Capítulo 26: Parte 2

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La comisaría comenzó a llenarse de gente poco a poco y cuando las personas más cercanas a Elizabeth comenzaron a llegar, Harry sintió que un nudo amargo se le formaba en la garganta.

—¡Harry! —Kevin entró en la oficina acompañado de Leslie y Brandon Tanner.

Él le puso una mano en la espalda.

—Créeme que estamos haciendo todo lo posible —le dijo. Sabía que no era suficiente para su hermano escuchar aquello, porque él tampoco conseguía conformarse. Deseaba salir corriendo y buscarla, aun sin saber por dónde empezar.

Kevin asintió y se dejó caer abatido en una de las sillas.

—¡No puedo creerlo! —Leslie estaba conmocionada, sostenía un pañuelo blanco y no cesaba de llorar—. ¡Yo misma lo acerqué a ella!

—Leslie, no pienses en eso. —La tranquilizó—. Habría encontrado la manera de llegar a ella de cualquier modo.

—¡Es culpa mía! Si algo malo le sucede a Elizabeth...

Harry la interrumpió.

—¡Nada malo le va a pasar a Elizabeth!

Leslie asintió, pero sabía que solo buscaba calmarla.

—Será mejor que te sientes con Kevin y Brandon. —Le hizo señas al diseñador para que fuera a buscarla—. Brandon, quédate con ella.

Él se la llevó y la sentó junto a Kevin, pero regresó a su lado.

—Detective. —Frunció el ceño—. ¿Tienen alguna pista certera de dónde puede estar?

Harry sabía que, en aquellos casos, a veces era necesario mentir u ocultar parcialmente la verdad, pero él no tenía ganas de hacerlo.

—No —respondió abatido—. Estamos vigilando su casa y nuestros hombres la están poniendo patas arriba; si hay alguna pista de dónde pueden estar, lo sabremos de inmediato.

—Pobre chérie. —Se cruzó de brazos—. Confió en ese loco y ni siquiera sabía con quién estaba realmente.

Harry no dijo nada, mucho menos le mencionó que, en algún momento de la investigación, había sospechado de él. Sobre todo, tras el incidente con Sam, cuando apareció de repente en el edificio para ayudar a Elizabeth.

Había estado equivocado y había dirigido su atención a la persona errónea, tal vez solo por celos, y estaba pagando las consecuencias.

Rachel abrió la puerta de la oficina y tras saludar fugazmente a todos le hizo señas de que saliera al pasillo.

—Me acaban de llamar los muchachos; han dicho que han encontrado un par de recibos de alquiler de un depósito en el centro de la ciudad. Al parecer, lo alquiló a principios de mes y todavía sigue pagando.

—Que envíen a la unidad de rescate y a los SWAT si es necesario —le indicó y regresó a su oficina—. Voy por mi arma.

Rachel asintió y se puso en camino.

—¿Qué sucede? —preguntó Kevin y se levantó de un salto.

—Tenemos una pista. Estamos yendo en este mismo momento —le respondió mientras se acomodaba la cartuchera en la cintura.

—¡Yo también voy!

—¡De ninguna manera! No podemos arriesgar la vida de ningún civil —le dijo y lo detuvo antes de que saliera con él—. Esperen aquí, yo mismo les avisaré si hay alguna novedad.

Kevin respiró hondo.

—Tráela de regreso, Harry —le pidió.

Harry no dijo nada, solo asintió. En el pasillo, Phil Conway le salió al encuentro.

Nomeolvides | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora