Días más tarde
Dentro de ella aún había dudas. La fiesta de compromiso de su prima resultó ser un horror. Se alegraba de que ella estuviera casada con un hombre como Neville, quién la amaba y respetaba, quería que ella fuese feliz. En cambio, no pudo disfrutar plenamente de la fiesta, lo que pasó con su ex novio la dejó algo marcada, había pasado unos días aislada, ni siquiera vió al pelirrojo, pues necesitaba encontrarse con ella misma. Organizar sus prioridades, dentro de la que estaba su salud mental. Pasó dos o tres días en su taller, se mantuvo por el contrario ocupada, plasmó sus sentimientos en aquel lienzo en blanco. Para muchos un simple dibujo, para ella una historia contada.
Una historia cargada de dolor, sufrimiento pero lo más importante, superación. Su historia.
Una instantánea sonrisa se formó en su comisura al ver por lo vidreos del edificio al pelirrojo que se encontraba dejando una caja que parecía ser pesada en el mostrador.
George Weasley.
Aquel hombre que había puesto su mundo patas arriba en cuestión de pocos segundos.
Acomodó su bolso y entró a la tienda de los gemelos dispuesta a verlo. Al escuchar la campanilla sonar indicándole que un cliente nuevo acababa de llegar soltó un bufido leve girándose hacia la entrada, ya preparado para recitar las palabras "aún no esta abierto, está cerrado".
Su expresión totalmente cambió al chocar con los ojos esmeraldas. Su expresión se relajó, sus ojos brillaron y una sonrisa se implantó en su rostro. Fue corriendo hacia ella.
-¡Noareth!.- vaciló en mantener distancia u no, desde lo ocurrido no quería incomodarla por lo que optó por dejar espacio entre ellos.
Ese espacio fue cerrado cuándo la Vance rodeó su cuello atrayéndolo hacia ella, sus finos labios atentaron contra los de George, marcando el compás. Pidió acceso a su boca, causando que sus lenguas se encontraran permitiéndoles recorrer toda su cavidad bucal. George se sorprendió ante la dominante actitud de la mujer, pero sin rechistar sus manos amasaron su trasero pegándola más hacia él.
Noareth jadeó contra sus labios. Rompió el beso y rogó por que el aire llegase a sus pulmones. Sus mejillas estaban sonrojadas a causa de la euforia y su pecho subía y bajaba con rapidez. George acomodó su mechón de su pelo tras su oreja, sonriéndole a aquella mujer que le hacía soñar.
-¿Cómo estas cariño?- preguntó sin romper la cercanía maravillado ante aquella dulce mujer frente a él.
-Mucho mejor, siento no haber venido antes a verte necesitaba algo de tiempo.- se excusó formando una mueca apenada en sus labios.- Por cierto, ¿Fred no está?
Los gruesos y cálidos labios de George se posaron en la frente de su rubia, dejando un cariñoso beso en esta. Tras aquel gesto, sus ojos la miraron rebosando de un feliz brillo.
-No te preocupes rubita, te entiendo- la estrechó contra su pecho.- Está en el sótano enseñándole algunas pociones a Hiraeth. Ya sabes, a ella no se le dan muy bien pero sin embargo le encanta todo relacionado con las bromas y la tienda. Trata de aprender y nosotros nos turnamos para enseñarla.
Una sonrisa creció en sus labios, sin duda tanto Fred cómo George eran hombres admirables.
-Es muy bonito de vuestra parte. Me alegro que no ronde por aquí, me gustaría hablar contigo.- murmuró alzando la cabeza sin querer separarse de su calor corpolar.
George la miró algo confuso, no sabía de que debían hablar, sin embargo le prestó total atención.
-Claro, dime cariño
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𝖱𝖺𝗆𝖾́-𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒 +18
Fanfic-"Primera regla, no tocar al modelo"- •••• Año 2007, la vida de su familia va sobre ruedas, su gemelo a punto de casarse con la mujer que el lleva amando toda la vida, sus hermanos todos en una relación. ¿Él? Divorciado, y superando que por un erro...