Pov Ana.
Hay algo diferente con Christian hoy, no sabría decir qué es, pero ha estado actuando raro, se aleja de mí toque, sus padres ya me habían advertido de ello y Mia también, pero es la primera vez que pasa.
También lo he visto y escuchado quejarse en voz baja cuando cree que no lo estoy mirando, me está preocupando, trato no prestar mucha atención y no ser entrometida, pero no me gusta verlo mal y lo está.
─Christian, Amelia hizo….─ digo al entrar a mi habitación, pero lo encuentro profundamente dormido en mi cama─ Chris despierta─ lo muevo suavemente pero no despierta.
Peino su cabello con mis dedos, es muy suave, mis dedos bajan por su cuello hasta la camiseta, mis dedos siguen bajando por esta, pero me detengo cuando siento algo húmedo en ella, en la habitación no hace calor, tocó la frente de Christian y no está sudando. Tomó el borde de su camiseta para levantarla y Christian comenzó a murmurar en sueño.
─Basta, para, por favor, ¡¡para!!─ grita aún boca abajo mientras se retuerce.
─Christian despierta, es solo una pesadilla ¡despierta!─ lo sacudo, de repente sus ojos grises se abren y salta de la cama como un resorte, casi sacándome también de ella.
Él mira a su alrededor asustado, y parece relajarse cuando se da cuenta dónde está y se deja caer en el suelo ocultando su cara entre sus rodillas.
¿Qué fue aquello tan horrible que soñó que lo puso así?
Bajo de la cama con cuidado y me siento a su lado, no parece notarlo, lentamente extiendo mi mano hasta su brazo y se espanta.
─Tranquilo, solo soy yo─ le digo lo más tranquila que puedo y antes que me diera cuenta estoy sobre sus piernas y su cara escondida en mi cuello.
No digo nada, solo rodeó mis brazos en su cuello, mientras él deja salir un suave suspiro, puedo sentir su corazón latir a mil por hora, nos quedamos así un rato sin decir nada, hasta que lo siento más calmado.
─¿Te sientes mejor?─ preguntó en su oído acariciando su cabello, asiente sin sacar la cara de mi cuello─ ¿quieres hablar de tu pesadilla?─ niega y esta vez sí saca la cabeza de mi cuello.
─No te enojes conmigo─ me pide, es casi como una súplica, mientras me mira.
─No lo estoy, y tampoco me enojaría─ le dijo y se relaja un poco─ entiendo que es algo de lo que no te guste hablar, pero sabes que estoy aquí si necesitas hacerlo, ¿verdad?─ le aseguro, a lo que él asiente─ bien, ahora te vas a lavar la cara para bajar a comer pastel de chocolate, y no acepto un no como respuesta─ le digo antes de besarlo─ te espero abajo─ le digo y le doy un casto beso, para levantarme y salir de la habitación.
Los padres de Christian habían dicho que su infancia no fue la mejor, hasta los cuatro años y para mala suerte él recuerda esa parte de su vida, yo no recuerdo mucho de mí cuando tenía esa edad.
─Por fin bajas, ya iba a buscarlos─ me dice Amelia.
─Christian se quedó dormido en mi cama─ le explico─ me costó mucho despertarlo, tiene el sueño de piedra─ digo una pequeña mentira.
─Yah, ¿y va querer pastel?─ pregunta.
─Si por favor─ contesta él entrando, con mejor cara.
Amelia nos sirve un pedazo a cada uno y salimos al jardín a comer, mientras hablamos de cualquier tontería y de los posibles escenarios que esté tramando Kate para mi cumpleño, olvidando por completo lo que pasó en la tarde.
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─Hoy me llamo Kate, la hija de Edward─ me dice mi padre mientras cenamos─ me habló de una idea para tu cumpleaños─ dice.
─¿Así, y cuál es?,no me quiso decir─ preguntó con curiosidad.
─Es una sorpresa─ me dice sonriendo mientras le da un sorbo a su vino.
─¿Dijiste que sí?─ pregunto realmente sorprendida.
─Si─ dice de lo más tranquilo─ te va a gustar hija, ya lo veras…
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─No veo cual es el problema, si tu papá dijo que si, no debe ser tan malo─ me dice Christian, mientras estamos de camino a la escuela─ ya hablo con mis padres para dejarme ir también─ dijo.
─¿En serio?─ asiente─ ¿a donde vamos?─ le pregunto.
─Ah, no, tu padre me advirtió que no te contara nada y Kate también, lo siento pero esta boca está sellada─ me dice, antes de bajarnos del auto.
─Vamos, dime─ me cuelgo de su cuello, mientras le sonrio.
─No arruinaria tu sorpresa─ me dice.
─Me hare la sorprendida, dime por fis─ le pido como niña buena haciéndole ojitos, él cubre mis ojos con su mano.
─No─ dice firme quitando su mano de mi cara y hago un puchero, él sonríe en respuesta y se me ocurre una idea, jalo un poco más su cuello hacia a mi.
─Dime ─ le vuelvo a pedir.
─Ya te dije que…─lo callo besándolo, se sorprende por mi acción y aprovechó su sorpresa para meter mi lengua en su boca saboreandolo, Christian me aprieta más de la cintura para pegarme más a él, al separarnos por falta de aire muerdo su labio inferior
─¿A dónde vamos por mi cumpleaños?─ le preguntó dulcemente.
─A la….
─Pero qué hombre más débil─ dice Kate interrumpiendonos y me tomó de un bazo alejándome de Christian─ y ustedes dos ¿no que solo eran amigos?─ pregunta y nos mira a ambos y ninguno de los dos sabe que responder─ bueno ustedes verán, pero hasta tu cumpleaños estarás alejada de él hasta que estemos en el lugar donde celebraremos tu cumpleaños─ me dice Kate.
─No podrás lograr eso─ le digo segura.
─Aún no me conoces bien Steel, yo cumplo todo lo que me propongo─ dice muy segura de sí misma.
Kate toma a cada uno del brazo, y entramos a la escuela, veamos si es verdad que podrá hacerlo.