The Nerd And The Bully

Día De La"Familia"

El rubio se despertó lentamente encontrándose con la amigable mirada del albino quien lo recibió con un beso dulce, pero desafortunadamente tenían que ir al campus de su universidad, era el día de la familia por ende tenían que asistir obligatoriamente para demostrar de manera estúpida que se llevan bien con su familia.
Ambos adolescentes se levantaron y fueron a ducharse ambos, era normal para el de gafas pues cuando se quedaba a dormir con el de ojos azules se duchaban juntos además de ahorrarle algo de los servicios al antes nombrado, no hicieron nada solo charlaron sentados en las frías baldosas.

- Vas a ser mi familia adoptiva esta vez también gafitas?.|Su sonrisa era algo divertida acariciando la mejilla del más bajo.

- Siempre lo haré, yo solo espero que mi padre no se anime a ir.|Lo miraba algo decaído, la única vez que su padre fue lo comparo con sus tres hermanos y lo humilló hasta que lloró.

- Si va yo te protegeré, además que podría hacer? No puede golpearte enfrente de toda la gente, al igual que yo no puedo decirle.|Se acercó al oído del contrario dándole un leve escalofrío. -Que su hijo coje mejor que el....~

Las mejillas del de gafas se tiñeron de rojo completamente al igual que sus orejas, el albino sonrió ante su reacción robándole varios besos mientras terminaban de asearse.
El humo de la ducha salió al abrirse la puerta de madera y ambos chicos empezaron a vestirse como siempre lo hacían, las ropas características de cada uno y salieron del hogar del albino encaminándose hacia la universidad.
Llegaron justo a tiempo separándose por unos minutos ya que Rusia había recibido una llamada por parte de uno de sus hermanos que estudia en el extranjero, el rubio se quedó solo viendo la variedad de cosas que habían puesto para ese día, pero, al voltear solo pudo petrificarse al encontrar la mirada firme de su padre.

- Gilipollas, hijo de puta tenemos que hablar AHORA.|Su enojo era evidente mientras agarraba el delgado brazo de su progenitor el cual se soltó rápidamente.

- N-no iré a ningún lado, dímelo aquí, España.|Su voz era temblorosa pero sin rastro de miedo.

Todas las miradas se centraron en padre e hijo, las gafas del rubio estaban en el césped recién cortado de esa mañana y su rostro estaba algo volteado mostrándose claramente la zona roja en donde lo había golpeado con su libreta, siendo presenciado desde lejos por el albino que en sus ojos reflejaba ira.

- Acaso no soy lo suficiente para ti?...|Dijo alzando su mirada viéndose sus ojos al borde de derramar esas saladas lágrimas. -Después de todo lo que hice por ti, baje de notas, subí de notas, acepté que uno de mis hermanos tuviera más tu atención y cariño que yo, entre a la universidad que tú querías que entrara y me pagas con que? Con golpes, regaños y humillaciones, ¡¿Que más quieres de mi?!.|Gritó llorando y proporcionándole un empujón bastante fuerte, en segundos se fue corriendo a algún lugar sin rumbo, solo quería salir de allí.

- Y ustedes que miran? Montón de idiotas no se metan en lo que no les interesa.|Alzó la voz de forma ruda y enfurecida.

- Disculpe señor, quisiera charlar con usted.|El albino había aparecido llevando al de cabellos amarillos y rojos detrás de la universidad dándole un regalo que nunca podría olvidar.

Habían pasado pocos minutos de lo acontecido, minutos en los que Rusia buscaba a Colombia encontrándolo por fin en los viveros de la universidad, llorando como una cascada abrazando sus piernas mientras temblaba, el albino se acercó dándole un abrazo gentil y dulce que lo comenzó a calmar de poco a poco, no podía permitir ver a Colombia así, es su única familia negándose rotundamente a verle de esa manera.

- Tranquilo Colo, todo estará bien pero será mejor que te vayas hoy a casa, no quiero que salgas más lastimado ok? Te prometo que pronto te podrás ir de allí y viviremos los dos, te parece gafitas?. Le sonrió dulcemente dándole besos suaves en donde sus lágrimas habían dejado marcas.

- E-esperare lo que sea necesario.|Se envolvió de nuevo en ese abrazo, se sentía protegido, amado como nadie tenía idea.

El evento había terminado y Colombia fue a su respectiva casa con la cara agachada, entro de la misma manera sin dirigirle la mirada a su padre algo que el antes nombrado hacía también aunque si notó un moretón en la cara de su humillador, algo que hizo sonreír al rubio cuando entró a su habitación, cayó rendido en un sueño profundo hasta que llegó la 1 AM.
Su teléfono sonaba levemente a lo cual respondió algo adormilado.

- ¿Si?.|Estaba algo concientes de la situación aunque no tanto por el sueño.

- Soy yo gafitas, asómate un momento a tu ventana.

- Está bien.|Obedeció encontrándose con Rusia enfrente de su hogar, esperándolo con su motocicleta.

- Ven, vamos a divertirnos un poco,o tendré que ir por ti y decile a tu padre que coj-.|Fue interrumpido por el susurro regañador del rubio, algo que le causó gracia.

- Dame d-dos minutos y ya bajo.|Estaba completamente rojo sabiendo bien lo que quería decir el albino, se vistió algo abrigado y salió por la ventana silenciosamente llegando a los brazos de su protector.

Pasaban por infinidad de lugares, jugando o comiendo tratando de distraerse de aquel duro día que habían tenido, estaban felices algo que no se vería todos los días dirían todos estando tan equivocados.
Se dirigieron a una carretera vacía, poco transitada esperando la explosión de colores que generaba el cielo al amanecer.

- Perdón por el arreglo que le dí a tu padre Colo.|Dijo el más alto que abrazaba a su único nerd favorito.

- Está bien, no importa.|Le sonrió dulcemente, con esa puta sonrisa que le encantaba ver solo para el.

El amanecer se hizo presente al igual que un beso profundo encima de la moto del de ojos azules sin ninguna detención, solo la falta de aire era la más presente en aquellos largos besos de esa mañana.

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