III. 𝐿𝑎 𝑅𝑒𝑠𝑢𝑟𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑜𝑠 (𝑁 𝑥 𝑇𝑜𝑢𝑘𝑜)

9. La despedida y el inicio de la aventura

30 de Enero - 7:22 AM

Han pasado nueve días desde que iniciamos los preparativos para viajar. Durante ese tiempo, hemos estado muy ocupados. Touko se encargó de conseguir los boletos para un avión a Sinnoh y capturar algunos Pokémon en el bosque para ayudarnos en el viaje mientras yo repartía órdenes a diestra y siniestra a mis subordinados. Llevaba a Touya conmigo para enseñarle las instalaciones de nuestra cede, así como las distintas funciones que cada división del equipo cumple.
Como si eso no fuera suficiente trabajo, también me dediqué a entrenar a mis Pokémon junto con Touko. Una tarde, mientras hacíamos prácticas básicas de emboscada, Cheren se apareció en el Solar de los Sueños (el lugar que habíamos destinado para ejercitar). Llevaba una master ball en la mano, y nos la entregó.

- Pensé que podría servirles- Había dicho -Jamás la usé, y ya que Touko utilizó la suya cuando estuvo fuera de Teselia, la de Bel se perdió al capturar el Genesect y la tuya con el Reshiram intruso, pensé que debía dejártela

- Oh, ¡pero no lo hagas!- Mi pequeña negó repetidas veces con la cabeza -Consérvala. Seguramente será útil si la región es atacada mientras estamos fuera

- Lo dudo mucho- Él suspiró -Si algo llegara a suceder, no podremos acercarnos lo suficiente al Pokémon causante como para capturarlo. Seguro que ustedes podrán sacarle más provecho

- ...

Todo estaba listo. Teníamos que estar en el aeropuerto de Ciudad Loza a las 9 AM. Pero, antes de ir hacia allí, mi pequeña quiso visitar dos lugares. Uno era el claro del bosque donde yacían los restos de nuestra cabaña, y el otro era...
Alcé la mirada. Una altísima torre de piedra blanquecina se alzaba ante nosotros.

- La Torre de los Cielos- Susurré -¿Vas a presentarle tus respetos a Archeops?

Mi pequeña asintió con ojos opacos. Todo su optimismo y emoción por el viaje se desvanecieron; ahora parecía estar lamentando en silencio la muerte de su compañero. Acostumbrábamos a ir allí cada dos meses, pero comprendía perfectamente por qué mi pequeña quería hacer una visita antes de irnos.
Aquél podía ser el último día en el que pisáramos Teselia.
Una vez dentro de la lúgubre estancia, Touko serpenteó entre las lápidas hasta las escaleras a paso veloz. La seguí con más calma, pensativo. Quería repasar lentamente la lista de cosas que teníamos que hacer antes del viaje, así como lo que llevaríamos. No obstante, escuché que me llamaban.

-¡Natural! Te estás quedando atrás...

Moví la cabeza de un lado al otro mientras reprimía un suspiro.

- Ya voy, pequeña...

Al llegar a la tercera escalera ya quería desmayarme de cansancio. Estaba muy fuera de forma definitivamente... Eso y que Touko me hizo correr hasta el cuarto piso sin detenernos. Mi consuelo es que ya habíamos llegado a nuestro destino. Lo supe al ver a mi pequeña arrodillada frente a una lápida. Exhibía una corona de rosas blancas. La joven tocó el grabado con el nombre de su Pokémon y la fecha de fallecimiento mientras se llevaba la otra mano al pecho.

- Hola, Archeops- Susurró -Sé que vinimos haberte hace no mucho, pero ha ocurrido algo y tengo que irme de Teselia junto con Natural- Hubo un largo silencio -Venía a despedirme. Te voy a extrañar mucho, y también a la región, pero...- Su voz comenzó a temblar, así que tuvo que tragar saliva en seco antes de proseguir -Pero no olvides que siempre serás muy importante para mí. Te llevo en el corazón

Siempre que acudíamos a la torre para rendirle homenaje a Archeops, mi pequeña se mostraba afligida. Pero esta vez rebasó el límite: Touko se había echado a llorar, abrazando la lápida. Sus ojos brillaban por las lágrimas, mientras susurraba tenuemente «lo siento». Quería abrazarla para mitigar un poco su dolor, más sabía que era mejor no interferir. Era un duelo que debía llevar a cabo sola... Y, además, Archeops había muerto siguiendo las órdenes de mi pequeña cuando Zekrom me absorbió en el Orbe Oscuro. En parte era mi culpa la muerte de su compañero.
Como si hubiera emergido de aguas profundas, mi pequeña se levantó con expresión resuelta y sacudiendo la cabeza de un lado al otro.