Capítulo 4

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Estoy firmando unos documentos en mi oficina, tuve que viajar a Australia para supervisar personalmente la empresa de Construcción que adquirí hace seis meses.

A mis pensamientos llega esa mocosa rebelde, es sobre calificada para ser una asistente, hay algo en ella que no encaja y su apellido es muy conocido en el mundo empresarial pero ella no coincide con la familia Thalassinos. Cora, sus ojos son alucinantes y parece una muñequita de porcelana.

Ignoro esos pensamientos, no tengo tiempo para estar pensando en una niñata

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Ignoro esos pensamientos, no tengo tiempo para estar pensando en una niñata. La puerta de mi oficina es abierta de repente, mi hermano Zahid entra, prácticamente me siguió aquí.

- No has aprendido a tocar. - le miro serio.

- Alguien no está de buen humor. - Se burla.

- ¿ Qué quieres ? -

No tengo tiempo para sus juegos.

- Esta noche saldremos a divertirnos. - Sonríe.

- No puedo, tengo cosas que hacer. - Zahid nunca va dejar de ser un imbécil, no puedo creer que acepté que se quedara.

- Por favor, Khaled. Sólo vives enfrascado en el trabajo, una noche no hará la diferencia.-

***

No se en que momento terminé aceptando venir a un lugar como este, estoy en un reservado, el idiota de Zahid me dejó cuando un par de piernas largas le cruzaron por el frente. El lugar está lleno, hay muchas mujeres pero ninguna que llame mi atención hasta que observo la pista de baile cuando una silueta de mujer baila sensual en medio de todos. Joder, esa mujer es una diosa, sólo con verla moverse así, me provoca una erección, va dando la vuelta lentamente y no puedo creer lo que veo, Cora está aquí, esa mocosa es la que se mueve como una experta, de pronto, veo como un tipo se le quiere acercar pero ella lo rechaza, él hombre la toma del brazo y la acerca a su cuerpo no puedo aguantar y me levanto de mi asiento.

Mientras me acerco escucho a Cora negarse a bailar con él. 

- La señorita ha dicho que no. - digo firme. Sólo verlo tomarla de esa forma me cabrea

- Khaled - su mirada se encuentra con la mía, sus pupilas están dilatadas, puedo notar que está pasada de tragos.

Él hombre suelta a Cora y se acerca a mi con aires de grandeza.

- Amigo, lárgate de aquí, este no es asunto tuyo. - dice arrastrando las palabras.

- Cora,- la llamo - colócate a mi lado.- lo hace sin rechistar. Muy bien, pequeña. - Ahora pedazo de mierda quiero aclarar que no soy tu amigo y que ella no se toca ni se mira. - le digo al hijo de puta, luego me doy la vuelta tomando a Cora de la mano y salgo de ese lugar.

Ella no se resiste, cuando estamos en el reservado me encuentro a Zahid con la lengua metida en la garganta de la señorita Button.

- ¿ Interrumpo ? - escucho una risita a mi lado y volteo a verla, se encoge de hombros con una sonrisa traviesa en el rostro. Es una sinvergüenza.

Zahid y la señorita Button se apartan rápidamente al escucharme, no puedo creer que se preste para esto. No está bien visto que una señorita se comporte así.

- Hermano, te estaba buscando. - en una boca, por lo que veo. Pienso.

- Me he dado cuenta. Levantate, tenemos que irnos - Me mira y se le dibuja una sonrisa pícara en el rostro cuando nota a Cora a mi lado.

- He quedado de llevar a Abby a casa, tendrás que irte sólo. -

- Bien, como quieras. - digo serio. No me importa.

Cora le hace señas a la señorita Button y se alejan un poco de nosotros.

- Veo que piensas divertirte esta noche.- es un imbécil, Zahid nunca cambiará.

- La señorita Thalassinos es mi nueva asistente - aunque ella no lo sabe fue la afortunada de trabajar a mi lado.

- Si claro. - murmura bajito.

Cuando las chicas vuelven, Cora se muestra un poco incómoda, me despido de Zahid y salimos del lugar.

- Tomaré un taxi, gracias por todo señor Abujatum. - No puedo creer que haya dicho eso. Está tomada y quiere irse sola.

- La llevaré. - Hace una mueca

- No hace falta - La fulmino con la mirada haciendo que cierre es pequeña boquita que tiene.

- He dicho que la llevaré, así que vamos. - la tomo de la mano y abro la puerta de mi Bugatti para que ella ingrese.

Una vez estoy dentro del auto, lo pongo en marcha. La calle no está tan transitada a esta hora de la madrugada, son aproximadamente las 3. No puedo creer que Cora se quiera poner en peligro, esa niña no sabe nada. Se ve tan bien con ese vestido que acentúa su silueta. Sacudo mi cabeza,  Por Ala que es lo que estoy pensando, ella tan sólo es una niña. El auto se llena de un silencio abrumador, ella no ha hablado desde que nos subimos al auto, ni siquiera me ha dado su dirección. Decido romper el silencio.

- Señorita Thalassinos, podría decirme su dirección?- intento ser amable, pero no recibo una respuesta. - Cora. - no me gusta que me ignoren.

Cuando volteo a verla está profundamente dormida, no me puede estar pasando esto, le muevo y nada. Estoy apunto de cometer la peor estupidez de mi vida. Continuo hasta mi pent-house, tuve que adquirirlo para pasar el tiempo que esté en Australia. Al llegar y estacionar el coche en el subterráneo salgo y abro la puerta de Cora, deshabrocho su cinturón y la cargo hasta el elevador.

- Quiero un chocolate - Murmura entre sueños y hace un puchero.

Sonrío, se ve muy graciosa, introduzco el código y nos ponemos en marcha. Cuando llegamos la llevo a  mi habitación, la acuesto y la observo. Creo que lo que lleva puesto no es tan cómodo para dormir. Entonces, hago la estupidez más grande de mi vida.





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HOOOLAAA.

Estoy un poco ocupada, así que disculpen la demora.

Besos.

Mr. Abujatum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora