La mujer sollozaba con fuerza, pero era retenida por dos musculosos y altos hombres. Siempre se consideró una mujer de carácter fuerte, no le gustaba demostrar su sentimientos, prefería guardarselos, no quería verse débil frrente a nadie. Pero esta vez era distinta, el pequeño de cabello rubio y ojos avellanas sollozaba por unos minutos más.
-Por favor, por favor unos minutos más- rogaba la Taylor, tratando de hacerse hueco entre los dos fornidos hombres.
Estos se mantenieron firmes, impidiéndo el paso. El pequeño de dos años pataleaba en los brazos de su cuidadora.
-¡Quiero ver a mi mamita!
-Señorita Taylor, su madre y la señora Avery no lo permiten. No está en nuestras manos
Habló uno separándo de su cuerpo a la morena.
-¡Es mi hijo, no el de ellas!- bramaba con furia, alzándose de puntillas para ver cómo se llevaban a su hijo.- ¡Tayden, recuerda que mamá te ama!
Gritó para que llegara a sus oídos, este giró su cabeza para enviarle un beso a su madre en el aire mientras las lágrimas recorrían sus rosadas mejillas.
Desde el umbral de la puerta, dos azabaches miraban la situación.
-No entiendo cómo pueden hacerle eso, es su hijo.- masculló Corey con sus cejas frucidas y su mandíbula apretada.- Y tú, tan poco hombre cómo para poner un alto en esta situación.
-Cuida tu boca Corey. Sabes que es cosa de madre y la señora Taylor. No quieren que el niño salga a la luz, y mucho menos que se relacione mucho tiempo con Elinor.- explicó algo molesto por la manera que tuvo su hermano pequeño en referirse sobre él.- Así que no es mi culpa.
Corey giró su misterioso perfil, viendo al de su hermano. Mordió el interior de su mejilla y chasqueó su lengua molesto. Estaba seguro que aunque fuera más pequeño era mucho más sensato que su hermano mayor.
-Ya claro, esperais a que ese niño se críe sin una madre ni un padre.- relamió sus labios molesto.- Por cierto, ¿Dónde está su padre?
A Corey lo que más le molestó fue él hecho de que estaban haciendo que el pequeño de ojos avellanas creciera sin sus figuras paternales, sin poder evitar pensar en su gran amado Remus Lupin, él cuál si no fuera por los señores Lupin-Weasley seguiría en aquel repugnante orfanato del que le había hablado una de las veces que quedaron en la torre de Astronomía.
Tayden Seadert era un pequeño de tan solo dos años, muy hablador sin duda, con gran pasión por correr por todos lados desde que aprendió a caminar, era muy dulce y Corey podía comprobarlo porque cuándo su madre y la señora Taylor no estaban por la gran mansión de lso Avery iba a su encuentro para poder jugar con él, ya que nadie parecía preocuparse porque el joven disfrutara de su infancia.
Siempre había odiado a los niños, pero esta era una excepción.
-El padre ni siquiera sabe de su existencia. Además odia a Elinor. No creas que servirá de mucho presentarselo.
-Y tú probablemente te hagas cargo del niño cuándo Elinor y tú os caseis ¿cierto?, porque la amas tanto y ejerceras de una buena figura paterna.- comentó irónicamente molesto, cruzándose de brazos.- ¿Sabes qué? Mejor me voy, no soporto a esta puta familia.
Y sin decir más salió de la sala, chocándo hombros con su hermano mayor ya que ambos eran altos pero de la misma estatura, no sin antes dedicarle una melancólica sonrisa a la futura esposa de su hermano. Se diriguió a encerrarse en su habitación.
Thomas Avery y Elinor Taylor estaban comprometidos forzosamente debido a sus madres y al querer seguir el linaje de las familias puras en el mundo mágico. Elinor tuvo que hacer varios sacrificios para satisfacer a su familia; dejó a su novio en esos momentos, Adriert Vance quién creyó que esta lo engañaba cuándo se enteró de que se casaría con el Avery.
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𝖱𝖺𝗆𝖾́-𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒 +18
Fanfiction-"Primera regla, no tocar al modelo"- •••• Año 2007, la vida de su familia va sobre ruedas, su gemelo a punto de casarse con la mujer que el lleva amando toda la vida, sus hermanos todos en una relación. ¿Él? Divorciado, y superando que por un erro...