Capítulo VIII.

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Han pasado unos días, pronto Atem anunciará nuestro compromiso oficial. Las personas más importantes asistirán al evento. Comienzo a pensar que es una mala idea.


Yo no pertenezco aquí, no en este tiempo.


Nunca eh pisado un pie fuera del palacio desde que llegue. Aun no entiendo porque mi primer día aquí, Atem me abrazó y me dijo al oído esas cosas, esas palabras resuenan en mi oído, ni siquiera sé cómo es que me conoce.


Teniendo esas dudas no llegaré a nada bueno.


Me duele la cabeza, pero aun así iré en donde se encuentre Atem, quiero salir de estas cuatros paredes llamadas, murallas.


Voy lentamente por el pasillo que lleva a al salón principal, encuentro a Kill a quien le pido me anuncie. Valla, la primera vez y ultima que no fui anunciada, me regañaron.


Sonrió ante el recuerdo.


Atem se encuentra en su trono, esta platicando con una persona que nunca había visto antes, está cubierta, no logro identificar si es hombre o mujer, pero al notar mi presencia se retira, dejándonos solos a Atem y a mí.


-Disculpa si interrumpo-digo mirando por la puerta donde desapareció la persona.


-No es nada importante en realidad-dice tratando de no darle mucha importancia -dime, ¿qué pasa?- dice curioso.


-Quería ver si puedo ir al pueblo, ya sabes... no salgo de los muros del palacio desde que llegue aquí-digo sin preocupación.


Atem hace una mueca, luego me mira y sonríe.


-Con una condición-dice parándose de su trono y poniéndose frente a mí.

Maldito.


Sabe que yo sé a qué se refiere. Lo miro incrédula.


-¿Cual?-pregunto mirándolo a los ojos.


-Que te acompañe alguien-dice divertido.


-¿Quien?-pregunto curiosa.


-¿A quién quieres?-hace una pausa -¿qué tal yo?-dice jugando y a la vez riendo ligeramente.


-Ni creas que aceptaré que vengas conmigo, no creo que sea de lo más normal que el Faraón camine por las calles del Pueblo-digo algo burlona.


Atem se acerca un poco más para tomarme de la cintura.


-Siempre hay una primera vez-dice casi susurrando.


Alguien toca una de las puertas que dan acceso al salón, y entra a una musa.

EL FARAON ATEM ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora