- Sabes que no podemos hacer esto, Taehyung - pronuncio asustado el pequeño pelirubio quien seguía apresuradamente la figura de su señor pero a quien no le gustaba que lo llamara de esa forma - Nos pueden descubrir y -silencio calumbrido en la oscuridad de la noche -No quiero ni imaginar que nos puede llegar a pasar y peor a mi persona -dijo mostrando en todo momento su tono preocupado y temeroso -Debemos regresar, joven Kim -pero no escuchaba respuesta alguna, ya estaba muriéndose de miedo y entonces le toco la espalda del joven castaño que estaba a pocos pasos de él -Siquiera me escuchas Taehyung, tenemos que regresar - ahora su voz se escucho más seria y demandante, no quería que les pasara nada, en poco tiempo le había agradado más de lo que pensaba el castaño a quien tuvo la oportunidad de conocerlo, se podría decir que se había convertido en su primer amigo, pero eso no quería decir que le gustara todo lo que el castaño quisiera hacer, como en aquel momento, donde no sabía como pero se encontraban en medio de los pasillos del último piso para poder ver mejor la fiesta que se vivía en el pueblo, claro que no con la simple vista, por eso quería ir arriba, Jimin no sabía como se le había escapado decir sin pensar que en la torre del castillo se encontraban los telescopios que se utilizaba a veces para momentos especiales dentro de la familia real y tarde se dio cuenta del error que había cometido, al ver a Taehyung con una enorme sonrisa que solo podía ser otra de sus fabulosas ideas.
-Ya Jimin, no seas tan dramático, no nos vera nadie -dijo seguro Taehyung quien seguía sosteniendo una lampara para seguir el camino que les llevaría al lugar más alto del palacio. Ya había pasado un mes, desde que Jungkook le había pedido cortejo a Taehyung, pero nadie más excepto Jimin, a quien Taehyung le contaba todo lo que pasaba, bueno pasando algunas cosas que le avergonzaban. Dentro de ese tiempo, cada noche que visitaba la habitación de Jungkook, era recibido por una sorpresa, ya sea pequeñas cenas, algunos regalos como joyas, rosas o libros, ah, amaba leer esas pequeñas joyas literarias que conservaba Jungkook en su biblioteca personal, nunca pensó Taehyung que Jungkook guardaría esa clase de libros, donde se hablaba de fantasía, romance, en fin, todo un mundo nuevo por explorar por Taehyung, quien terminaba cada uno en apenas 2 a 3 días de acabar todos ellos y entonces volvía a pedir nuevos a Jungkook para que le entregase, y los acabados los guardaba dentro de un cofre, como su propio tesoro.
Bueno, no es que Jungkook leyera todos esos libros, pero los tenía desde niño así que nunca pensó la idea de tirarlas porque si estaban en esa biblioteca era porque seguro eran importantes para otros miembros de la familia, pero ahora Jungkook sabía que si, en verdad esos libros, eran los regalos que quizás eran más importantes que los tantos que recibía en cada cumpleaños, porque gracias a esos libros, podía conseguir las sonrisas de cierto castaño que hacia, que su corazón vibre de alegría con tan solo contemplarlo, nunca se cansaría de ver aquella radiante y peculiar sonrisa del castaño, quien ahora estaba seguro de tener todo de él.
-Ves que no hubo nada -le dijo con más confianza Taehyung a su compañero al llegar por fin a las ultimas gradas que le llevarian a la azotea del palacio -Bueno y ahora a disfrutar la fiesta -dijo más contento de lo normal, por ver por primera vez una festivida en aquella ciudad de Seúl, las ganas de Taehyung de conocer más sobre las costumbres de esa nueva ciudad era incondicionales, Taehyung amaba las fiestas, en su pueblo siempre iba con su familia y en la más grande como era la festividad de la cosecha salia a bailar con los demás en medio de la plaza, en verdad que amaba aquellos momentos y si hubiera sabido que la última vez que bailo sería la última vez que bailaria lo hubiera disfrutado mejor aún, pero ahora nada se podía hacer, por ello, cuando se entero de la festividad del pueblo sobre la venida de luna nueva, no le falto las ganas para ir, pero al siquiera hablar sobre la idea con Jimin, supo que no podría hacerlo "Nadie del Harem tiene permitido ir a esas fiestas, Taehyung" le dijo bien claro Jimin, pero claro Taehyung si lo hubiera logrado si le hubiese dicho a Jungkook, pero cayo más su tristeza al preguntar en la tarde a Jimin, si ya podía ir donde la recamara de su majestad, cuando el al volver de preguntar simplemente respondió "Lo siento Taehyung, Jungkook salío de la ciudad en la mañana y no regresara hasta mañana por la noche" así que Taehyung se tuvo que reprimir las ganas de sollozar, se había olvidado cuando hace una semana Jungkook le había contado de ese viaje que tenía que hacer en la ciudad vecina por un problema que surgio sobre posibles actos fraudulentos.
Así que bien, toda la tarde la paso triste en su recamara y no tuvo ganas siquiera de cenar y entonces Jimin, al verlo así quiso hablarle para que se fuera ese aura de tristeza, pero se le salio lo del telescopio y entonces ahora estaban en la torre del castillo, con el ambiente frigido por la noche despejada con solo la luna llena resplandeciendo el firmamento y el viento helado soplando y calando hasta sus huesos, mientras Jimin pensaba que siquiera Taehyung le hubiera dado tiempo para que consiguiera abrigos.
-Mira lo hermoso que esta por ahí -dijo feliz Taehyung mientras observaba concentrado a través del telescopio como las personas del reino estaban festejando con grandes fuegos artificiales, en un ambiente alegre donde bailaban su música y donde los pequeños niños jugaban con pequeñas chispas en sus manos, Taehyung estaba alegre de ver aquella felicidad -Quisiera en serio poder estar allí -dijo Taehyung, y Jimin solo podía verlo sonreír y el también hacerlo porque la felicidad que transmitia Taehyung era en verdad contagiosa y entonces el también asomaba su vista a través del otro telescopio cerca de Taehyung y miraba todo lo que se vivía en la ciudad que se encontraba a pocos minutos de caminata.
Paso más de media hora y entonces ya sentían los efectos de salir desabrigados a ese clima frío y emprendieron su regreso, pero entonces paso todo lo contrario a lo que Jimin se imaginaba, el poder regresar contentos al cuarto de Taehyung y entonces él poder ir a la cocina por unas tazas calientes de café, donde entonces se reirían por hacer aquella locura de salir fuera de horarios y tomarlo después como una anécdota y un pequeño secreto entre solo ellos dos. Porque ahora, se encontraban dentro de una celda y Jimin no sabía que era lo mejor que le pudiera pasar porque estaba claro que lo peor recién iniciaba en esa fría noche, donde solo podía oler a humedad y escuchaban a los pequeños roedores andar, mientras esperaban que el soldado quien les capturo venga con las encargadas de sucesos como aquellos y donde Jimin vivió solo una vez, pero había dejado marcado su existencia.
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Se viene un poco de la historia de Jimin
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EL MONARCA kookv
FanfictionEl mundo siempre está lleno de sorpresas que hasta las cosas que son detalladamente planeadas pueden tomar un giro de repente, que puede cambiar el rumbo de la historia hacia otra dirección. Cuando la Reyna madre se da cuenta de ello, no puede hacer...