Capítulo 22

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- Señor esta confundido mi madre no...

- No hablo de la mujer que te crio...

- ....- Esta vez sintió el impulso de retroceder, pero el hombre le veía con anhelo

- Nunca supe de ti hasta hace poco... no tenía idea de cómo encontrarte y...

- No entiendo... está equivocado... yo debo...

- Arthit tengo tanto que explicar... ¿podrías darme una oportunidad? No quiero hacer daño, solo quiero conocerte...

- Yo...- su corazón palpitaba de una forma extraña, dolía, pero a la misma vez no deseaba irse. - Deme su número- Entrego su celular- La próxima semana hay otra exposición, si usted...

- Mi nombre es Yenru, me gustaría verte antes, pero está bien, puedo esperar a la siguiente exposición.

Yenru le dio una reverencia y se marchó. Tan pronto lo perdió de vista se sentó en la fuente miles de preguntas andaban en su mente, Ring, ring. El celular que presionan con fuerza sonó.

- Bueno...

- «¿Todo bien ojos?, estoy esperando por ti»

- Oh si- vio la hora- Ya voy...

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Había logrado persuadir a Kong para no ir con él, pidiendo tuviera un momento a solas con Win como padre e hijo, una noche llena de golosinas y caricaturas. Aunque no parecía convencido por el motivo acepto.

Yenru estaba ahí, con una cálida sonrisa para él, llego desde inicio y le espero una hora aproximadamente, en cuanto hubo oportunidad ambos salieron del evento. Había pensado sería una buena idea ir a un café, pero en lugar de eso solo caminaron hasta un pequeño jardín, tomaron asiento uno al lado del otro.

- ¿Has tenido una buena vida?

- ...

- ¿Mala entonces?

- Lo siento es solo que no espere esa pregunta... y si creo que mi vida ha sido buena ¿Qué hay de la suya?

- No puedo quejarme... después de todo el pasado no puede cambiarse- saco de su abrigo un sobre y lo extendió- Son las únicas fotos que tengo de ella...

- ¿Ella?

- Tu madre, Sol.

Arthit sintió un escalofrió recorrer su espalda, alguna vez cuando era niño escucho ese nombre del personal de servicio, pero inmediatamente se callaban si notaban su presencia. Con reserva sus dedos abrieron el sobre, la primera foto fue suficiente para que un cúmulo de emociones se arremolinaron en su estómago y se formara un nudo en su garganta.

Una hermosa mujer de cabello largo y ondulado sonreía felizmente, llevaba un vestido que, hacia juego con sus ojos verdes, junto a ella sus abuelos y su padre, incluso un labrador color miel. En la siguiente foto ella montaba un caballo blanco un muchacho a sonreirá tomando las riendas del animal... en cada foto ella era feliz, incluso había una foto de esa bella dama pintando.

- Ella...

- Es tu madre, preciosa ¿verdad?

- Es hermosa, pero...

Al segundo encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora