𝐌𝐈 𝐒𝐎𝐋 ┊ Chifuyu Matsuno. ☑

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𝐌𝐈 𝐒𝐎𝐋

Nos detuvimos a mitad de pasillo, justo en ese momento nos dimos cuenta de que seguíamos tomados de la mano, rápidamente nos soltamos, sonrojandonos a la vez, ¿Por qué me pasaba esto?

— M-Matsuo. — Se dignó a verme.

— ¿Si? — Presté atención.

— Te invito a un helado después del festival. — Mencionó.

Me sorprendí al recibir aquella invitación, ni siquiera se me pasó por la mente de que podría pasar, ciertamente me hacía ilusión.

— Acepto. — Le sonreí ampliamente.

El día transcurrió su rumbo, cada clase se divertía a su gusto, pasé de lo que quedaba de día junto a Chifuyu, paseando por cada clase para observar lo que habían hecho. Al termino del festival, ayudé a las chicas de mi clase para ordenar, Chifuyu se había ido a visitar a Baji, Suki pasó todo ese instante molestando con el mismo tema "Que estuve haciendo con Chifuyu", evitaba sus preguntas lo más que podía. En cuanto por fin acabamos, quedamos libres.

El atardecer comenzaba a caer poco a poco, me encontraba caminando junto a él, justo como me había invitado, pasamos por un puesto, pedí mi sabor favorito y él el suyo, después nos quedamos en un parque, sentados en columpios, parecía gustarle mucho, aquel parque no quedaba tan lejos de mi hogar.

Nos mantuvimos en silencio por unos minutos, disfruté de mi helado, yacía tiempo que no tomaba uno, por otro lado Chifuyu disfrutaba del suyo, su compañía era agradable.

— Matsuo, quería decirte algo importante. — Habló de repente él, llamando mi atención.

— Dime, ¿qué es? — Pregunté, dándole otra lamida a mi helado antes de verlo con atención.

Se notaba nervioso, se mantuvo en silencio unos segundos, antes de atreverse a mirarme.

— Es complicado. — Comenzó. — Te lo diré solo una vez, no me hagas repetirlo.

Asentí en respuesta.

Tomó aire. — Matsuo me gustas. Me gustas y se que puede sonar raro pero fue desde que la ceremonia de ingreso, me pareciste linda y aunque causaba problemas, me hacía feliz que me dirigieras la palabra. Puede que en algún momento haya soltado palabras sin pensar, pero era porque estaba nervioso, me pones nervioso. 

Se notaba un suave rubor en sus mejillas, tan solo me limité a realizar una mueca de sorpresa, emitiendo un "¿He?", Chifuyu desvió la mirada a mi helado y señaló.

— ¡El helado! ¡Se te está derritiendo! — Advirtió apresurado.

— ¿He? — Volví la mirada a mi lado, fijándome de que se había derramado un poco en el suelo, rápidamente lamí un poco hasta dejar a asegurado el helado, Chifuyu comenzó a reírse mientras.

— Eres torpe Matsuo. — Dijo entre risas.

Inflé mis mejillas, no le encontraba lo gracioso, sentí los latidos de mi corazón acelerarse, él se había confesado, eso me hacía feliz pero... ¿Podremos ser algo?

— Chifuyu. — Llamé su atención, haciendo que pare de reír. 

— Dime. — Habló más serio.

Lo miré bastante decidida con lo que iba a soltar. — Tu... También me gustas y aunque solo seas un busca problemas... Me gusta estar contigo...

Sus parpados se abrieron más de lo normal, estuvo así unos segundos, acto seguido sonrió mostrando sus dientes y un lindo rubor adornando sus mejillas, se veía tierno.

— Entonces, Tomoe Matsuo, ¿Quieres ser mi novia? — Preguntó.

Dudé en dar la respuesta, sabía lo que se vendría si aceptaba, lamí mi helado antes de hablar.

— Yo... No podemos, Chifuyu, lo siento. — Rechacé.

— Pero Matsuo, ¿Cuál es el problema? — Preguntó cambiando a una expresión seria.

— Mi padre, no quiero que te metas en problemas. — Respondí sin verlo.

Quedamos en silencio por unos segundos, pensé que se iría pero no, solo se levantó, posándose frente a mi y extendiendo su mano libre.

— Entonces, podemos ser novios sin que él sepa.