"El acosador"
MEGAN
¿Qué fue eso?
Me sobresalté al instante sin entender por qué me había paralizado así. Lo vi. Por fin había encontrado a la persona que me ayudó en la subasta, pero no lo conocía. Nunca en mi vida lo había visto antes.
― ¿Megan, estás bien?― preguntó Liana mientras tocaba mi mano.
― Yo... ― no sabía qué decir. Él me había dejado sin aliento. ¡Mierda! ¿Quién es él? Nunca lo había visto antes.
― No lo sé, cariño. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba aquí, detrás de nosotras.
― Liana, ¿estás segura de que fue él quien se hizo pasar por mi novio?
― Sí, Megan, pero lamentablemente no sabemos quién es.― dijo con decepción.
Fue entonces cuando recordé algo.
― La recepcionista.― dije.
Me levanté de un salto para dirigirme al ascensor.
― Megan, espera.
La camarera nos detuvo con una botella de champán en la mano.
― Señorita, ¿qué hago con esto?― preguntó.
Me detuve y me acerqué a ella. Quizás podría saber quién era el hombre que acababa de dejar la zona VIP.
― ¿Quién era él?― pregunté.
La camarera dio un paso hacia atrás.
― Señorita Jones, no estoy autorizada para dar ese tipo de información.― respondió.
Recogí mi bolso y caminé hacia el ascensor, con Liana siguiéndome de cerca. Marqué la primera planta e inmediatamente me dirigí a la recepcionista.
― ¿Quién era el señor que estaba en la zona VIP?― pregunté fríamente.
La recepcionista parecía confundida.
― ¿De qué está hablando, señorita?― preguntó.
― ¡El señor que se acaba de ir! ¿Quién es?― grité.
― Señorita, cálmese.― dijo nerviosa la recepcionista.― Lo siento, pero no puedo dar información sobre los clientes VIP, señorita.
― ¡¿Cómo que no?! ¡Exijo hablar con el gerente, el dueño o lo que sea que tenga este restaurante!― respondí, cada vez más desesperada por saber quién era ese hombre.
La recepcionista parecía cada vez más preocupada.
― Señorita... el... el gerente no se encuentra por el momento y... y... el...
― ¡Carajo!― dije frustrada, y salí del lugar.
Necesitaba saber quién era ese hombre, pero ¿por qué me importaba tanto? Ni siquiera sabía quién era.
― Megan, espera.― gritó Liana desesperadamente detrás de mí.
Seguí caminando sin mirar atrás, hasta que finalmente me senté en una banca cercana al edificio. Pasaron unos minutos y Liana se acercó a mi lado. Saqué mi celular para llamar a Néstor, quien respondió a los pocos segundos.
― Tienes 5 minutos para estar aquí.― dije bruscamente antes de colgar sin darle tiempo a responder.
― ¿Estás bien?― preguntó Liana con preocupación.
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Contrato sin amor
RomanceBien dicen que del odio al amor solo hay un paso, y eso lo encontré con él. Cuando menos pensé en enamorarme, llegó él para cambiar todo y poner mi mundo de cabeza. El mundo de ambos cambiara al conocerse...