26. ★

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ALEXANDER

Por fin había llegado fin de octubre, esta noche era la gala para despedir a Nicholas y anunciar al nuevo vicepresidente.

Las cosas con Nathalie iban de maravilla, había mandado de a redactar un acuerdo de divorcio, pensaba divorciarme de ella para pedirle matrimonio como Dios manda, y darle su soñada boda en la playa, la quería en mi vida de forma permanente sin contratos de por medio, pero eso lo haría después de completar mi venganza.

Lexie entró a trabajar con Johnson, ahora ella, Nathalie y Elizabeth eran inseparables; gracias a todo lo hablado ahora sabemos que ella no tiene idea de nada, sin embargo, a palabras de ella, "papá desconfiaba de su amor, pero yo los veo tan enamorados que le he dejado en claro a el que no tiene nada de que dudar". Nos hacia saber que Mathews siempre estuvo dudoso de todo, era un viejo desconfiado.

Teníamos que ser super cuidadosos, había quemado las copias del contrato que firmamos con Nathalie, y todo lo que diera indicios que mi amor por ella había comenzado de un modo no tan peculiar, de igual manera, había hablado con los chicos para que ninguna palabra acerca de lo sucedido saliera de la boca de ninguno, sabia que ellos no iban a decir nada, pero siempre es mejor prevenir, lo mejor era no dejar pruebas de nada.

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Terminé de alistarme en la habitación de nana, las chicas habían tomado nuestra habitación para arreglarse y me habían sacado corriendo del lugar justo antes de meterme a la ducha con mi esposa, ellas sí que sabían arruinar mis planes.

Me puse un traje negro con una corbata y un pañuelo vinotinto, según las chicas debía combinar con Nathalie, aunque no había visto su vestido, supuse que era de ese color, el día anterior les había dado mi tarjeta y vía libre a que gastaran lo que quisieran, sin embargo, hoy al revisar mi estado de cuenta pude notar que no habían gastado un solo centavo, supuse que Nathalie uso de sus ahorros, amaba esta mujer desinteresada y única, era bella en todos los sentidos.

Me senté en el sofá a tomar una copa de vino mientras estaban listas, podía escuchar sus risas desde allí y sonreí, me sentía feliz de ser quien había mejorado el mundo de Nathalie y no lo decía de forma arrogante, se lo fuerte que es ella, sé que hubiera salido adelante sola, pero me alegro que estuve para ella en el momento justo.

Había subido un poco de peso y eso hacía que se acentuaran sus curvas de forma natural, ya no tenía esas marcadas ojeras, no estaba cansada, ya no tenía que sufrir pensando cómo llegar a fin de mes, simplemente había hecho la mejor elección de mi vida.

Hoy era un día importante, no solo porque posiblemente me darían el puesto de vicepresidencia, sino porque le diría a Nathalie que me había enamorado de ella e iba a hacer que se enamorara de mí, finalizaría el contrato de forma verbal por ahora, pero ya no podía ocultar más lo que siento, le había comprado un hermoso collar con un zafiro que representaba sus hermosos ojos azules para confesarle lo que sentía.

El sonido de unos pasos me hizo mirar hacia la escalera y la sorpresa se vio reflejada en mi rostro, no podía apartar la vista de ella, debí hacer algo sumamente bueno en mi vida pasada para que me recompensaran en esta con una completa diosa, estaba maravillado.

— Mejor te limpias la baba amigo — dijo Lexie y las escuche a las tres reír.

— Estas hermosa, amor — ignoré sus risas y fui directamente a Nathalie, la palabra hermosa le quedaba corta, traía un vestido color vinotinto ceñido a su cuerpo como una sirena, y un hermoso recogido en su cabello, les había sugerido que ella usará vestido largo para que pudiera llevar zapatos bajos, y la elección que habían hecho me dejaba sin palabras, aunque ya estaba mejor de su pie, no quería que se lastimara de nuevo.

Sr. Le RouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora