Pov Ana.
Todo el día nos la hemos pasado de un lugar para otro, Christian y Kate me han mostrado muchos lugares de Miami, luego de mucho insistirle a Kate para que volviéramos a la casa, porque se la quería pasar en el centro comercial de arriba para abajo, ahora estamos regresando.
─Bien pasaremos la tarde en la piscina, pero en la noche iremos a un club a bailar─ dice Kate con entusiasmo─ y no acepto no por respuesta─ nos advierte.
Christian y yo no decimos nada, mis pies están muertos, además tengo un hambre de mil demonios, así que no estoy para discutir.
Cuando llegamos a la casa subimos con las bolsas de compras, yo no compre mucho además de un vestido, el cual kate me obligo a comprar, no compre nada para mi.
Me cambio por un traje de baño de dos piezas blanco, mientras Christian está en el baño.
─Que bueno que solo estamos nosotros─ lo escucho decir mientras me pongo la parte de arriba del traje de baño.
─¿Me ayudas?─ le pregunto para que me ayude a atarlo.
─Será todo un honor─ dice, antes de atar la parte de abajo primero─ ¿en serio quieres ir a ese club?─ me preguntó abrazándome por la espalda.
─No estoy muy convencida, pero no creo que tengamos muchas opciones con Kate─ le digo─ pero vamos, muero de hambre─ le digo tomándolo del brazo para salir a la piscina.
Kate y yo no las pasamos nadando casi toda la tarde, Christian no quiso, creo que es porque no deja que nadie más vea las marcas que tiene en su cuerpo, aunque solo estamos nosotros, pero también él acaba de conocer a Kate hace una semana.
─Bien, ya es hora de ir a cambiarnos para salir─ dice Kate.
─En serio lo haremos, ¿los guardias nos dejaran salir?─ le pregunto.
─Si lo harán, el club es de un amigo de mi padre, no nos darán alcohol ni aunque le roguemos, pero podremos bailar toda la noche─ nos dice Kate, y veo a Christian hacer una mueca.
─No sabes bailar, ¿verdad?─ le pregunto cuando estamos solos en la habitación.
─¿Qué me delató?─ pregunta.
─El mal gesto que hiciste cuando Kate lo comentó─ le respondo
─Nunca he sido bueno para eso, y prefiero no pasar vergüenza─ me dice.
─Bueno, yo te enseño asi bailas conmigo esta noche─ le digo para después entrar a bañarme.
Luego de bañarme, me empiezo a alistar para salir mientras Christian se ducha y viste en el baño, no entiendo porque lo hace, ya lo he visto desnudo y él a mi, no entiendo el porqué de su actitud ahora, pero en fin.
─Cierra los ojos─ dice asustandome un poco, no lo había escuchado acercarse─ vamos, cierralos─ me insiste, y puedo ver que esconde algo en su espalda.
Le hago caso y cierro mis ojos, unos segundos después siento algo frío tocar mi pecho, abro mis ojos y veo un hermoso collar de plata en forma de corazón.
─¿Te gusta?─ me pregunta poniéndose de cuclillas a mi lado.
─Me encanta─ digo besándolo─ y recuerdo haberte dicho que nada de regalos─ le digo y él solo se encoge de hombros.
─¡Ya es hora de irnos!─ nos grita Kate detrás de la puerta.
─Bien, vamos─ digo levantándome.
─Es demasiado corto─ me dice Christian con el ceño fruncido, refiriéndose al vestido, y tiene razón es tres dedos arriba de la rodilla además de un profundo escote en la espalda.
Por si no lo recuerdan, Kate lo escogió.
─Y no tengo otra cosa que ponerme, así que vamos─ le digo tomándolo del brazo.
Kate nos espera en la puerta de la casa, y una vez que estamos junto a ella nos arrastra al auto para irnos al dichoso lugar.
