SOUVENIR | Sirius Black

XV - NAVIDAD

Era uno de los días más alegres de la temporada escolar, decorar el castillo, cantar música navideña, dar y recibir regalos, jugar en la nieve. Era todo armonía entre los estudiantes de las cuatro casas, un tipo de tregua por la fecha. Sin competiciones, solo paz.

Al igual que en Halloween, la mayoría de los Hufflepuff se habían ofrecido con la decoración; Solo los de segundo, tercero y cuarto. Los de primero querían divertirse, los de Quinto estudiaban para sus TIMO's al igual que los de sexto y séptimo para sus ÉXTASIS.

Pero no había problema con eso, algunos Gryffindor y Ravenclaw se habían unido a ellos para ayudar. La última semana, Nebeth perdió unas cuantas clases por terminar sus adornos; Al ser su primera navidad en Hogwarts, quería disfrutarla lo más posible.

–¿Y qué haz pensado?— pregunto Pandora acercándose con una caja de adornos— ¿Te quedarás?

–Lo había olvidado!— se llevó una mano al la cabeza— Estuve tan ocupada que ni siquiera eh llegado a considerar el volver a Francia!

–Tómate tú tiempo— aconsejó con su voz suave mientras le daba una sonrisa cálida— Me gusta que estén más cerca. Al menos ahora puedo verlos!

–También me alegra verte de nuevo, Dora!— respondío colocando otra esfera en el árbol— Espero que vallan a la cena en SweetLove House!!

–Seguro que sí! Aunque no sé si a Van le agrade la idea!— comentó.

–Claro que le encantaría. Podríamos jugar como antes, cuando éramos pequeños!— ánimo— Solo está bajo presión, el próximo año se gradúa y quiere una calificación perfecta. No es nada personal.

Nebeth aún no comprendía la decisión del sombrero, Pandora era tan dulce, noble y cariñosa; No dudaba que también fuera leal y trabajadora, sin embargo estába en Ravenclaw. Fué un golpe duro para toda la familia que no la hubieran seleccionado en la casa de los tejones.
Al principio nadie se lo tomó bien, pero con el tiempo lograron valorar las cualidades de su casa. Pero de no ser por Ravenclaw, bien hubiera quedado en Hufflepuff.

–Eres muy dulce, Patsy! Gracias!— tras una mirada sincera continuaron con sus labores.

Un rato después, llegaron Maureen e Issac, esté último cargando una caja más grande que él mismo.
Era el penúltimo detalle para la decoración perfecta.

–Wow! Nebeth— miró Bones asombrado— Tus decoraciónes son asombrosas!

–Traemos lo que ordenaste, llegó hace un rato— habló Mo— Déjame decirte que son tal y como querías!!

Nebeth no perdió tiempo y abrió la caja con emoción, quedó asombrada. Eran las mejores esferas que había visto, sacó una, era más grande que su cabeza.
Sólo había ordenado doce, era uno de los detalles más importantes.

–Egorgio!— apuntó con su varita y la esfera creció un poco más— Jmmm!!?— rascó su cabeza— ¿Me ayudan a sacarlas y ponerlas en el suelo? Porfavor!

Bones, Maureen y Nebeth acomodaron las esferas en el suelo, a unos cuantos metros de distancia. Después de que murmuraran el hechizo unas cuantas veces sobre cada una, ya tenían el tamaño suficiente como para que ni siquiera Hagrid lograra levantarlas.

–Que tal, Neb!— se escucho la suave voz de Remus— Tienes los apuntes de Hist... Wow! Esas son esferas grandes!

–Lo sé, no son hermosas?— se colocó a su lado admirandolas— Yo misma las diseñé!

–Gran trabajo— halagó— Tienes un excelente gusto!

–Oh gracias!— se sonrojó— Sobre Historia de la magia, mis apuntes están en mí habítacion!