Capítulo 12

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Intenté pellizcarme para ver si lo que realmente estaba viendo era una ilusión o si real. Ella había arruinado mis vacaciones, y estaba haciendo más que eso, estaba arruinando mi matrimonio.

-Alexa estuvo insistiendo en que vinieran, pues dice que hay un gran problema en el negocio- dijo Aarón con una sonrisa falsa.

-Resolvamos esto rápido- comentó Alexander mientras caminaba a su oficina.

Yo solo miré como los tres caminaban a la oficina, y yo me quedé ahí parada como estúpida.

No solo estaba molesta, esta dolida, furiosa y frustrada. Muchas cosas estaban pasando a mi alrededor y no sabía cómo lidiar con ellas.

Alexa y Aarón entraron primero al lugar, Alexander se quedó en la puerta esperando que yo entrara.

-Me voy a quedar aquí- dije seria.

Él solo rodó los ojos y entró. Se cerró la puerta.

Me senté en los sillones de espera. No quería estar ahí dentro y recordarme cada segundo que mis vacaciones y mi vida estaba siendo arruinada por esa mujer.

Para distraerme un poco, saqué mi teléfono e intenté llamar a mis padres para contarles sobre el viaje y las cosas buenas que me habían pasado. Lamentablemente me mandaba a buzón. Esto no era novedad, llevaba algunos días sin contestar mis llamadas, y eso me preocupaba, sin embargo, cinco minutos después me escribía mi hermana, para decirme que todo estaba bien.

Ya ni siquiera intenté volver a llamar. Sólo recosté mi espalda y cerré los ojos.

-Me alegro mucho de verte aquí- comentaron mientras se sentaban a mi lado.

Abrí los ojos y vi a mi amiga.

-Pues yo no estoy tan feliz de estar aquí- respondí decaída.

-Sé lo que pasó con Alexa, y déjame decirte que si es una perra maldita-

Reí ante el comentario de Claudia.

-Lo peor es que yo no puedo hacer nada, porque Alexander prefiere el bienestar de su empresa-

Ella me dio un pequeño abrazo.

-Si te sirve de consuelo, las cosas no andan muy bien con Aarón-

-¿Ahora por qué?- pregunté confundida.

Ella suspiró. En sus ojos podía ver algo de tristeza, y aunque se rehusara a aceptarlo, tal vez era hora de abrir los ojos.

-Siento que me está ocultando algo, lo noto raro y tengo la sensación de que me está mintiendo- comentó.

-¿Y por qué no se lo preguntas directamente?-

-Ya lo he hecho, pero evade mi pregunta. Por eso voy a acudir a ti-

-¿A mí?- cuestioné.

-Necesito que investigues con Alexander si realmente está pasando algo o yo estoy volviéndome loca- contestó.

Negué con la cabeza.

-Le prometí que ya no me metería en sus asuntos, y me mantendría al margen-

-Él te prometió una vida llena de amor y mírate-

Auch. Golpe bajo.

Pensé un momento la propuesta de mi amiga. Me preocupaba mucho su estabilidad y quería evitar que le rompieran el corazón. Tal vez este era el momento.

-No prometo nada, pero voy a intentarlo-

Ella me dio una sonrisa sincera.

-De verdad muchas gracias, y espero no causarte problemas- comentó. Acto seguido, se levantó y se metió a la oficina de Aarón.

¿Para Qué Quedarme? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora