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—Hansol, siento llamarte a tu casa, pero no estaré en la oficina esta semana. —Mingyu caminó hacia el comedor mientras hablaba con uno de sus socios del bufete—. Algo ha surgido.

—Mingyu, sé que has pasado por tiempos difíciles desde la muerte de Minghao, pero las declaraciones en el caso Hargrave son esta semana.

La irritada voz de Hansol hizo que Mingyu se estremeciera. Había olvidado todo sobre el caso.

—Está bien, estaré allí para eso el martes. —Debería ser claro. La investigación sobre Ilhoon probablemente iba a moverse rápidamente—. Hay otras cosas que deberías saber. Algunas, que tal vez no sean muy favorables para el bufete.

—¿Qué pasa? —la irritada voz de Hansol fue sustituida, rápidamente, por preocupación.

—Tal vez deberíamos hablar en persona.

—¿Quieres que nos encontremos para tomar un café en la oficina?

—¿Por qué no vienes aquí? —Mingyu no quería dejar a Wonwoo solo. Esa era la razón principal para ausentarse del bufete.

—Está bien, ¿A qué hora?

—Ahora estaría bien. Hay alguien que quiero que conozcas, de todos modos. —Mingyu confiaba en Hansol. Se conocían desde la Facultad de Derecho y Hansol lo sabía todo sobre él.

—¿Alguien? —dijo Hansol con una nota de diversión en su voz.

—Sí, alguien —Mingyu se dio vuelta para encontrarse con la pálida mirada de Wonwoo—. Tengo que dejarte. Te veré en unos minutos, ¿de acuerdo?

—Por supuesto.

Mingyu colgó el teléfono, antes que Hansol pudiera decir algo más.

Caminó hacia Wonwoo. Su pálido rostro era preocupante.

—¿Te sientes bien? No parece que lo estés.

—Estoy bien, Amo. —El leve temblor en su voz no era muy convincente.

—¿Tienes hambre? No comiste nada anoche.

Wonwoo había estado tan agotado que había dormido seguido sin despertar desde el día anterior. Y después de hacer el amor por la mañana, se volvió a dormir. Debería parecer descansado.

—No, Amo.

—¿Por qué no te acuestas un rato? Uno de mis socios vendrá en unos minutos.

—Sí, Amo.

Mingyu observó cómo Wonwoo casi tropezaba al ir de camino al dormitorio. Algo no estaba bien con él, pero Mingyu no tenía tiempo para averiguarlo ahora. Hansol vivía a sólo unas millas de distancia. No le tomaría mucho tiempo llegar. Hablaría con Wonwoo más tarde.

·       ⋆   ✵

Mingyu terminaba el café cuando escuchó sonar el timbre de la puerta. Hansol debía de haber salido de su casa apenas colgó el teléfono. Mingyu temía que desde luego, su secreto causara algunos problemas en el bufete. Echando un vistazo a la puerta cerrada del dormitorio, se movió, para dejar entrar a su amigo.

—Gracias por venir —dijo Mingyu mientras le daba la mano a Hansol.

—Bien, quedé intrigado. Más por tu nuevo amigo, que por el bufete.

—Ambas cosas están relacionadas. —Mingyu cerró la puerta antes de hacer una seña a Hansol para que lo siguiera a la cocina—. ¿Café?

—Claro —dijo mientras tomaba asiento en la mesa—. Entonces, ¿dónde está tu amigo?

Solo Un Me, 30 días - Meanie - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora