-Necesito que hablemos.-Le digo y se me queda viendo algo curioso. Dios, esos ojos.
- ¿Tan serio es? – se acerca a mi.- pensé que nuestra cena de esta noche era para conversar más cómodos.- agacho un poco la cabeza. Había olvidado nuestra cena.
- Si, lo siento. Mi cabeza está un poco atormentada.- coloca su mano en mi mejilla y nos quedamos mirando. No puedo evitar cerrar los ojos cuando las yemas de sus dedos recorren la piel de mi rostro. Suspiro profundo y su increíble olor llena mis fosas nasales. A este hombre le haría veinte hijos.
- Hey.- llama mi atención y lo miro.- puedes decirme las cosas. No soy tan cerrado como parezco.- sonríe y me deja tonta. Tiene dientes perfectos y esa boca. Y lo que puede hacer con ella.
Le doy un besito. El cual aprovecha y lo hace más intenso. Es que este hombre me trae de un ala. Su boca caliente abraza la mía, nuestras lenguas danzan y aunque es un besos intenso, no es pasional. Se siente diferente. Tiene algo mas profundo.
Nos detenemos y pega su frente a la mía.
- Debemos volver al trabajo.- le digo y deja un pico en mis labios, para luego separarse de mí, acomodar su traje y regresar a su imponente silla.
- Bien, señorita. – me rio porque en cuestión de segundos ha cambiado su semblante por uno más serio aunque relajado.- necesito que revise estos documentos y cuando estén listos, me los trae. Lo demás se lo enviare por correo.-
- Está bien, Señor Abujatum. En cuanto termine aquí estarán. Algo mas, Señor?- pregunto tomando los documentos de sus manos y automáticamente aprovecha para rozar sus dedos con los míos, enviando una descarga por todo mi cuerpo. Jesús.
- De hecho, si.- dice y se me queda viendo con esos ojos profundos.- venga aquí. –
Rodeo su escritorio, y tira de mi hasta que estoy sentada encima suyo. Me besa apasionadamente y yo estoy en las nubes. Suelta mis labios y me hace levantar.
Jesús. Va a acabar conmigo.
-Ahora si puede retirarse.-
Salgo con prisa y escucho como suelta una carcajada. Cuando cierro su puerta tras de mí, no puedo evitar esbozar una sonrisa de oreja a oreja.
No puedo creer que este hombre sea tan increíble. En un segundo está bien, al otro no. Es que es un bipolar. Y la cuestión es que me estoy enamorando de él.
Abro los ojos como platos. No puede ser.
Estoy loca. Solo es que es súper sexy, tiene unos ojos hermosos, sonrisa encantadora, un cuerpazo, esa mirada intimidante y sus besos...
Sacudo mi cabeza. No debo dejarme llevar, aun ni sé cuáles son sus intenciones y encima esta que ni siquiera puedo quedarme. Igual supongo que se irá cuando tenga todo en orden con la empresa.
Suspiro y me enfrasco en el trabajo. Intentando despejar mi mente.
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Ya casi es mi hora de salida. No he vuelto a ver a Khaled desde que volví a su oficina a entregarle unos documentos y lo encontré en una conversación un poco intensa en el teléfono. De ahí solo sé que salió y me dijo que acomodara su agenda.
A la hora de la salida, paso por su oficina pero no está. Así que decido retirarme.
Al llegar a casa veo a Milo sentado en el sofá, con un bote de helado entre las manos. Me acerco y le suelto un zape.
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Mr. Abujatum.
RomanceCora Thalassinos. escapa de Grecia tratando de darle un cambio a su lujosa vida viaja a Sidney. Cora , no es la típica chica rica, aunque lo ha tenido todo quiere ver la vida fuera de la Torre de cristal que han construido para ella. extrovertida y...