El padre de mi novio. [Versión 2022] ✅

24. La reunión.

POV OMNIPRESENTE.

El resto de la tarde hasta la noche la pasaron en la cabaña, pero distanciados.

Ian había estado en la mesa del salón con el ordenador portátil, trabajando lo que quedaba de día, mientras Kay fue a deshacer la maleta y guardar la ropa en el armario, solo para darse cuenta que ya había ropa de él ahí.

Olía a su perfume y sabía perfectamente que era de él, no podía ser de Blake porque era más grande y de otro estilo más formal que éste no usaba.

Entonces entendió que esa era la habitación en la que Ian se quedaba cuando dormía ahí y pensó en preguntarle si quería cambiarla, pero también pensó que Blake no sabía que sus padres estaban separados y que dormían en cuartos diferentes, así que no le propuso nada para que los micrófonos no recogieran la conversación.

Kay pensó que si quería hablar con Ian iba a tener que ser cuando fueran de excursión o hicieran alguna salida porque ahí dentro no iba a poder decirle nada.

No iba a poder contarle que Blake había vuelto con la maleta vacía, ni lo que había pasado cuando salió con él y sus amigos, ni que éste le había escrito ayer porque no fue al aeropuerto a despedirlo ni que su padre y Brian comenzaban a sospechar que algo le pasaba, ni nada.

Por la noche cenaron en el comedor dentro de la casa, ya que a esas horas hacía mucho frío fuera como para estar en la terraza o en los porches, y estuvieron casi en silencio comiendo algo que Ian había preparado, de nuevo.

No dejó que Kay se pusiera a cocinar el primer día por ser la invitada, aunque sí la dejó fregar lo que habían usado cuando ella le insistió por ayudar, le sonrió con inocencia y le suplicó de esa manera que tan difícil le hacía negarse.

Luego de cenar y recoger, ella encendió la televisión en un canal aleatorio para despejar su mente cuando él fue a ducharse primero, pero no conseguía concentrarse en el programa que se estaba mostrando sabiendo que Blake podría estar viéndola.

Se sentía como en un reality show, pero peor.

En lo alto del sofá había una manta en la que se enrolló porque hacía bastante frío incluso dentro de la cabaña, puesto que Ian aún no había encendido la calefacción que le había mencionado con anterioridad y Kay no sabía cómo hacerlo.

Le llegó un mensaje al móvil que tenía en las manos.

Aunque tenía una película de fondo en la televisión, estaba usándolo para distraer su mente y sus pensamientos por todos los medios, pero simplemente estaba revisando las redes sociales y escribiéndose con Abby sobre las malas noticias. Su mejor amiga estaba furiosa con Blake. Más de lo que estaba de por sí.

Kay subió los pies descalzos al sofá doblando las rodillas para poner el teléfono entre medio de ellas, tapándolo disimuladamente con la manta para que se viera lo menos posible en las cámaras, si era que alguna captaba la pantalla de este desde la vista cenital de toda la casa por todas las esquinas.

El mensaje era de Ian.

Era un vídeo.

Tuvo que haberlo pensado dos veces antes de darle al botón de reproducir mientras bajaba el volumen porque la desconfianza le ganó, pero su cabeza no estaba pensando en lo que tenía que pensar sino en Blake y en que podría estar viéndolos.

En la pequeña pantalla de su teléfono se mostró la imagen de Ian en la ducha. Sólo se veía de su boca hacia abajo, muy abajo, más abajo de su ombligo.

Una de sus manos la tenía apoyada en la pared sobre la cámara y la otra envolvía su entrepierna, apretándola y moviéndola de arriba abajo con cierta rapidez. Por la manera en que movían sus labios y se pronunciaba su nuez, supo que estaba gimiendo. Además de por su respiración agitada.