Hoy es el día del anunciamiento de la boda.
Estoy lista para entrar al salón principal, pero antes quiero pasar al jardín principal.
-Jill- digo suavemente, ella aparece por la puerta de la habitación-Iré un momento al jardín-ella asiente con la cabeza.
Salgo del cuarto y caminó por el pasillo, al otro extremo esta Kaiba. Sonrió a medias, últimamente me lo encuentro demasiado seguido. Mucho.
-Hola-digo cuando estamos frente a frente.
-Hola, ¿Vas al jardín?-dice mirando a unos metros el gran árbol de manzanas.
Suspiro.
-¿Me acompañas?-digo amable. Tengo que dejarle claro que debe dejar de estarme acosando.
Asiente ligeramente y nos dirigimos al jardín.
Apenas doy media vuelta para poder mirarlo y enfrentarlo directamente. Pero el jardinero camina hacia mí. Lo miro confundida.
-¿Disculpe, desconozco su nombre?-digo cuando está a un lado de Kaiba.
-Soy Sorck-dice serio.
Miro a Kaiba quien me mira de igual forma.
Alzó la vista un poco arriba del hombro de Kaiba y miró a Jill.
Está siendo agarrada por un hombre. Dirijo mi vista a Kaiba pero este me cubre con algo, recibo un golpe fuerte en la cabeza, y pierdo la conciencia.
Abro los ojos poco a poco, dios, me duele todo el cuerpo, más en la cabeza, me palpita horrible. Miro a mí alrededor y divisó a Jill quien está a un parde metros de mi, tirada en el suelo.
-Jill-susurro lo más bajo que puedo-Jill-repito.
Ella no reacciona, miro las cuerdas de mis pies, estoy atada a una silla, en mi pierna tengo un gran moretón. Malditos.
No entiendo que ha pasado. Kaiba, Sorck... el hombre que tenía a Jill era un guardia.
Comienzo a pensar en los detalles antes que me golpearán en la cabeza. Nada. Solo logro recordar eso.
Vuelvo a mirar a Jill, quiero ayudarla.
Comienzo a menear un poco la silla, hasta que caigo al suelo.
Con esfuerzo trato de arrastrarme, no avanzo nada. Dos intentos más solo para avanzar unos centímetros.
-Jill-digo ya a nada de llegar a ella-Jill-vuelvo a llamarla.
Esta se mueve un poco. Está viva.
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EL FARAON ATEM ©
ФанфикEn el antiguo Egipto, los faraones junto a su Corte tenían en su poder los artículos del milenio, que usaban para mantener la paz en el Reino. Hace 5000 años existió un faraón llamado Atem, respetado por todos y querido. Keket, quien no se imagin...