Capítulo XVII.

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P.O.V. SOKERA.


Me voy de todo lo que me ha ocurrido, dejándolo en el pasado.


He llegado a un pueblo lejos del palacio. Soy una completa desconocida. Por lo cual todos los que me ven me miran con curiosidad, con la capucha puesta, solo deja ver algunas marcas en mis piernas, y en mis muñecas.


-Disculpe, señorita, ¿No tendrá unas monedas?- Alzo la vista y me encuentro con un anciano decrepito frente a mí.


-No, lo siento-digo seria.


Sigo mi camino entre el pueblo, entre las miradas curiosas me encuentro con un guardia. Mierda.

Me cubro más la cara y sigo avanzando.

-¿Quién es usted?-pregunta una voz infantil.

Me giro hacia atrás, lo que provoca que mi capucha se caiga, y deje ver mi cabello blanco y mi cuello con las marcas.

El niño se sorprende.


-No te acerques a esa extraña Pepe-sale de la multitud una señora de la cual se comenzaba a formar a nuestro alrededor.


-No le haré daño-susurro.


-Eres un fenómeno-escucho decir en la multitud.


Miro el suelo, luego al niño. Extiendo mi brazo a él y de mi marca de estrella sale una mariposa blanca. Los espectadores quedan impactados ante ello, el niño se acerca y toca la mariposa que se acerca volando a él. La mariposa se coloca en su mano un rato y desaparece.


Antes de llegar aquí he descubierto algunos poderes y trucos que puedo hacer.


-¿Puedes hacer otra?-dice entusiasmado el niño.


Sonrió.


-No hay que molestar mucho a la señorita-le dice su madre.


La gente comienza a esparcirse.


Cuando el niño se retiraba junto a su madre.


-¡Hey!-digo llamando la atención del pequeño, otra mariposa se coloca en su hombro, pero esta no va a desaparecer- Se quedará contigo siempre-digo haciendo que el niño sonríe de oreja a oreja.


Me recoloco mi capucha y continuo mi búsqueda de Bakura.


Me acerco a unas mujeres que platicaban.


-¿Alguna de ustedes puede decirme si hay algo sobre Bakura por aquí?-pregunto, al escuchar el nombre de Bakura las mujeres se ponen pálidas.


-Se dice que está en este pueblo-dice una de las tres.


EL FARAON ATEM ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora