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Te encontrabas mirando perdidamente una de las cuatro esquinas de tu habitación, tenias la mente en blanco, se escucharon unos leves golpes en la puerta, la persona que entró sin solicitud alguna era Estefanía, una linda chica pelinegra, hermosa piel morena, ojos negros como la noche, mejillas de un color rosa y labios color carmesí; ella y tú viven juntas desde ya mucho tiempo pero habia un pequeño inconveniente entre ustedes dos.

──Buenos dias.──Dijo la pelinegra sin muchas ganas.──Ya esta el desayuno.──Respondió para salir de aquella habitación.

No dijiste nada, simplemente te cambiaste de ropa, te peinaste y fuiste a desayunar. Ya era una costumbre... cada mañana despertar, ver a Estefania por aquella puerta, desayunar e ir al trabajo. Una vida totalmente normal ¿verdad?

──¿Qué hay para desayunar?──Dijiste para dar un largo bostezo

──Comida.──Dijo mientras miraba hacia la ventana.

No dijiste nada más, solo cogiste una tostada de pan y te fuiste de ahi. Llegaste a la puerta principal para salir de ese edificio, saliste sin más para dirigirte a ese lugar de comida rápida.

Al llegar pudiste notar a una persona sentada en un banquito, nunca antes lo habias visto, su cabello era de color caramelo este formaba unos pequeños cuernitos, sus ojos color gris eran extraños, piel poco pálida, una sudadera roja y parecía que dentro de esta tenia una polera de color gris, pantalones negros y unos zapatos de color negro con blanco. Al parecer le estaba coqueteando a una de tus compañeras, seguramente para que le cobre menos de lo habitual.

──¡____!──Dijo Lili con una sonrisa, ella era otra de tus compañeras de trabajo.──Ya era hora que llegues.──Soltó una risita por lo antes dicho.

──Yo tambien te quiero, Lili.──Le respondiste sin hacer contacto visual.

Sentiste una mirada sobre ti, miraste a todos lados para saber de donde venia esa extraña mirada. Al fin la encontraste, era el chico con cuernos quien te miraba de una manera inexplicable, te sentiste incomoda por aquella acción, asi que solo apartaste la mirada y empezaste a trabajar.

Habia pasado media hora desde que empezó tu turno en ese lugar, una tensión se hizo presente desde que entraste a ese lugar, aquel chico seguia sentado en aquel banquito, te seguia con la mirada, de un lado a otro.

──Parece que le gustas.──Musitó Lili mientras aparecía de la nada y dándote un leve golpe en el codo.

──Ve a hablarle.──Dijo Catalina acercándose hacia ustedes.

──¿Qué?──Respondiste algo confundida.──Ni siquiera lo he visto por aqui.──Dijiste para intentar alejarte de ellas.──Es un completo extraño, puede ser un ladrón o un secuestrador, quien sabe.──

──Tranquila, parece un buen hombre, se pueden hacer muy buenos amigos.──Habló Catalina.

──Y puede ser que entre el y tu nazca algo muy lindo y especial.──Siguió Lili.

──No molesten.──Respondiste sonrojada y seguiste en lo tuyo.

──Cobarde.──Murmuró una para luego reirse junto a la otra.

──No tengo tiempo, eso es lo que pasa.──

──Solo dile "hola" y ya, no tiene nada de malo.──

──Solo voy a saludarle y ya.──Diste un suspiro mientras ibas directo hacia aquel chico, el cual se habia puesto nervioso al notar que te acercabas a el.──Hola.──Dijiste mientras te sentabas en el banquito de alado.

──Hola.──Te respondió con seguridad y un sonrojo que apenas se notaba, su acento...era extraño pero a la vez lindo y tierno. Decidiste presentarte ante el para establecer algo de confianza.

──Mi nombre es ____, ____ Ramirez, un gusto──Le dijiste con una simple sonrisa.

──El mio es Tord Larkson, tambien es un gusto conocerte, ____.──Dijo con una sonrisa que dejaba ver unos lindos y pequeños colmillos.

──Nunca te he visto por aqui, ¿Recién
te mudaste a la ciudad?──Preguntaste aún con esa sonrisa.

──Bueno, vivo en la ciudad desde hace mucho tiempo, pero casi nunca salgo de casa, solo salgo para hacer las compras semanales con unos amigos y ya.──Respondió sonriente.──Mmmm ¿Quieres escuchar una gran historia? La viví con mis amigos, es algo que pasó hace unos años.──

──Por supuesto.──Una sonrisa se mostró en tu rostro. El contrario te devolvió la sonrisa y empezó a contar su asombrosa historia. Esta hablaba sobre el ejercito, algo extraño para ti, pero parecia que para el era algo muy común y normal. Asi pasaron un largo rato hablando de aquella aventura, luego te contó otra y otra, hasta que llegó un chico de sudadera verde para llevárselo consigo, tú jefe también llegó para darte un pequeño sermón, ambos se despidieron para luego seguir cada quien en lo suyo.

Ese dia algo despertó dentro de él, algo que lo haria cambiar para siempre, habias enamorado profundamente aquel chico. Talvez sea amor a primera vista o un simple amor platónico, pero tambien puede ser el inicio de una pequeña obsesión.

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°*•🌷 | ѕтαʟкєʀ | 🌷•*° | ❝ [ тσʀᴅ ʟαʀѕѕσɴ ] ❞ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora