Mr. Abujatum.

Capitulo 5

Umm, estoy sobre algo suave y calentito, una camita. Me siento en la cama de golpe y un agudo dolor atraviesa mi cabeza, miro a mi alrededor, la habitación destila grandeza y lujos por todas partes.

Intento recordar lo ocurrido anoche pero todo se vuelve confuso. Me observo y llevo una camisa de hombre, no puedo creer que hiciera eso. Escucho la puerta abrirse y la voz de un hombre hablando árabe llena la habitación.

-"No se cuando volveré, resuélvelo porque si no estás despedido"-

Porque tenía que ser él ?. Khaled Abujatum, me observa como si fuera una rata de laboratorio.

- ¿ Qué hago aquí ? - le pregunto. Me ignora y entra al baño.

Me levanto de la cama y le sigo, comienza a cepillar sus perfectos dientes pasando de mi olímpicamente.

- Te estoy hablando. Quiero saber por qué estoy aquí y vestida con " TU" camisa - sigue en lo suyo y me cabreo. Maldito Iceberg. - ¿ Quién me quitó la ropa ? - Se encoge de hombros. Oh no. - pasó... algo entre nosotros ? - Me sonrojo.

Se le escapa una risita y luego se pone más serio que de costumbre.

- No pasó nada entre tu y yo. Terminaste dormida en mi coche cuando te ofrecí llevarte a tu casa, antes de darme la dirección. Así que tuve que traerte aquí. Respecto a tu ropa, no se veía muy cómoda, le pedí a mi ama de llaves que te la quitara. - Me examina y fija su mirada en mis ojos. - Pero veo que no te desagrada llevar mi camisa. -

Me doy cuenta de que mis piernas están desnudas y se marcan mis pezones sobre la tela, salgo disparada del baño. Estoy avergonzada, no puedo creer que le dije todo eso y encima me viera en esas fachas. Comienzo a caminar de un lado a otro en el gran dormitorio. Los recuerdos llegan a mi de golpe.

Yo bebiendo tequila como desquiciada.

Khaled en aquel reservado.

Bailando sensual.

El hombre...

Todo llega a mi golpeandome. No puede estar pasandome esto a mi, no bebí tanto, bueno si lo suficiente pero sólo estaba animada. Espero que por lo menos Abby pasara mejor noche que la mía. Mis pensamientos se ven interrumpidos por el escultural Dios del Olimpo frente a mi, caen gotas de agua por su pecho y no puedo evitar fijar mi mirada en su abdomen completamente marcado. Dios Perdóname.

- Ve a ducharte, mandé a traer ropa para ti. Tenemos que hablar. - ordena, este hombre no puede tener un poco de tacto.

Paso por su lado y me adentro al baño. Veo mi reflejo, mi maquillaje está corrido y mi pelo enmarañado. Me desnudo y entro a la ducha, mi dolor de cabeza no ha disminuido pero con todo lo que pasó ni lo sentí, necesito relajarme, tal vez no fue tan buena idea irme de casa. Todavía no encuentro trabajo y dudo que Khaled me de el puesto luego de lo que le hice pasar. Es tan atractivo como frío y no se que pasó por mi cabeza cuando baile así para que me notara. Al final no fue tan buena decision como parecía en el momento.

Salgo de la ducha y me enrollo en una toalla, sólo hay un cepillo de dientes así que no hay de otra. Tal vez no lo vuelva a ver después de esto.

Cuando salgo del baño encuentro dos bolsas sobre la cama, las reviso, una contiene ropa interior y la otra un outfit.

Me coloco la ropa y me miro en el espejo, no me veo mal, es muy al estilo Cora Thalassinos. Sonrío y me encamino a la puerta para salir del dormitorio pero esta se abre de repente haciéndome retroceder. Khaled entra y recorre mi cuerpo con su mirada.

- "Amir no tiene mal gusto".- murmura por lo bajo - Veo que estás lista, sigueme - ruedo los ojos y lo sigo.

Observo todo, es un lugar muy lujoso y sofisticado igual que el dueño. Llegamos a la sala y hay ventanales de cristal, se puede apreciar toda la ciudad. Es increíble.

Me guía hasta el comedor y tomamos asiento.

- Bien, señorita Thalassinos. Tengo una noticia para usted, pero antes desayunemos. - volvimos a lo de usted. Asiento y comemos en silencio, es sorprendente lo amargado que es. Una vez terminamos tomo la iniciativa.

- ¿Puede decirme de que se trata? - pregunto curiosa.

- Tiene el trabajo. Será mi asistente personal. -

Siento que mis ojos se saldrán de órbita, estoy sorprendida. Pensé que no había quedado. Mi sonrisa se hace más grande de lo normal, no puedo creerlo. Tendré mi primer trabajo.

- Gracias, no se arrepentirá, señor Abujatum. - No cambia su expresión de seriedad y tampoco me importa no arruinará mi humor.

- Mañana comienza, tiene que estar a las 8 de la mañana en mi oficina, no me gustan las personas impuntuales, tampoco los errores. Así que, si quiere conservar su trabajo haga las cosas bien. - asiento, no soy una niña. Se lo que tengo que hacer.

Nos levantamos y me ofrece un bolso con lo que supongo es lo que traía anoche. Caminamos hasta el vestíbulo, allí se encuentra un hombre, es atractivo y serio.

- Pero que comen estos hombres - susurro al parecer no tan bajo porque Iceberg se voltea y me fulmina con la mirada.

- Amir, lleva a la señorita Thalassinos a su casa. - Le ordena con un tono frío.

- Si señor. - nos subimos al elevador y Khaled solo me mira fijamente hasta que las puertas se cierran.

- Pero que humor. - murmuro y Amir a mi lado se ríe. Lo sé, soy divertida. Le sonrió.

Llegamos a una Land Rover de color blanco, abre la puerta para mi y luego pone el auto en marcha.

-"Los árabes no son muy habladores"- le sigo en árabe, me observa sorprendido a través de retrovisor.

- " No es eso señorita, yo sólo me limito hacer mi trabajo".- me da una pequeña sonrisita.

-" Seremos grandes amigos".- se encoge de hombros aún sonriendo.

Llego a casa y le escribo un mensaje a Abby, informándole que seré su nueva compañera de trabajo. No contesta así que decido navegar y me topo con una noticia no tan agradable.

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Hola, espero que estén super bien, les quería comentar que utilizaré las comillas y letras así "rwhsa" para cuando estén hablando en otro idioma.

Espero que les esté gustando el rumbo de esta historia.

Quiero decirles que, aunque Cora sea la asistente de Khaled no lo necesita, sólo es una faceta que quiere probar en su vida, no es la típica historia del jefe y la asistente. Esto va mucho más allá

- Besos