Capítulo 11

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- Duerme conmigo esta noche...

Pero antes de que pudiera tan siquiera razonar un nuevo beso se apodero de sus labios, y no solo eso, las manos del contrario viajaban de su espalda a sus glúteos, masajeaban y apretaban, aunque intentara reprimirlo jadeaba bajo su toque en medio del pasillo.

- Te doy un minuto para detenerme, es decir, dime que no, pero si una negativa, no sale de esos hermosos labios voy a llevarte a mi cama y tomarte tantas veces como tu cuerpo aguante.

- ....

No era un juego limpio, la fracción de segundos después de que se detuvo para hablar, en un acto desesperado sus manos abrieron de un solo la pulcra pijama haciendo saltar por todos lados los botones, no la quito del todo porque fue directo al lóbulo de su oreja con su lengua caliente, chupo y mordió. No mentía cuando marco un tiempo así que mientras recorría el cuello pálido con su lengua sus ojos veían el camino del segundero en el reloj de pared.

Justo ahora estaba seguro debió decir medio segundo porque le parecía eterno el avance de la manecilla, claramente no quería un NO por respuesta así que, si su voz llegaba a mentir, el cuerpo que era muy honesto se estremecía bajo su toque, estaba tan excitado como él. Si fuera un omega ya lo habría llenado de sus feromonas, pero no era así, lo que tenia que hacer era seducirlo a caricias, demostrarle en actos su inmenso deseo.

- ¡Mngh!... ¡Aaaah!

- Listo por fin un 1 minuto...

Su mente estaba muy nublada por la pasión, pero no podía evitar en pensar en las diferencias, esta vez fue tomando en los brazos en un estilo nupcial, no como un costal de papas, una vez mas no estaba muy seguro de como llego a esto, ¿No era un viaje para festejar los 5 años de Win y conocer al posible padre? ¿Por qué estaba otra vez a merced de sus caricias?

Colocado con cuidado en la cama, su espalda se curvaba por la firme mordida en sus pezones, las manos amables trazaron una a una las cicatrices nada bonitas en su cuerpo, era difícil adivinar que tuvo una cesárea porque era una gran herida de su pectoral a su pelvis gracias al terrible accidente.

Una lengua húmeda penetro su ombligo. "Estoy húmedo" Alertado quería hablar a ritmo normal pero estaba ya muy acalorado en el acto.

- ¡Mngh!.... K..Konng

- Si

- ¡Ngh!...- con dificultad logro frenar las manos que estaban dispuestas a quitar el short intacto de su pijama –....lu... lubricante – ¿de verdad pidió lubricante en lugar de negarse a seguir?.

- ¡Oh si! – entro al baño y volvió con un bote de 500ml de lubricante de olor fresa- Prosigamos.

- Espera...- rápidamente se puso de pie, tomo el lubricante- Me lo pondré yo mismo- corrió al baño y cerro con seguro

- ¿Qué? - camino a la puerta cerrada- Puedo hacerlo yo, de hecho, es mejor que te prepare yo...

- ¡NO!

- ¿Al menos pudo supervisar viendo como lo haces?

- ¡NO!

- Esta bien, solo no tardes, si crees que con esto se me apaga el deseo, debes saber que es lo contrario.

Se sentía un tonto, pero estaba leyendo las instrucciones, nunca lo había usado, pero si no se lo ponía Kong se daría que estaba lubricado naturalmente y es algo que definitivamente no hace un beta, las instrucciones era simples, poner en la mano o directamente en la parte del cuerpo, pero, se vio en espejo. Estaba rojo, despeinado, completamente desarreglado.

Al segundo encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora