Semanas después.
Pov Christian.
Las últimas semanas han sido buenas, un poco ajetreadas ya que mañana empieza el juicio contra Elena.
Mi papá ha hecho que no se mencione mi nombre, lo que agradezco, posiblemente este caso salga a la luz y no quiero que al salir a la calle la gente se me quede mirando con pena o lastima, o algo así.
Nadie de mi familia saca ese tema, solo lo hablo con mi papá para el juicio y con Flynn nada más, prefiero olvidar esa parte vacía y miserable de mi vida como sumiso de Elena, y concentrarme en el ahora en la vida bella y llenas de amor que Ana me está ofreciendo.
Las cosas con Ana van bien, muy bien de hecho, hace cuatro días somos novios oficiales, creí que su padre se iba a oponer, pero no fue el caso, lo que lo hizo todo más fácil.
Las heridas de mi espalda ya han sanado casi por completo, solo me queda una que otra marca, por suerte no tendré más cicatrices.
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Estamos en el juzgado a la espera de que empiece el juicio contra Elena, no puedo evitar estar nervioso por lo que pueda ocurrir, lo único que me tranquiliza un poco es que Ana también está apoyándome en esto, sin ella yo aún estaría bajo la influencia de Elena.
Cuando Elena entra a la sala esposada, y escoltada por un policía mira a toda mi familia con odio y mucho más a Ana, como si quisiera matarla con su mirada, pero mi nena no se deja intimidar por ella, también me mira con esa mirada imponente como en cada sesión, lo que me hace bajar la mirada a mis pies.
─Christian no hagas eso, no le sigas dando poder sobre ti─ me dice Ana al oído, e inmediatamente la miro. Tiene razón, no puedo seguir dejándome manipular por ella, no cuando espero y ruego tener un futuro con Ana y alejarme de toda esa mierda....
Por fin salimos de los tribunales, por supuesto encontraron a Elena culpable y pasará varios años en la cárcel para tranquilidad de todos.
Mi madre preparo una cena para celebrar, "que la pedofila bruja momia", palabras de ella y Ana, se va a pudrir en la cárcel fue un motivo suficiente para brindar en la cena.
También el señor Steele me recordó que debo empezar otra vez en la empresa la próxima semana, y no se imagina como me alegra esta noticia, estoy cansado de estar en casa todo el día sin hacer nada, aunque no es del todo malo, mi hermosa novia siempre viene a acompañarme.
Aun así me alegra que podré volver a trabajar con el señor Steele, considero que esto es mejor que pasar cuatro años en un aula aprendiendo cosas que quizás no voy a necesitar, en cambio con él aprendo cosas que puedo poner en práctica de una vez.
Pov Ana.
─Vamos Ana será divertido, además ya tienes pareja─ me intenta convencer Kate.
─No quiero, ni voy a ir─ le digo mientras sigo comiendo mis papas.
Estamos tomando el receso en la escuela, mi amiga rubia insiste en que vaya al baile de invierno de la escuela, la verdad nunca fui a un baile, con todos los viajes a los que siempre tuve que acompañar a mi padre lo evitaron y ahora que tengo la oportunidad de ir a uno, no me llama la atención en lo más mínimo.
Creí que todos aquí en la escuela empezarían a especular sobre lo que paso con la bruja momia pedofila y él, pero no fue así, en realidad no he escuchado ningún murmullo entre los estudiantes y creanme que no son para nada discretos, Carrick nos había dicho que se encargaría de que todo se haga con la más discreción posible, pero estamos preparados por si algo se escapaba.
─Que aburrida eres─ reniega.
─Ahora de qué hablan ustedes─ dice Christian mientras se sienta a mi lado con nuestras sodas que fue a comprar antes.
─De que tu novia aquí presente no quiere ir al baile de invierno─ se queja.
─¿De verdad no quieres ir?─ me preguntó sorprendido.
─No me llama la atención para nada─ me encojo de hombros.
─Y yo que pensaba poner en práctica las clases que me diste─ me dice mientras pasa su brazo por mi cintura.
─Para eso no es necesario el baile─ le digo coqueta─ puedes enseñarme tus movimientos cuando quieras─ le digo y él sonríe seductoramente.
─¡Ya, vayan a un motel!─ nos dice Kate, y yo solo me encojo de hombros y continuo con mi comida.
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─Ana─ me llama Christian, estamos en su habitación, ya que hoy es noche de citas para sus padres, además doble ya que mi padre por fín se decidió a invitar a Amelia a una cita.
─¿Qué pasa?─ le pregunto apartando la vista de mi cuaderno de dibujo.
─Estaba pensando en, que tal si vamos al baile, más bien le hacemos creer a nuestros padre que sí─ me dice y yo lo miro confundida.
─No te sigo─ le digo, y él me gira para que quede boca arriba, ya que estaba en la posición contraria, para después colocarse entre mis piernas.
─Tu te vistes aún más bellizima que de costumbre ese día, hacemos todo el teatro del que iremos, hasta nos pasamos por allí un rato y después nos vamos a otro lugar─ me dice su ingenioso plan, y esta bueno la verdad.
─¿A qué otro lugar?─ pregunto con curiosidad
─Por eso no te preocupes─ me dice─ ¿aceptas?─ me pregunta mirándome.
─Está bien, hagámoslo─ digo sonriendo y él sonríe encantado.
─Perfecto─ dice, para después meter su cabeza debajo de mi falda.
─¡¡Christian!!─ chillo, cuando sus dedos separan mis pliegues vaginales, y uno de sus dedos se cuelan en mi interior.
─Shhhh, no grites recuerda que Mia también esta en la casa─ me dice antes de sentir su lengua.
Mierda Mia, la había olvidado por completo...
