-Gracias por llevarme- agradecí a mi amiga.
-No hay problema- dijo sincera. Ella siguió manejando.
Después de la llamada de mi hermana, no supe que decir. Mi mente se quedó en shock.
Ella solo me explicó que su corazón se había detenido, y que tenía que ir lo antes posible. Al no tener una respuesta de mi parte, colgó. Fue cuando desbordé en llanto. Mis ojos habían terminado hinchados de tanto llorar.
Cuando llegó Claudia y me vio en mi estado, se asustó tanto que pensó en llamar a Alexander, pero no se lo permití. No quería que me viera así. Entonces solo me abrazó y se quedó a mi lado.
Finalmente, cuando me tranquilicé, le pedí que me trajera a casa de mis padres, pues ahí sería el sepelio.
Mientras miraba por la ventana, vino a mi mente el recuerdo de cuando mi mamá me aceptó de nuevo en casa, después de años de no vernos. Recordaba el amor que me hizo sentir y lo plena que me sentía.
Pero el sentimiento que más se apoderaba de mi era la culpa. Yo no había pasado tanto tiempo con ella los últimos meses y ni siquiera me pude despedir.
Los ojos hinchados se volvieron a llenar de lágrimas.
El teléfono de mi amiga sonó. Miramos quien era y el nombre Aarón apareció.
-No voy a contestar- acto seguido ella colgó.
-También te agradezco por no decirle a nadie de la muerte de mi madre. Quiero mantenerlo en secreto hasta que sea capaz de digerirlo- mencioné.
-No tienes nada que agradecer, eres mi mejor amiga- respondió.
Sonreí ante su respuesta.
Mi corazón se sentía mejor al saber que no estaba completamente sola, pues Claudia era un buen pilar, sin contar que tenía a mi familia. Y con respecto a mi esposo, no quería decir nada, pues no me sentía completamente estable emocionalmente para enfrentarlo a él y a la perdida de mi mamá al mismo tiempo.
Necesitaba un tiempo para mí, donde supiera que es lo que quería. Y la muerte de mi madre podría hacerme ver muchas cosas.
-Tengo que decirte algo- habló Claudia mientras miraba la carretera.
-¿Qué pasa?- cuestioné mirándola.
Ella suspiró.
-Antes de dejar la empresa, quise hablar con Aarón sobre lo que pasaría entre nosotros dos y al acercarme a su oficina, lo escuché hablar con la tal Katia- dijo en un tono triste -Él le dijo que pronto se verían y decidirían que hacer con su relación-
Eso me hizo pensar.
¿Qué estaba esperando para decirle lo de Instagram?
Sería una peor amiga si me quedara callada.
-También tengo algo que decirte- comencé -Encontré el perfil de Instagram de la tal Katia, y la mayoría son fotos de ellos dos, pero su ultimo post son los dos cenando en un restaurante de la ciudad, la semana pasada-
Mi amiga no dijo nada, y sin perder la vista a en el camino, se orilló en una gasolinera de paso.
Giró su cabeza para verme, y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-Él nunca va a amarme como yo lo hago- dijo con la voz rota.
Me conmovió mucho verla así, porque sabía lo que sentía no ser correspondida. Se sentía horrible no recibir el mismo amor que damos.
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¿Para Qué Quedarme? #2
RomanceAlexander y Elena eran la pareja perfecta, pero, ¿esa perfección superaría todos los obstáculos? No sólo se trataba de amor, pasión y dulzura, ahora se había convertido en un juego de confianza, madurez, y sobre todo, dejar atrás a los fantasmas...