-Bien, estoy listo -dijo Jungkook poniendo un pie en la sala donde estaba su mamá y Taehyung
Un chiflido de albañil resonó en la sala- Pero miren nada más... Que guapo te vez Jungkookie -dijo su mamá sonriendo
-¿Vas a dejar tu curriculum* o vas a modelar en una pasarela? -Murmuro Taehyung mirándolo de arriba a abajo
-¡Ya! -chilló completamente sonrojado- Ca-cállense... Bueno, me voy -murmuro antes de comenzar a caminar de manera rápida hacia la salida de la casa- ¡Adiós, Chao!
Un suspiro salió de sus labios al sentir el aire fresco chocar contra su rostro, el día estaba fresco y bonito. El sol estaba suave, a pesar de ser casi de medio día, que es cuando el sol está mas fuerte, el sol no llegaba a agobiarlo o quemarlo.
Empezó a caminar a paso lento por las transitadas calles de Seúl, observando todo detalladamente. Haber estado tanto tiempo sin poder haber visto nada, lo había echo reflexionar respecto a la vida; había aprendido que había que valorar hasta los mínimos detalles de ella. Realmente se sentía muy feliz de poder haber tenido una segunda oportunidad para poder seguir viviendo la vida de manera libre y feliz. Aprovecharía para hacer todo lo más amaba en la vida.
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Un suspiro pesado salió de sus labios al sentirse cansado, había estado dejando su curriculum en todos los lugares que habían en Seúl, solamente le faltaba uno, y ese era Mimi's cake, que por lo visto era una pastelería muy famosa de Seúl.
-Es el último lugar- se dio ánimos para tratar de quitar su cara de sueño que tenía
Entro haciendo que la campanita que indicaba que alguien había llegado sonó. La pastelería estaba casi vacía, a excepción de una mesa que estaba al final donde había una pareja y otra donde estaba un grupo de amigos charlando y riendo.
-Uh, disculpe... -Le habló a un joven de cabello color menta que estaba atendiendo allí, logrando que este le pusiera atención- Me enteré por el periódico que estaban buscando mesero y vine a dejar mi curriculum
-Oh, en ese caso, debes de hablar con el jefe -dijo y sonrió de forma amable- deja lo llamo -dijo e hizo una pequeña reverencia para retirarse de allí
-¡Minnie, Minnie! -dijo el chico llegando algo agitado al despacho de su jefe.
