La historia más espeluznante de todo México. Nadie creería lo que había sucedido en aquella casa, nadie tenía las suficientes pruebas para demostrar la verdad.
Una noche donde ocho chicos deciden contactar a un muerto, pero no resulta tal cual al p...
Mantenía sus manos sobre su cintura mientras le gritaba a los tres chicos frente a ella. Se encontraba realmente molesta y dolida. Su forma de desquitar todo lo que siente era en los tres hombres sospechosos de la muerte de Juan.
Peyton no demostraba la vulnerabilidad que sentía. Quería llegar al transfondo de todo, quería encontrar al asesino de que acabo con las vidas de sus amigos.
— ¡Por última vez! Les estoy pidiendo una sola cosa. ¿Por qué no nos avisaron? — la mirada de la castaña hacia que los tres chicos se sintieran intimidados.
Esa noche descubrieron lo aterradora que podría llegar a ser Peyton cuando se enojaba. Nadie la había visto de esa manera, y ahora todos saben porque ella no lo quiso demostrar.
— Amor, creo que deberíamos calmarnos.
Germán se acerca a la chica, tratando de pasar un brazo sobre sus hombros y apegarla a el. En cierto punto tiene razón.
Peyton les gritaba sin explicación alguna, simplemente se estaba desquitando con los chicos hablándoles de mala manera.
Rápidamente la castaña se aleja de su novio y niega. — No. Quiero respuestas. Cuéntenme que fue lo que sucedió. Mi mejor amigo está muerto, y ninguno de ustedes abre la maldita boca para decir que sucedió.
Ari miró a la chica, la conocía tan bien como para decir que quería llorar. Sabía que Peyton se había demostrado débil esta noche, pero ya no sería así. Ella busca respuestas, y las conseguirá.
La pelirroja pasa de nuevo su mano izquierda por las mejillas frías de su esposo, y solo lo mira. Su cuerpo sin vida tendido en el suelo. Deja un beso en la frente del hombre, para después llamar la atención de sus amigos.
— Chicos, Peyton solo quiere que le cuenten que sucedió.
— Ese es el problema. — la voz de Cry se hizo presente. — No recordamos bien qué sucedió.
— Si, estamos igual de sorprendidos. Todo sucedió tan repentinamente. Estábamos en el sillón y ya ni recuerdo bien porque subimos.— comentó Barca.
— Creo que fue un ruido, algo se había caído. — Cry recordó bien el porque subieron.
— Al inicio Juan iría con Barca, pero Juan comenzó a decir que el podría ser el asesino y que podría ser una trampa para matarlo, pero tampoco quería ir solo, así que decidimos ir todos. — Germán continúa la historia.
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