Capítulo IX.

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Hoy es el día del anunciamiento de la boda.


Estoy lista para entrar al salón principal, pero antes quiero pasar al jardín principal.


-Jill- digo suavemente, ella aparece por la puerta de la habitación-Iré un momento al jardín-ella asiente con la cabeza.


Salgo del cuarto y caminó por el pasillo, al otro extremo esta Kaiba. Sonrió a medias, últimamente me lo encuentro demasiado seguido. Mucho.


-Hola-digo cuando estamos frente a frente.


-Hola, ¿Vas al jardín?-dice mirando a unos metros el gran árbol de manzanas.

Suspiro.


-¿Me acompañas?-digo amable. Tengo que dejarle claro que debe dejar de estarme acosando.


Asiente ligeramente y nos dirigimos al jardín.


Apenas doy media vuelta para poder mirarlo y enfrentarlo directamente. Pero el jardinero camina hacia mí. Lo miro confundida.


-¿Disculpe, desconozco su nombre?-digo cuando está a un lado de Kaiba.

-Soy Sorck-dice serio.


Miro a Kaiba quien me mira de igual forma.


Alzó la vista un poco arriba del hombro de Kaiba y miró a Jill.


Está siendo agarrada por un hombre. Dirijo mi vista a Kaiba pero este me cubre con algo, recibo un golpe fuerte en la cabeza, y pierdo la conciencia.


Abro los ojos poco a poco, dios, me duele todo el cuerpo, más en la cabeza, me palpita horrible. Miro a mí alrededor y divisó a Jill quien está a un parde metros de mi, tirada en el suelo.

-Jill-susurro lo más bajo que puedo-Jill-repito.


Ella no reacciona, miro las cuerdas de mis pies, estoy atada a una silla, en mi pierna tengo un gran moretón. Malditos.


No entiendo que ha pasado. Kaiba, Sorck... el hombre que tenía a Jill era un guardia.


Comienzo a pensar en los detalles antes que me golpearán en la cabeza. Nada. Solo logro recordar eso.

Vuelvo a mirar a Jill, quiero ayudarla.


Comienzo a menear un poco la silla, hasta que caigo al suelo.



Con esfuerzo trato de arrastrarme, no avanzo nada. Dos intentos más solo para avanzar unos centímetros.

-Jill-digo ya a nada de llegar a ella-Jill-vuelvo a llamarla.


Esta se mueve un poco. Está viva.

EL FARAON ATEM ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora