Sus manos sudaban, el asiento se tornaba incomodo a medida que pasaban los minutos. La manecilla del reloj causaba un molesto ruido, sentia las ganas de tirarlo y romperlo. Su pie se movía com vehemencia sin poder ser controlado.—¿Señorita desea algo?
Vió como un camarero que desde hace unos minutos se había dado cuenta de su soledad se acercó hacia ella, tenía una pequeña libreta entre manos por lo que supuso que querría tomarle nota de su pedido. Para su suerte u desgracia el Avery aún no había venido. En cuestión era una persona que le odiaba tanto esperar a la gente como ser esperado.
Odiaba la impuntualidad, y por desgracia era el defecto de muchas personas; Únicamente había conocido una persona ma puntual que ella en toda su vida, Adriert Seaden Vance. El hombre siempre solía llegar alrededor de unos diez minutos antes de las citas u quedadas, para el gusto de la mujer.
Sin ni siquiera darse cuenta sus labios se curvaron en una sonrisa repleta de añoranza. Odiaba haber tenido que perder la amistad con el hombre pues lo estimaba demasiado. Por desgracia, no tenía el coraje y valor para explicarle lo que en realidad sucedió.
Volvio a su mundo cuando el camarero carraspeó, jugando con el bolígrafo entre sus manos.
—No, no deseo nada por el momento gracias—musitó entre dientes, cruzando sus manos apoyandola en la mesa.
Frustrada ante la impuntualidad del hombre, remangó su camiseta para observar la hora actual.
20 minutos tarde.
Soltó un gruñido de fastidio sin darse cuenta de que el hombre aún se encontraba presente.
—Podemos ofrecerle, un batido, un café desnatado u cortado según prefiera usted, algún pastel...
La mujer no estaba de humor, únicamente quería que el hombre se presentara para arreglar las cosas de su futuro y poder huir de ahí rapidamente.
—No quiero nada, estoy esperando a alguien— volvió a replicar entre dientes, apretando la mandibula con tanta fuerza que estos castañeaban. Era una manía que tenía desde pequeña
El camarero avergonzado y algo intimidado ante las duras palabras de la mujer asintió para irse rápidamente. Tenia un carácter y un temple duro, por lo que las personas solían alejarse de ella con facilidad, en parte le servía de ayuda pero en la adolescencia y niñez le causó demasiados problemas.
Cinco minutos después, la campanilla de la cafetería se hizo sonar dando a ver al azabache que caminaba con ese deje de seguridad y egoísmo corriendo por sus venas. Rodó los ojos cuando lo vio.
—Siento la tardanza Eli, creí que era más temprano— Se excuso mostrándole una leve sonrisa mientras tomaba asiento en el sofa frente a la azabache con torso pasotismo y tranquilidad.
—¿¡Que sientes la tardanza?! ¡Veinticinco minutos tarde! ¡Joder Thomas!— bramó con furia—¡Y no me digas Eli, soy Elinor para ti o señorita Taylor!
Maldeció descargando toda su furia en el hombre impuntual. No controló su tono de voz, causando que la gente de alrededor girara sus cabezas para observar a la pareja discutir. La mujer los fulminó con una mirada cargada de odio y estos inmediatamente giraron la cabeza de nuevo en sus asuntos.
—Calmate por Merlin, venimos a hablar de la boda nada más— se recargó en el sofá, evitando el enfado que tenía la mujer con el. Aprovechó para sonreír egocentricamente al ver como un par de mujeres lo miraban y cuchicheaban entre ellas, solía tener ese efecto.—Y bien Señorita Taylor, futuramente de Avery ¿Aceptaras? Mis padres deben saberlo para comenzar con los preparativos lo antes posible.
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𝖱𝖺𝗆𝖾́-𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒 +18
Fanfiction-"Primera regla, no tocar al modelo"- •••• Año 2007, la vida de su familia va sobre ruedas, su gemelo a punto de casarse con la mujer que el lleva amando toda la vida, sus hermanos todos en una relación. ¿Él? Divorciado, y superando que por un erro...