No se qué pasó, ni cuándo pasó, solo recuerdo haberlo conocido en un tonto sitio donde podías hablar con prisioneros para que no se sintieran solos.
Que tonta idea, pero fue inevitable no buscar aquella página...
Ahí fue donde lo vi... me llamó la a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yo sabía que tu salvación,
Es parte de mi vida y es la única ayuda que abrazará mi dolor.
Lo mejor de mí, eres lo único que tengo.
Por favor, habla más fuerte para que al fin pueda reír otra vez.
• ° Save Me - BTS ° •
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me la pasé buscándolo pero me rendí al no encontrarlo, suspiré y regresé al salón.
— ¿Dónde está- —empecé a preguntarle a un compañero acerca de Harley, sin embargo, me interrumpió.
—Harley se fue temprano, me dijo que te dijera que iba a ver a su abuela.
—Gracias... supongo.
¿Qué demonios? Harley no tiene abuela.
Mientras pensaba a donde había ido Harley, mi celular vibró. Al notar que Nam me estaba llamando decidí contestarle.
—Hola amor —lo saludé, seguramente en mi rostro está una enorme y boba sonrisa.
—Amor... perdón...
Lo sabía. Sabía que siempre que una conversación iniciaba así es porque tiene entrenamiento.
—No te preocupes... no importa —en realidad si me importa y mucho, quería que saliéramos para espabilarme un poco. Y contarle sobre el proyecto del bebé.
—Aunque me digas eso sé que anisabas que saliéramos hoy, y yo también, mierda, como quisiera poder estar ahí contigo, me siento el peor novio del mundo.
—Hey Nam, tranquilo, está bien, el fin de semana podemos hacer maratón de películas y palomitas.
— ¡Si! Amo los fines de semana amor. Lo esperaré con ansias~
Amo cuando él se comporta como un niño.
—Jaja okey okey. ¿En tu departamento o en el mío?
—Mmm... eh... ¿____? No te escucho, ¡se está cortando la llamada!
— ¡Nam! Hey Nam, ¡Si te-
Tarde, la llamada se había "cortado."
Eso fue muy raro.
Suspiré creo por octogésima vez este día. Acomodé bien mi mochila y la estorbosa pañalera del bebé para poder cargarlo y que no se me cayera.
Estúpido Jeon. Me dejó sola con el bebé. Al diablo con ser un tierno conejito.
Indignada tomé el autobús que me lleva hasta el edificio donde vivo. Está como a unos 20 minutos en autobús así que casi todos los días lo tomo, rara vez voy caminando ya que es cuando Harley y yo hacemos pijamadas.
Pero como Harley desapareció he decidió tomar el autobús, sin contar que no pensaba caminar con una pañalera y un bebé falso.
20 minutos después, el autobús se estacionó en la parada. Le agradecí y bajé de ahí. Rápido me escabullí hasta entrar al edificio, no podía permitir que ninguno de los vecinos me viera con esto, así como son de chismosos, el rumor de que tengo un "hijo" se esparciría hasta quien sabe dónde.
Logré pasar con éxito el lobby. Ahora estoy entrando al elevador. Cuando estaban por cerrarse las puertas, creo que fue mi imaginación, pero vi a Jeon.
Tal vez es el estrés o de tanta cosa que tengo en la cabeza.
Me recargué en un extremo del elevador y esperé hasta que llegara al piso 8.
No soy fan de elevadores pero en estos momentos subir las escaleras no era una opción.
El "tin" del elevador me sacó de mis pensamientos. Las puertas se abrieron y rápido salí de ahí.
Apartamento 102.
Lo bueno de este edificio es que no manejan llaves, sino tarjetas. La verdad fue un alivio para mi ya que las llaves no son para mi, las pierdo siempre.
Al pasar la tarjeta, entré rápido y la cerré tras de mi.
Dejé mis zapatos en la entrada y me puse mis pantuflas, como los apartamentos tenían alfombra, no me podía permitir ensuciarla con mis zapatos. Ya era demasiado limpiarla aunque no metiera mis zapatos.
Dejé la pañalera en mi cama y me senté en mi sillón (bueno el único que hay), junto con el bebé y prendí la tele.
Cuando un terrible sonido interrumpió mi paz.
Suspiré y algo furiosa me levanté del sillón. Caminé hasta la puerta y por la mirilla alcancé a ver que varias personas iban y venían con cosas y cajas, al parecer alguien se estaba mudando. Salí de mi apartamento para ver quien se estaba mudando o por qué tanto escándalo por una mudanza.
—Disculpe, ¿alguien se está mudando? —detuve a un muchacho el cual venía con una caja, se que sonó obvia mi pregunta pero no pude evitar hacerla.
—Si señorita, perdone si hacemos mucho escándalo, es que el inquilino tiene muchas cosas pesadas.
—Oh... no hay problema.
Dejé seguir con su trabajo al muchacho y me asomé un poco para ver el apartamento.
Hasta ese momento noté que iba a ser mi vecino. Apartamento 101. Espero que no sea ruidoso.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por alguien que me asustó.
— ¡Bu!
— ¡Hey! —volteé dispuesta a enojarme con él que me había espantado cuando las palabras parecieron desaparecer de mi boca.
— ¿Qué? ¿Acaso te comieron la lengua?
— ¿T-Tu?... ¿Qué...?
— ¡Sí! Lo sé, es algo loco, pero pensé que podríamos vernos más seguido si me mudaba a un lado tuyo.
—Ah... eh... n-no se que decir, estoy bastante sorprendida. Seremos vecinos.
