Atem me mira por última vez llevándose a Mana con él.
-Qué empiece lo bueno-dice Miles poniéndose en guardia.
Miro el cristal con grietas. Con un poco más de luz, sería como una esfera de disco. Mis marcas comienzan a brillar, poco a poco me separó del cristal retomando mi anterior lugar, frente a frente.
El cristal se apaga. Ahora una luz parece formar una esfera que viene hacia mí. La tomo con la mano y hace una nueva marca en mi palma, una estrella junto a la luna.
Deshago mi campo de magnetismo. Miles ríe.
Suspiro.
-Esto acaba ahora-digo provocando que deje de reír.
Me mira incrédula.
Se lanza sobre mí haciendo que ambos chocáramos y saliéramos disparados hacia atrás.
Miles se acerca al cuerpo de Bakura quien está muerto debido al golpe, o eso pensé. Miles coloca su mano en el pecho de Bakura, este se despierta y Miles queda tirado en el suelo.
-Este cuerpo es mejor que el mío-dice Bakura (Miles)-Adiós primita-dice disparándome con un rayo de la pieza del milenio. Salgo resbalándome por el suelo.
La cueva comienza a temblar. Está a punto de derrumbarse.
Aprovecho la pequeña distracción y ataco a Bakura (Miles).
El comienza a reír, le he clavado mi brazo en su estómago.
-¿De qué te ríes?-pregunto incrédula.
-Moriremos los dos aquí-dice riéndose como psicópata, luego tose sangre.
Suspiro y siento un dolor en las costillas. Miro y una navaja está atravesándome.
Bakura (Miles) sigue riendo hasta que le doy con un rayo en el pecho y muere definitivamente.
Miro por donde entre, cojeando como puedo llego a la habitación donde está el cuerpo de Jill. Hay un agujero en el techo, Nose como paso pero ilumina todo el lugar.
-Jill...-logro decir- Se acabó-le digo al cadáver frio.
Me tiro al suelo viendo la luz.
Suspiro.
Una sombra se atraviesa en la luz. Coloco mi brazo sobre mi frente para ver quién era.
-¿Te rindes tan fácilmente Sokera?-Tom.
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EL FARAON ATEM ©
ФанфикEn el antiguo Egipto, los faraones junto a su Corte tenían en su poder los artículos del milenio, que usaban para mantener la paz en el Reino. Hace 5000 años existió un faraón llamado Atem, respetado por todos y querido. Keket, quien no se imagin...