VIII - EN LA BRUJA TUERTA

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Una semana había pasado, la pelirroja le agradeció hasta el cansancio.
Las clases iban bastante bien, eran las doce del jueves y acababa de terminar Pociones, tenía que correr a Herbología pero al buscar en su mochila no podía encontrar su tarea.

De un momento a otro, la manzana que planeaba comer más tarde se salió y rodó tras una estatua.
«Demonios!» murmuró. Se acercó y estiró su mano pero no podía sentirla, se metió tras la estatua y de repente cayó a un hueco. «Lumus» encendió su varita después de quejarse, y la luz pudo iluminar un túnel con cuatro chicos dentro, además de ella.

-Merlín!- exclamó el de lentes con una mano en el pecho- Creí que nos habían descubierto.

-Se imaginan que hubiera sido Peves!- dijo el azabache.

-Oigan!- les llamó la atención otro chico- Una chica cayó por el pasadiso! Por si no lo notaron.

-Tienes razón!- habló el de lentes otra vez agachándose a su altura, ya que se encontraba en el suelo- No le digas a nadie sobre éste lugar! Entendiste!? O tengo que repetirlo?!— habló con voz amenazante.

-Muevete!- lo empujó y estiró su mano a la rubia- Lo siento, son algo estúpidos aveces!

-Esta bien, no hay problema- tomó su mano y la jaló tratando de levantarla- Auch! Duele!

-Estas bien?- la soltó y pregunto preocupado- No te lastime, verdad?

-Mi tobillo! Me duele!- se quejo y el muchacho se agachó a mirar.

-Solo está torcido!- dijo levantándose.

-Genial!- dijo el azabache- Hay que dejarla aquí, morirá de hambre y sed en unos días.

-Problema resuelto!- apoyó el de lentes.

-No creo que sea buena idea- dijo un rubio.

-Pettigrew?- cuestiono.

-Fawley!- se exaltó al verla.

-Oh ella es la chica que te ignoro?- le pregunto el de lentes al azabache con una sonrisa de burla.

-Cierra la boca!- le dió un golpe.

-Hey!- Advirtió el de cicatrices- Soy Remus Lupin!

-Un placer!- dijo sonriendo.

-Nunca me dijiste tu nombre- comentó Pettigrew- Solo sabemos tu apellido.

-Nebeth!- respondío- Soy Nebeth Fawley.

-Lindo nombre- halagó.

-No se van a presentar? Mal educados- regaño Remus.

-Aveces olvido mis modales. James Potter!- Se presento el de lentes con una sonrisa.

-Sirius Black-dijo el azabache con una mueca y de mala gana.

-No le hagas mucho caso- dijo James- Hériste su orgullo de una manera fascinante!

-Deberíamos llevarla a la enfermería!- propuso Peter.

-Tienes razón- concordó Lupin- James tómala del lado izquierdo y yo del derecho.

El de lentes obedeció y paso su brazo por la cintura de la chica, el brazo de ella rodeó su cuello.
El rubio salió a verificar que nadie los viera y el azabache solo los seguía por detrás.
La ayudaron a caminar, pero subir las escaleras era cansado y lento.

-A quién se le ocurre poner la enfermería en el cuarto piso?- se quejó.

-Es punto medio del castillo, asi que...- respondío James.

SOUVENIR | Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora