Capítulo XII.

990 75 5
                                    


De un golpe abro los ojos, mierda, me arden.


Miro a todos lados, completamente rodeada de arena.

He regresado, por fin.


Me paró con dificultad del suelo, esta vez no veo la colina para llegar al pueblo. Estoy en otra parte del desierto. Miro al cielo, está nublado, ¿lloverá?, en Egipto nunca llueve. Y si lo hace, es una vez cada mil años.


Sacudo un poco mi ropa que contenía un poco de arena aun.


Comienzo a caminar sin dirección alguna. La última vez que recuerdo de haber estado aquí, lo último que recuerdo fue el cuerpo de Jill tirado en el suelo. No puedo evitar soltar unas lágrimas que se resbalan por mi mejilla.


Jill.


Veo mis pies descalzos caminar por la arena, me paró y entierro un poco mis dedos en la arena suelta. Es tan sutil, pensar que Jill este muerta.


Bakura y Mana.

Bakura y Mana la mataron.

La rabia invade mis sentidos. Era solo una niña.


Además, si Mana está viva y está aquí, ¿por qué no regrese antes a mi mundo? Apretó mis manos contra mi palma, mis uñas largas hacen que me lastime, y comience a salir un poco de sangre.


Miro mis manos, las miro detalladamente y veo la marca de una de mis manos, el triangulo.


¿Por qué cuando toque la pieza de oro de Atem vi a Mana irse y decir esas cosas?


Mi mano comienza a brillar, exactamente el triangulo brilla. Y lo comprendo todo.

Con la otra mano toco la marca. Al instante deja de brillar.


Desde el comienzo de todo esto, mi lugar, siempre fue estar con él.


Limpio lo poco de sangre que me queda en las manos y continúo mi partida sin rumbo alguno.


Camino Sin Rumbo Alguno.

Logro ver algo de humo a lo lejos, y me dirijo hacia ella, forme avanzó, termino recostada en el suelo, como si fuera un soldado en guerra, pecho tierra.


Me arrastro poco a poco. Diviso a guardias del palacio descansando. Otros dos bebiendo y platicando. ¿Qué están haciendo en medio del desierto?


-Señor-dicen todos al mismo tiempo al ver a un hombre encapuchado acercándose a ellos. El tipo alza la cabeza para verlos. Es Mahad.


-Descansen-dice quitándose la capucha de su cabeza.


-Disculpe señor, pero se especulan rumores de que la joven Mana regreso...-un guardia dice, y hace una pausa, lo miro cautiva-La joven Keket...

EL FARAON ATEM ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora