No se qué pasó, ni cuándo pasó, solo recuerdo haberlo conocido en un tonto sitio donde podías hablar con prisioneros para que no se sintieran solos.
Que tonta idea, pero fue inevitable no buscar aquella página...
Ahí fue donde lo vi... me llamó la a...
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Nadie me puede alejar
De tu brazo
No iré a ningún lado
Aquí vamos otra vez
Escucho el sonido del dolor
Fluyendo lentamente por mis venas
Oh God
• ° Oh My God - (G)I-DLE ° •
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Aviso.
Antes de que empieces a leer este bellísimo capítulo, me complazco en avisar que lo que leerás a continuación es importante ya que es el pasado de uno de los personajes, queda en ti leerlo o no.
PD. Posiblemente sea un capítulo largo.
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Era un nuevo día, Sábado por la mañana, un día soleado pero con un aire helado, nadie sospecharía de un día tan hermoso, ¿Verdad?
Taehyung tenía un plan, siempre lo tenía y ésta vez no sería la excepción, eliminaría cualquier piedra u obstáculo que se atreviera a interferir entre su ____ y él, vaya, eso sonaba bien, muy bien, "mi ____", pensaba y pensaba mientras una sonrisa crecía y crecía, y en sus manos acariciaba aquel tierno can de anterior nombre Coco, quien ahora volvería a ser lo que una vez fue, su Yeontan, su único mejor amigo en este mundo tan frío y monócromo. Lo único que le quedaba de Jimin...
Por otro lado, muy lejos de Corea del Sur, se encontraba un fortachón con una enorme y radiante sonrisa que nada ni nadie se la quitaría del rostro. ¿La razón?, Este día volverían a su país y por fin podría abrazarla hasta que ya no sintiera los brazos, besarla hasta que se harte, mimarla hasta el cansancio y decirle lo hermosa que era. Vaya, si que estaba enamorado de verdad, eso era bueno, y tanto Seokjin como él lo sabían, Namjoon tenía un pasado que no les gustaría recordar, por eso Seokjin a veces se comportaba como un padre para él a pesar de ser más grande por meses (al menos en edad, porque vaya que en altura la ganaba Namjoon); Seokjin se sentía muy feliz por su amigo, su hermano, su familia, su todo. Han pasado por tanto y que por fin la vida y la suerte decidan ponerse de su lado los hacía sentirse dichosos.
