verle pegar un bote en el asiento y girarse para mirarle fijamente.

—Eso no viene al caso—contestó Tom negando con la cabeza.

—Vamos, yo te he contado como fue la mía—suplicó Bill haciendo un falso puchero.

—Por que te ha dado la gana—dijo Tom riendo con ironía.

—Vamos Tom, no seas tan remilgado—murmuró Bill levantando una mano—Nos hemos acostado juntos dos veces, gozamos de la intimidad necesaria para hablar de cualquier tema.

Tom se le quedó mirando y no tuvo más remedio que acceder resoplando. Además, sabía que Bill no pararía hasta salirse con la suya, como siempre hacía...

—Fue con 15 años recién cumplidos—empezó a decir de nuevo resoplando.

— ¿Tan temprano?—preguntó Bill abriendo los ojos como platos.

—Y fue con una chica—añadió Tom para su sorpresa—Me acosté con una compañera de clase y la cosa no fue muy bien...luego repetí dos noches después con un compañero esa vez y fue mucho mejor.

—Yo jamás lo he hecho con una chica—explicó Bill mordiéndose el labio inferior.

—Créeme, no te pierdes nada—dijo Tom suspirando.

— ¿Disfrutaste conmigo?—preguntó Bill antes de poder arrepentirse.

Tom se le quedó mirando al tiempo que negaba con la cabeza, lo que descolocó a Bill.

— ¿No?—repitió en un susurro.

—No...no es eso—se apresuró a explicar Tom—Digo que...que no quiero hablar de eso.

—Por favor, yo...quiero saberlo—suplicó Bill mirándole fijamente.

¿Cómo seguir negándose con esos ojos castaños clavados fijamente en sus labios, esperando escuchar atentamente cada palabra que saliera por ellos? Suspiró resignado y asintió esa vez con la cabeza.

—Yo también disfruté mucho contigo—dijo Bill asintiendo él también con la cabeza.

No pudo evitar sonreír ampliamente, gozaba de fama de buen galán y con Bill había estado a la altura. Claro que no lo pensaba repetir, sus vidas eran muy distintas y cuando consiguiera atrapar al loco que iba tras él sus caminos se separarían definitivamente. Él regresaría a su trabajo de policía y Bill a sus viajes de un lado a otro del planeta dando lo mejor de sí en los escenarios.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora