|Capítulo 6: Born To Die|

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Born To Die - Lana Del Rey

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Pov de Izuku.

El fin de semana marchó de forma tranquila, mamá había dicho que iría a comprar cosas para la despensa por la mañana y Shindo la acompañaría para ayudarle.

Por la mañana Ochako vino unos momentos a casa y me habló sobre que llevaría para el baile además del vestido que había comprado. Traté de poner mi mayor atención pero no tenía cabeza para ello por ende respondía con un simple "vale".

—¿Qué te parece mejor? ¿Él cabello suelto o con una coleta? —veía a Ochako desde mi cama pero sin prestarle mayor atención.

—Uhmm, vale.

—¿Ah? Izuku ¿Estás prestándo atención?

Sentía que en ese instante mi cuerpo permanecía en aquella habitación sin embargo mi mente estaba muy lejos de ese lugar.

—¿Izuku? ¡IZUKU! —Dejé de pensar en aquello que podría atormentarme en el futuro y divisé a Ochako un poco exasperada.

—Hmm... lo lamento Ochako.

Vi su expresión en su rostro de indignación y preferí ponerle atención después de todo este verano sería el último donde ambos pudiéramos disfrutar sin obstáculos.

Tenía mucho que anticipar para el futuro pero por ahora disfrutaría esos pequeños detalles.

Cuando mamá regresó junto a Shindo baje para ayudarlos un poco, guardando todo en le refrigerador. Ochaco bajo minutos después y saludo a los recién llegados.

Pararon algunas horas donde Shindo y yo teníamos una pequeña riña sobre quién debía probar el helado de mamá.

—¡Soy el mayor así que voy primero! —el muy cobarde estaba del otro lado de la mesa para que no pudiera alcanzarlo.

—¡Y es por eso mismo qué yo debería ir primero! —acuse.

No vimos en qué momento fue pero en un par de segundos mamá nos había arrebatado el helado y llevándolo consigo.

—Ya no son unos cachorros. —sentenció yendo a el sofá y abriendo el bote de helado para degustarlo mientras veía algún programa en la televisión.

Nos resignamos y la seguimos tomando asiento en los sofás de al lado.

Ochako se había marchado hace unos minutos, su padre había venido por ella así que estábamos los tres solos ahora y era una buena oportunidad para hablar del tema que me tenía un tanto inquieto.

Me acerqué sutilmente a Shindo pero al parecer sabía leer muy bien mis movimientos.

—¿Qué quieres enano? —tomó su celular y comenzó a prestarle atención.

Fruncí el ceño por ese acto.

—¿Cómo quieres que te pregunte sí no piensas escucharme? —Suspiro irritado y dejó el móvil a un lado.

—Bien ¿ahora qué? —se cruzó de brazos esperando mi incógnita.

—¿Cómo es estar en la UA? —quería saberlo y sabía que él me lo diría algo en general, posó su mano en el mentón y pareció tomar su tiempo para meditar y idealizar una respuesta.

Mamá quién no había dicho nada aún, también veía de reojo a Shindo esperando su respuesta.

—Hmm... —su vista estaba en un punto fijo de la casa que no lograba identificar—. Supongo que todo es genial en la UA, enano.

Maybe it will be forever ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora