5. La bestia enloquecida y el regreso de antiguos compañeros

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16 de Enero - 13:46 PM

- Bien. ¿Están listos?

  - Adelante, cuando quieras

Sostenía a master hall entre mis manos. Los párpados me pesaban debido al cansancio. No pude pegar ojo en toda la noche. De no ser por algo llamado "café", ya habría cedido ante el sueño. Por suerte, la cafeína hacia bien su trabajo: todos mis sentidos estaban alerta. Aunque sabía que mi aspecto no era para nada agradable, pues Burgh se espantó al verme llegar, mientras que Iris reía a carcajadas. Seguramente tenía unas ojeras espantosas.
Drayden, en cambio, me lanzó una mirada severa de desaprobación.

  - Muchacho, ¿qué estuviste haciendo durante la noche?- Había preguntado con voz ronca, para clavar sus ojos en Touko un momento.

  - ¡Nada de eso!- Mi pequeña saltó a defenderme casi de inmediato -Yo... No podía dormir. Natural se quedó despierto hasta que logré conciliar el sueño. Después, tuvo que contactar a Ruga para traer a todos estos voluntarios

  - Mmm... Está bien

No mentía. Tras hablar con el sabio, ordené a unos pocos soldados que vinieran al punto de reunión (en el Santuario Abundancia). Ahora, estaba rodeado por mis subordinados, Burgh, Iris, Drayden y Touko. Me miraban con expectación, esperando mi movimiento.

  - ¿Están todos listos...?- Apenas reprimí un bostezo mientras hacia la pregunta. Necesitaba otra taza de café... -Recuerden: no estamos tratando con cualquier Pokémon. Se trata de un Reshiram incluso más poderoso que el de nuestra región. Si al sacarlo de la poké ball se muestra demasiado inquieto o intenta escapar, necesitaré que lo contengan para devolverlo

  - Lo sabemos- Iris se estiró, temblando levemente en proceso -¿Por qué lo repites?

  - No es algo con lo que lidiar a la ligera- me crucé de brazos -Lo entenderás al verlo

La chica desvió la mirada y sonrió ampliamente.

  - Lo siento, pero se me es imposible tomarte en serio con ese rostro demacrado que tienes

Tanto Burgh como yo suspiramos, mientras su abuelo cerraba los ojos. Decidí darle inicio de una vez por todas al experimento. Apreté el botón de la master ball mientras sentía mis manos temblar. Tragando saliva, la lancé hacia el aire.

  - ¡ROAAAAAAAR!

Inmediatamente después, un feroz rugido nos ensordeció. Zekrom, que estaba detrás de mí, se agazapó. La turbina de su cola desprendía chispas azules.
Reshiram mantenía los colmillos apretados en un gruñido. Estaba inquieto, nervioso. 

  - ¡Wow! ¡De verdad es otro Reshiram!- Exclamó Iris, encantada.

  - ¡No te muevas!- Espeté al ver que daba un paso -Dale espacio. Deja que se acostumbre a nosotros. Tiene que entender que no suponemos un peligro

El intruso miraba a su alrededor. Sus ojos azules de clavaron en Zekrom varias veces. No hacía ningún movimiento además de ese.
Entonces, sin previo aviso, alzó el vuelo veloz como un relámpago.

  - ¡Zekrom, atrápalo!

Mi compañero obedeció de inmediato. Mientras tanto, Drayden e Iris habían sacado un Hydreigon y un Dragonite —respectivamente— para salir tras la persecusión del legendario. Si escapaba, nos meteríamos en un buen lío.
Esta vez, Reshiram sí atacó. Aprovechó la altura para lanzarnos una lluvia de fuego encima. Zekrom contrarrestó las llamas con Dragoaliento mientras yo miraba hacia abajo. Touko seguía allí junto con Burgh y algunos de mis subordinados. A lo mejor requerían de ayuda. Sin embargo, mi pequeña sacó a Zeraora y Greninja mientras ella y los demás se dispersaban. Minutos luego, cuando el humo que las llamas habían provocado protegió de mi vista el suelo, una figura amarilla apareció a toda velocidad junto a Zekrom. Reconocí a Zeraora de inmediato. Y, por lo que alcancé a ver, Touko estaba aferrada a su lomo... Bueno, hasta que saltó al vacío.

III. 𝐿𝑎 𝑅𝑒𝑠𝑢𝑟𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑜𝑠 (𝑁 𝑥 𝑇𝑜𝑢𝑘𝑜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora