Seremos Fugaces [Latidos #1]

Capítulo 02. Londres mas cerca

08 DE ENERO 2020

Mi cuerpo esta desnudo y unas sabanas muy suaves me cubren, se sienten deliciosas, como la seda...estas no son mis sabanas.

Abro mis ojos de golpe cuando el recuerdo de lo sucedido ayer llega a mi cabeza, siento que cometí un delito, no es que lo olvidara o no estuviera consiente, pero algo asi solo sucedía en mis sueños, no era realidad nunca.

No me gusta vivir el momento.

Temerosa volteo a mi lado para descubrir a un Casey Jones siendo cubierto solo por una sabana hasta su cintura, descansaba plácidamente en su lugar y en definitiva este despertar será el mejor que he tenido en veinte años.

Bendita sea la mujer que un día se case con este hombre.

No me gustaba vivir el momento, esto no era para mí, tengo demasiadas voces en mi cabeza regañándome por haber hecho esto y de seguro ahora pasaría una gran vergüenza cuando el me diga que esto es cosa de una noche y que me pedirá un coche.

No quiero pasar esa vergüenza.

Me pongo de pie con cuidado de no despertarlo y busco mi bolsa, cuando la localizo en la puerta decido que es lo último que tomare, comienzo a buscar mi ropa y agradezco cuando encuentro mis bragas, rápido me las pongo.

—Mierda—me quejo, mi vestido no está en ninguna parte y no hay forma de que salga de esta habitación enseñando mis pechos.

Cuando Casey comienza a moverse en la cama mi ansiedad comienza a incrementar, necesito salir de aquí antes de que el despierte, odio vivir el momento, nunca más hare algo asi, es vergonzoso.

—¿Te vas? —Escucho su voz ronca y lo observo, el termina de abrir completamente sus ojos y se apoya sobre sus brazos para mirarme mejor, mierda aún estoy desnuda.

Debo admitir que estoy siendo bendecida con la vista de un Casey Jones recién despertado y con el cabello desordenado, pero no tenia tiempo para detallar en él, estaba ansiosa, necesitaba salir de aquí, tenía vergüenza de mí, de lo que hice.

No se supone que el sexo lo practiques sin sentimientos y con desconocidos.

Aunque el ayer hubiera tocado y probado todo mi cuerpo aun asi me sentía nerviosa sabiendo que veía mis pechos, no tenía el cuerpo más hermoso del mundo y ya era suficiente saber que deje que hiciera lo que quisiera conmigo ayer sin pensar en eso, joder, ¿Dónde está mi vestido?

—Eh, si—sonrió respondiendo su pregunta—. Tengo una emergencia, muy importante, demasiado...—murmuro viendo el piso.

—Pensé que aun podíamos divertirnos más...

¿De que esta hablando este hombre?

—No podrá ser, pero gracias...no encuentro mi vestido, ¿te molesta si tomo tu camisa? —dios los nervios me estaban poniendo muy torpe—. De seguro tienes muchas—recojo su camisa del piso y me la pongo rápidamente—. Necesito irme, fue genial, lo siento.