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Ok, el lugar no está mal, no sé le puede negar eso, solo hay chicos de nuestras edades bailando, o en las mesas hablando, enseguida entramos ya que un hombres nos recibió y nos llevó a unos reservados.
Nos la pasamos muy bien aquí, hablamos de cualquier cosa, mientras comemos y bebemos lo que nos sirven, todo cortesía de la casa, luego de un rato Kate me arrastra a la pista a bailar y yo arrastro a Christian conmigo.
─Ana, ya te dije que no sé bailar─ se queja a mi oído mientras estamos en la pista.
─No es difícil, baila conmigo─ digo moviéndome a su lado.
Me muevo sugerentemente junto a él, y poco a poco me sigue el paso y baila conmigo.
─Lo ves, no es difícil─ le digo sonriendo después de un rato. El solo sonríe y me besa.
Seguimos así por las siguiente hora bailando, y tomando las bebidas sin alcohol que nos dan. Ya es casi medianoche, y sacamos a Kate de ahí porque no paraba de meter mano con un chico, y nos volvemos a la casa de la playa.
Luego de dejarla en la sala quejándose de porqué la trajimos subimos a la habitación, una vez Christian cierra la puerta me tiro en su brazos y lo beso, él se sorprende pero me contesta igual. A trastabilleos llegamos a la cama y caemos en esta.
─Quiero otro regalo de cumpleaños─ le digo agitada, y muy excitada.
─Solo pidemelo y lo tendrás─ me dice besando mi cuello.
─Qui….quiero….mmmm….quiero tener mi primera vez contigo─ le digo.
─¿Segura?─ pregunta sacando su cabeza de mi cuello.
─Muy segura─ le contesto y lo beso de vuelta.
Christian gruñe sobre mis labios, y me quita el mini vestido que traigo puesto y lo tira a algún lado de la habitación, sonríe con fascinación al ver mi cuerpo solo cubierto por unas pequeñas bragas de encaje negras.
─Maravillosa─ susurra mirándome con hambre ─eres maravillosa.
Él recorre mi cuerpo con su boca tocando deliciosos puntos de mi cuerpo que no sabía que existían, pero mi desesperación es tanta que le quitó la ropa quedando los dos desnudos.
─Espera─ dice de repente─ no tengo preservativo─ jadea preocupado. Me levanto de la cama, y voy hacia mi maleta de la cual sacó una tira de condones y se las paso, Christian me mira sorprendido.
─Kate me los dio─ le digo.
─En ese caso─ dice caminando hacia a mi cargandome, y automáticamente enredo mis piernas en su cintura.
Me besó con urgencia mientras camino de nuevo a la cama para dejarme sobre esta, Christian se mueve contra mí frotando nuestras intimidades sacándonos gemidos llenos de placer a ambos.
─¿Estás segura de esto?─ me pregunta después de colocarse el preservativo.
─Estoy muy segura─ le aseguro sin una pizca de duda.
Se vuelve a colocar sobre mi, y pone mis manos sobre mi cabeza mientras me mira directo a los ojos, coloca la punta de su miembro en mi entrada y presiona lentamente, mis paredes vaginales se expanden para recibirlo ¡mierda duele!.
─¡¡Mierda!!─ Exclamó jadeando cuando está totalmente en mi interior.
Christian se queda quieto por unos minutos mientras besa mi hombro repetidas veces, muevo un poco mis caderas indicando que puede moverse y lo haces. Empieza con estocadas suaves sacándonos jadeos de placer.
─¡Más!─ le pido entre gemidos, y me complace aumentando más sus embestidas contra mi.
─¡Ana...ah!─ gime apretando más su agarre en mi cintura, como si se estuviera conteniendo.
─Voy...voy...aaahh...Christian─ gimo alto llegando al orgasmo, y varias estocadas después él se corre también─ en definitiva este es mi mejor cumpleaños─ le aseguro cuando recuperó un poco el aliento.
─Y aún no termina nena─ dice con una sonrisa abrazándome.
Sin duda. Mi mejor cumpleaños.